Descubrieron una banda de estafadores liderada por dos presos desde la cárcel: así fueron los engaños
Hasta ahora, se investigan dos estafas consumadas, aunque la banda podría haber cometido más. La investigación recién comienza.
A raíz de una estafa millonaria a un neuquino, la Policía y la Fiscalía descubrieron a una banda que era liderada por dos presos desde el penal de General Roca. Se realizaron varios allanamientos y hay en principio cuatro personas bajo investigación.
De acuerdo a la información provisoria que recolectó la fiscal del caso en conjunto con la División Ciberdelito Económico del Departamento Delitos Económicos, las estafas fueron cometidas mediante el denominado “cuento del tío”, y su intervención surgió tras una denuncia en la Comisaría 48 de la ciudad de Zapala.
Según relató la víctima, el 7 de junio de este año y por la tarde, recibió un llamado al teléfono fijo de su casa. Del otro lado de la línea le habló una persona que se identificó como su primo y que le dijo que se encontraba de viaje, desde Junín de los Andes y en camino hacia su casa. Le planteó que su auto había sufrido un desperfecto mecánico, que no podía comunicarse con la grúa del seguro y le brindó un número telefónico de un celular, para que la víctima llame a la aseguradora por él.
Al llamar la víctima, fue atendido por un supuesto empleado de la firma, que le dijo que la cobertura que tenía el damnificado no comprendía la zona de Junín de los Andes, y que por lo tanto debía pagar por la grúa. Fue así que la víctima realizó una transferencia a una cuenta del Banco Nación que le dio este supuesto empleado, por un monto de 1,2 millones de pesos. Tras el pago, perdió todo tipo de contacto con estas personas y se dio cuenta que todo había sido una mentira.
Luego de realizar la denuncia y mediante la investigación conjunta (a la que se sumó también otro hecho idéntico con un perjuicio de $1.400.000), se pudo establecer a través de informes e intervenciones telefónicas, que los números “operaban, mediante la maniobra detallada por el denunciante, desde la unidad de detención de General Roca”, precisó la fiscal del caso al requerir los allanamientos. Y además, los sospechosos “mantenían contacto con sus familiares, quienes realizaban compras de productos con tarjetas obtenidas con estas maniobras”, puntualizó.
Del análisis telefónico surgió información sobre el vínculo entre las personas detenidas y sus familiares, quienes al parecer les ingresaban los teléfonos celulares a la cárcel con el objetivo de “trabajar”, en alusión a las maniobras de estafas bajo investigación.
“Las personas que estarían llevando a cabo las maniobras delictivas investigadas son las que se encontrarían dentro del complejo penitenciario, realizándolas bajo el mismo modus operandi denunciado en Zapala”, indicó la fiscal Díaz, y remarcó que algunos de sus familiares, “colaboran con la maniobra aportando cuentas, CBU, CVU, recibiendo dinero y/o productos comprados en virtud de esas maniobras”.
Por este motivo, se dispusieron varios allanamientos en el barrio Valentina Sur de la ciudad de Neuquén; en la ciudad de Centenario; en barrio Tiro Federal y en dos pabellones del Penal Nº 2 de General Roca. Todos se concretaron el día jueves.
Los procedimientos fueron realizados por personal de Delitos Económicos de la Policía provincial, con la colaboración de efectivos de la Policía de Río Negro. En ellos, "se secuestraron teléfonos celulares, blisters con SIM, pendrives, tarjetas, anotaciones con números de abonados, alias y CBU”, indicó la fiscal del caso. “Toda esta información la vamos a analizar a los fines de avanzar en formulaciones de cargos hacia las personas que corresponda”, remarcó.
Por último, durante el operativo fueron detenidas dos mujeres, familiares directas de internos del penal, quienes habrían colaborado en la maniobra. Los reclusos involucrados y sus cómplices fueron notificados de la imputación.
En el operativo trabajaron efectivos de la División Ciberdelito Económico, en conjunto con personal de la Policía de Río Negro y la Comisaría 21 de General Roca.
El caso recuerda a la banda de estafadores que lideraban Lucas Verón y Javier Antolini, quienes engañaron a numerosas víctimas bajo otro engaño, pero siguiendo la misma maniobra posterior; una vez que conseguían datos de tarjetas, se los pasaban a sus familiares, quienes realizaban compras o pasaban a retirar los productos, que iban acopiando en sus viviendas.
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