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La Mañana

Soluciones y problemas

Arrasa en las encuestas entre los hinchas de Boca. Era la prioridad de Guillermo Barros Schelotto, quien les torció la mano a los dirigentes que se oponían a su continuidad. El entrenador destaca que le da un salto de calidad al equipo y que no escatima esfuerzos a la hora de entrenarse (“Es el primero en llegar y el último en irse”, cuentan que suele esgrimir y valorar el Mellizo). Sus compañeros lo halagan. Entonces, si nos guiamos por la visión de buena parte del mundo Boca, la continuidad del polémico Ricardo Centurión estaría perfecta. Pero no es tan así. El caso abre el caliente debate. Teniendo en cuenta los tristes antecedentes del talentoso volante, ¿se está comprando un problema el Xeneize? ¿Es un mal necesario?

A Centurión nadie puede discutirlo futbolísticamente. Su jerarquía fue una de las claves del Boca campeón. Pero al mismo tiempo que aportó soluciones dentro del campo, afuera generó escandalosos episodios. Chocó borracho y huyó, luego se peleó con compañeros en el hotel en dudoso estado y, lo más grave, golpeó a su novia en otro lamentable caso de violencia de género.

“Ni loco pago esa plata por él”, le dijo ayer a LM Neuquén el Beto Márcico, un referente histórico de Boca (ver páginas 30-31). Ese es otro asunto: la fortuna que desembolsará el Xeneize por Ricky. Se habla de cinco millones de dólares, más el porcentaje de una futura venta. El tema, delicado por cierto, deja mucha tela para cortar y opiniones encontradas. Boca seguirá disfrutando de la calidad del ex Racing y San Pablo y, probablemente, sufriendo su indisciplina. El técnico, sus compañeros y los hinchas así lo quisieron. Pero, ¿suma o resta?

Que siga Centurión en Boca garantiza jerarquía en la cancha y líos fuera de ella. ¿Suma o resta?

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