Comodoro Rivadavia: más de $1.000 millones para techar un estadio que lleva 18 años en obra
La ciudad de Chubut busca preservar la estructura que se empezó a hacer en 2006 y sólo tiene un 50% de avance. Ya habían reconocido que la chance de terminarla es lejana.
La Municipalidad de Comodoro Rivadavia acaba de adecuar un acuerdo por $1.068 millones con una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que realizará trabajos de cerramiento en el Estadio del Centenario, un mega proyecto que comenzó hace 18 años y que se ha convertido en uno de los símbolos de las obras públicas inconclusas en Chubut.
Según la resolución 362 publicada en el Boletín Oficial, al valor original de la cotización realizada en 2024, cuando se avanzó en el proyecto, se le aplicó ahora un descuento del 10% para poder avanzar con las firmas Esuvial y CPC, a cargo de las nuevas tareas.
El secretario de Infraestructura, Luis Romero, había anticipado en septiembre de 2024 la naturaleza de los trabajos a encarar: "Hablamos de un resguardo de la obra realizada, una cobertura del techo y un cerramiento", dijo luego de una reunión con el secretario general de la UOCRA local, Raúl Silva, donde también se acordó la continuidad del Centro de Encuentro del barrio Abel Amaya, proyectos que en conjunto generarían alrededor de 60 puestos de trabajo.
El mismo funcionario descartó en aquella oportunidad que por el momento pueda pensarse en la finalización total del estadio. La prioridad es techar y cerrar las aberturas para evitar los efectos de la salinidad y el óxido sobre la estructura existente, que actualmente tiene poco más del 50% de avance.
El elefante blanco de Comodoro Rivadavia
La construcción del Estadio del Centenario se inició el 18 de octubre de 2006 con el objetivo de conmemorar -algo tardíamente, por cierto- los 100 años de la ciudad, que se habían cumplido bastante antes, en 2001.
La obra fue inicialmente presupuestada en 30 millones de pesos, que hoy equivaldrían a unos 26.000 millones. Estaba destinada a la realización de eventos deportivos y espectáculos masivos. Y obviamente, generó alta expectativa en la población, que una y otra vez se iría disipando a fuerza de marchas y contramarchas.
Lo cierto es que, como en otras obras públicas con fondos nacionales como la autovía entre Puerto Madryn y Trelew, el proyecto atravesó múltiples contratiempos, con algunas etapas de avances a cuentagotas y largos períodos de paralización absoluta.
Aunque el plazo original de ejecución era de 540 días, en 2008 dejaron de llegar fondos desde el Estado nacional, a cargo de la financiación de la iniciativa. Hasta aquel momento, el gobierno central había desembolsado algo más del 50% del total de la obra.
De este modo, un flujo ya de por sí lento, terminó de cortarse en tiempos de ruptura y disputas del entonces gobernador Mario Das Neves con Néstor y con Cristina Kirchner, quien cursaba el segundo año de su primer período en la Casa Rosada.
En 2011, igualmente, cuando cambió el signo de la administración provincial, tampoco hubo reactivacion.
En ese año, al asumir la intendencia Néstor Di Pierro prometió conseguir los fondos para terminar la obra o, en caso contrario, demolerla personalmente. Usó la figura de que él mismo tomaría el pico y la pala para terminar lo que, un lustro después del anuncio, ya era un elefante blanco en la ciudad petrolera.
Previamente, en 2010, hubo modificaciones en la composición empresaria a cargo del proyecto: la firma Torraca fue reemplazada por Esuvial, mientras que CPC sustituyó a Edisud.
En 2013 se anunció el reinicio de las obras para septiembre de ese año. Aunque llegaron las vigas, los techos y las ventanas desde un fabricante de la provincia de Mendoza, no hubo mayores avances más allá de la colocación de algunas cabreadas.
Durante ese período, se destinaron aproximadamente otros 30 millones de pesos al proyecto.
Con el cambio de gobierno nacional de 2015, al asumir Mauricio Macri se realizó una revisión que cuestionó los avances certificados hasta ese momento, alegando una "sobre certificación del 5 por ciento".
Esto derivó en una denuncia ante la Oficina Anticorrupción, que fue trasladada a la justicia federal por presunta defraudación al Estado nacional, aunque la causa no arrojó resultados concretos. La obra, en tanto, seguía paralizada.
Lo últimos intentos de reflotar la obra
Tres años más tarde, el entonces intendente Carlos Linares intentó rescindir el contrato con la UTE encabezada por CPC, pero la empresa apeló judicialmente esta medida y el contrato con el municipio volvió a tener vigencia.
En enero de 2022, el ex intendente Juan Pablo Luque firmó un nuevo contrato asumiendo el financiamiento municipal, destinando 1.000 millones de pesos para la finalización definitiva de la obra. Sin embargo, este intento también fracasó debido a que la inflación desactualizó rápidamente esos valores.
Casualmente, el monto que ahora volverá a destinar el municipio es muy similar al de entonces, pero esta vez no hay promesas de final incierto: está claro que se trata de trabajos parciales, mientras se espera conseguir financiamiento adicional con la intención de, algún día, completar definitivamente el Estadio del Centenario, una cuenta pendiente que ya pocos esperan ver concretada en Comodoro Rivadavia.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario