La mochilera fue hallada muerta tras caer en una ladera peligrosa del Monte Rinjani mientras realizaba una excursión guiada.
Juliana Marins era una mujer brasilera de 26 años, que desde febrero de este año se encontraba viajando por el Sudeste Asiático, y este 24 de junio fue encontrada sin vida en una ladera del Monte Rinjani, en Indonesia.
Juliana había nacido en Niterói, ciudad costera del estado de Río de Janeiro, estudió publicidad y trabajó en el sector de la comunicación. Pero su inquietud personal y su búsqueda de sentido la llevaron a tomar una decisión radical: renunciar a su empleo y emprender un viaje sola por el Sudeste Asiático.
Según reseña el medio brasilero O´Globo, la Marins era una mujer independiente, sensible y profundamente conectada con la naturaleza. Practicaba deportes al aire libre, como senderismo y escalada, y también se dedicaba al pole dance, disciplina que consideraba una forma de expresión personal.
Según testimonios recogidos por el medio brasileño, era meticulosa en la preparación física para sus viajes, aunque también confiaba en su intuición y en la guía de personas locales.
La travesía por Indonesia en redes
Juliana documentaba su travesía en su página de Instagram, donde no solo compartía paisajes y experiencias, sino también pensamientos sobre el miedo, la libertad y el valor de estar sola en territorios desconocidos.
En una de sus publicaciones más comentadas, del 29 de mayo de 2025, escribió: “Nunca me he sentido tan viva”. La frase, publicada semanas antes de su muerte, describe su estilo de vida: entregada a la experiencia intensa, la exploración y la introspección.
De Río a Asia
En febrero de 2025, la joven se despidió su rutina en Río de Janeiro para lanzarse a una aventura en solitario por el Sudeste Asiático. No tenía billete de regreso ni un itinerario estricto. Su plan era simple: explorar, observar, vivir.
Según informó O’Globo, eligió comenzar por Tailandia, y desde allí trazó una ruta flexible que la llevó a recorrer también Vietnam, Filipinas e Indonesia. En cada país se internó en regiones naturales, alejadas de los circuitos turísticos masivos. Caminó por montañas, visitó playas remotas y se alojó en comunidades rurales. Cada paso fue documentado en su cuenta personal de Instagram, que pronto sumó miles de seguidores interesados en su estilo de vida austero, libre y conectado con la tierra.
Más que una bitácora visual, su perfil se convirtió en una especie de diario íntimo. Marins alternaba imágenes impactantes —atardeceres, selvas, cimas— con reflexiones profundas sobre la soledad, el miedo y el crecimiento personal. También hablaba de los vínculos que nacen en el camino: guías locales, otros viajeros, mujeres solas que encontraba en albergues o caminos de montaña.
El accidente en el Monte Rinjani: cuatro días atrapada sin contacto
La tragedia comenzó en la madrugada del viernes 21 de junio de 2025, cuando la joven mochilera realizaba una excursión guiada rumbo al cumbre del Monte Rinjani, el segundo volcán más alto de Indonesia, con 3.726 metros de altitud.
Durante el ascenso por la ruta de Pelawangan Sembalun, cayó por una ladera empinada en la zona conocida como Cemara Nunggal, entre los 2.600 y 3.000 metros de altitud.
El terreno es considerado uno de los más peligrosos del sendero por su inclinación, suelo suelto y la ausencia de protecciones, reseñó BBC. Desde el momento de la caída, Marins quedó atrapada sin acceso a agua, alimentos ni refugio. Además, la zona no cuenta con señal de celular, lo que impidió una comunicación directa con los equipos de emergencia.
La alarma se dio cuando un grupo de turistas contactó por redes sociales a personas cercanas a ella en Brasil, usando su perfil tras encontrarlo en la montaña. El rescate se activó de inmediato, pero las condiciones climáticas —lluvia, neblina y terreno inestable— retrasaron el acceso. Participaron seis equipos, dos helicópteros y herramientas especializadas, como una furadeira industrial.
Tras cuatro días de operaciones, su cuerpo fue localizado por una de las brigadas que descendía con cuerdas. Según el cálculo de los rescatistas, Marins se encontraba a unos 650 metros más abajo de donde comenzó el descenso. La causa oficial de la muerte aún no fue divulgada por las autoridades locales.
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