Es un modelo representativo de la industria local. El plan es que se mantenga en el mercado de las pickups, pero importada. Dónde será fabricada.
La industria vive días calientes: Nissan continúa con los pasos concretos de su plan global y esto implica decir adiós a un referente entre las pickups nacionales, la Frontier, que en los últimos años había ganado espacio en los concesionarios y en el trabajo diario. La decisión no solo cierra una etapa: reordena proveedores, empleo y el mapa competitivo del país.
En Córdoba, el movimiento es claro: Nissan retira la Frontier de Fábrica Santa Isabel y deja en el aire a la cadena de valor que alimentaba a su pickup nacional, y a su “melliza” de Renault, la Alaskan. Hoy 9 de octubre es el último día en que la línea de producción verá salir al final del proceso a una Frontier. Desde ahora la marca japonesa dejará de ser una automotriz local para posicionarse como importadora.
Nissan lleva adelante su ajuste global y muda la producción a otro polo; esto hace que la Argentina pierda una pickup nacional que venía traccionando en el segmento mediano. Este es un movimiento que forma parte de una reestructuración a nivel regional: Nissan también cerrará su histórica planta Civac en México y concentrará la Frontier en otro complejo del mismo país.
¿Por qué se despide la pickup nacional de Nissan?
Primero, por un programa de eficiencia global: Nissan busca que sus fábricas operen más cerca del 100% de capacidad. La línea de la pickup nacional en Córdoba funcionaba a un ritmo bajo, lo que hacía difícil sostenerla. Segundo, por una convergencia de factores locales: menor volumen, costos altos y la necesidad de liberar espacio industrial para futuros productos. Tercero, por la estrategia regional: con la mudanza a México, la marca centraliza y simplifica logística.
Sobre el segundo punto, precisamente Renault (socio de la alianza con Nissan) necesitaba con urgencia que la marca japonesa liberara espacio en la línea de producción para avanzar con la producción de su nuevo pickup compacta Niágara. La Frontier fue la primera pickup producida en esta nueva etapa de Fábrica Santa Isabel, con el inicio de la fabricación en 2018, dos años antes de la Renault Alaskan, con la que compartían la plataforma y que también se despide. De hecho, en los últimos días trascendió que Renault analiza ir detrás de una alianza con el gigante chino Chery para producir pickups.
La salida industrial de Nissan golpea a operarios directos y a contratistas, además de autopartistas que habían invertido para acompañar a esta pickup nacional. Hay proveedores que ya frenaron entregas y un cronograma interno que señala el apagado de la línea. El “desguace” y retiro de equipos es la señal final de un ciclo que cerró.
Red comercial y servicio: la representación local de Nissan seguirá atendiendo posventa, garantías y repuestos. El desafío será sostener la confianza de los usuarios durante la transición.
Adiós a la Nissan Frontier Nacional: lo que viene entre las pickups
La salida de una pickup mediana nacional deja espacio para las ya consolidadas Toyota Hilux, Ford Ranger y Volkswagen Amarok, y para las nuevas apuestas del tramo mediano fabricadas en el país.
En los primeros nueve meses de 2025, se patentaron 5.467 unidades de la Nissan Frontier, cifra que la ubica cuarta entre las pickups medianas pero muy lejos de las tres que dominan del mercado: Hilux (24.581 unidades vendidas en el mismo período), Ranger (20.694) y Amarok (20.397). Tiene por debajo a la Chevrolet S10, con 4.073.
Aunque resulta un golpe para la industria, el fin de esta pickup nacional no significa que la marca abandone el segmento. Nissan ya anticipó continuidad de la Frontier, ahora fabricada en otra planta que la filial mexicana tiene en Aguascalientes—incluida la próxima generación—, con la promesa de mantener presencia en la región. La incógnita es si el producto importado podrá sostener precio competitivo frente al resto de las pickups del mercado local.
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