Los brigadistas, una vida en medio de la emergencia
Martín Toledo del ICE Parque Nacional Lanín retrata su labor.
Están dispuestos a actuar las 24 horas, los 365 días del año, se enfrentan a todo tipo de riesgos, son los primeros en asistir en medio de las primeras llamas de un incendio forestal, cuando se produce un accidente o alguien se extravía en un parque, en una montaña. En definitiva, los brigadistas, trabajadores de los parques nacionales, ponen en riesgo su vida en forma permanente.
“Somos brigadistas de emergencias”, definió Martín Toledo, jefe de una cuadrilla de brigadistas del Departamento de Incendios Comunicaciones Emergencias (ICE) del Parque Nacional Lanín, la labor que llevan adelante. Y agregó “decimos que somos la brigada de incendios pero hacemos un montón de otras cosas dentro de las emergencias”.
Toledo tiene 40 años y hace 12 que se desempeña en la brigada. Actualmente está a cargo de la cuadrilla de la central de la zona sur del Parque Lanín. “El parque se divide en tres zonas, la norte, el centro y la sur, yo estoy a cargo de ésta última”. Cada central operativa cuenta con unos 15 brigadistas. “Nuestra vida pasa por estar de guardia, sea activa o pasiva, una vez que te llaman acudís para cualquier evento que ocurra dentro del parque”, apuntó.
Comentó que ante cualquier tipo de contingencia dentro del parque se activa un protocolo “que te pone en situación, por ejemplo si es una búsqueda o un rescate o hay una persona perdida en un sector del parque”. Agregó que los rescates que se realizan en el volcán se hacen en forma conjunta con guías de montaña, personal del Ejército y de Gendarmería.
Toledo resaltó la labor de la cuadrilla helitransportada “que se trasladan en helicóptero para combatir el fuego y además realizan tareas de búsqueda y rescate”. “Es la encargada de ir a los lugares más remotos donde no se puede llegar de otra manera”, acotó.
La formación de un brigadista puede llevar varios años. “Son unos 6 o 7 años de preparación para llegar a un nivel al que uno pueda decir es un brigadista y a partir de ahí empieza esta carrera”. Describió que en una primera instancia realizan un curso de combate de incendios forestales que lleva una semana, aproximadamente son unas 40 horas cátedra “y recién ahí uno tiene la posibilidad de ingresar por concurso, se evalúa la aptitud física y las capacidades técnicas de la persona seleccionada y después puede ingresar como brigadista”.Por otra parte, se prepara en todo lo vinculado a la atención prehospitalaria.
Toledo señaló que en el último tiempo se incrementó la cantidad de visitantes al Parque Nacional Lanín lo que también provocó que haya más atención de emergencias por parte de las cuadrillas de brigadistas.
“La gente después de la pandemia quiere estar más en contacto con el medio natural. Además muchas personas que no son de la región realizan las visitaciones y desconocen la montaña, los senderos, no están acostumbrados al frío, entonces aumenta el riesgo. La naturaleza tiene sus reglas, la montaña tiene sus reglas”, señaló.
El fin de semana pasado, Toledo y su gente participó del rescate de una mujer de 37 años, oriunda de Neuquén capital que permaneció unas 16 horas a la intemperie en el cerro Mallo. “El instinto de la mujer hizo que se refugie en un lugar para que no sufra de hipotermia que siempre juega en contra. Por suerte salió todo bien”, concluyó.
“El apoyo familiar es esencial para ser brigadista”
“Me encanta este trabajo, solo pueden llevarlo adelante personas que tengan vocación de servicio”, explicó Martín Toledo, jefe de cuadrilla del ICE E (Incendios, Comunicación y Emergencia) del Parque Nacional Lanín.
El hombre nacido hace 40 años en la ciudad La Cruz de la provincia de Corrientes y que llegó en el 2000 a San Martín de los Andes señaló que ser brigadista es una tarea que desgasta tanto física como psíquicamente. “No tenés descanso, siempre estas dejando de lado eventos familiares importantes”, dijo. Sostuvo que el apoyo de la familia es “la base de todo brigadista, sin la contención familiar es imposible hacer esto”.
Dos hechos que lo marcaron para siempre
En su larga trayectoria como brigadista, Martin Toledo señaló que hubo dos acontecimientos que lo marcaron profundamente. Uno de ellos fue el incendio que azotó la Comarca Andina en marzo de 2021 y que provocó la muerte de tres pobladores.
El incendio en esa región de la cordillera patagónica como consecuencia de los fuertes vientos se esparció rápidamente reduciendo a cenizas alrededor de 500 viviendas y 14.000 hectáreas de bosques.
“Fue uno de los eventos más difíciles que tuve que enfrentar junto a otros 17 combatientes de Parques”, resaltó. Recordó que “estábamos allí combatiendo el fuego en dos frentes que se unieron donde estábamos nosotros. Fue un evento increíble que nos superó. Fue el más impactante que tuve”.
Toledo precisó que el segundo evento más difícil que le tocó fue en el volcán Lanín. Allí, en enero de 2017, una patrulla del Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 4 “Coraceros General Lavalle” que se encontraba realizando una ascensión de instrucción al volcán Lanín, sufrió un grave accidente como consecuencia de un desprendimiento de rocas. Un oficial del ejército perdió la vida y otros tres resultaron heridos de gravedad producto del derrumbe. “Fue impactante por los heridos, arrastró a muchas personas. No puedo olvidarme todo lo que ví allí”.
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