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La Mañana

Belén Blanco: "Cuando agarro un papel pienso que es el último"

La actriz vuelve al cine con La deuda, un film oscuro y cercano a la realidad, que muestra la urgencia de una joven oficinista.

Paula Bistagnino - Especial

Lleva más de un tercio de los 42 años que tiene en pantalla. Es una de las pocas de su generación que empezó tan chica y siguió un camino lejos de la fama de la tele, aunque sigue trabajando en ella, y mucho más cerca de su deseo de historias más profundas, como directora y guionista de cortometrajes, en teatro y mucho más en el cine. Ahora estrena La deuda, un protagónico que viene con espalda: es una coproducción entre la legendaria Lita Stantic y la productora de los hermanos Almodóvar (El deseo).

¿En qué momento te llega esta película?

Me llegó una mañana en la que estaba en mi casa y me desperté deseando una película tipo las de Sorín… Y ahí me cae el llamado de mi representante de parte de Lita Stantic. Siento que uno busca más allá de uno: busca en el director, en la historia y en todo. Porque en el cine no depende de vos. Y es una historia que refleja una realidad muy dura pero a la vez nada lejana para mí: ando por la calle mucho, viajo en colectivo y en subte, conozco la intensidad de la ciudad y la noche. Y lleva a esos lugares. A esa oscuridad.

Habla de la chatura de la vida, del trabajo para sobrevivir…

Totalmente, ella es una chica sin deseo. Cuando trabajaba el personaje, pensaba en qué quería ella. Hasta que me di cuenta que no tiene ningún deseo. Reacciona a la necesidad de su madre. Pero ella no tiene nada.

Y tiene una deuda. ¿Conocías algo del juego?

Sí, claro. Creo que todos conocemos alguna historia. Y fue la primera vez que el director me invita a conocer las locaciones. Y fuimos al Bingo de Avellaneda una tarde y charlamos con la gente, los mozos que conocen todas las historias, gente que se juega 400 lucas en un día, que pierde todo, que se arruina ahí. Es un sistema hecho para vaciar los bolsillos de las personas. Me parece muy de época el tema. Y a mí me interesa sobre todo eso: saber qué pasa hoy, ahora, comprometerme con los temas que me interpelan.

Arrancaste de lleno con el compromiso con la época cuando hiciste El caso María Soledad. ¿Quedaste marcada por eso?

No siento como una obligación del actor en comprometerse. Pero a mí me interesa sentirme interpelada, porque los actores somos parte de la sociedad y tenemos que contar qué pasa.

¿Cómo te ubicas en el movimiento feminista y el colectivo de Actrices Argentinas?

Siento que estoy en otro pensamiento y que ya este tema de los géneros varón y mujer… me parece que hay que abrir eso. Y desde ese lugar me muevo, de que la categorización ya es vieja. Y sobre los derechos de las que nos sentimos mujeres, es algo que tenía que pasar, ya era hora, ya venía pasando. Así que en buena hora. Igual siento que vivimos en una sociedad muy machista todavía. Desde muy chica sentí que por ser mujer teníamos que sufrir injusticias, que teníamos que pelear por algo que los tipos tenían ganados. Porque si lo pensás, el hecho de que haya que salir a decir o a contar públicamente que un tipo te hizo algo… Basta.

¿Te sigue interesando la tele?

Sí, sí. No reniego para nada de la tele. Porque he hecho cosas muy interesantes y he trabajado con gente maravillosa. Quizá no me representa demasiado lo que se busca hoy, pero el medio me gusta. También la telenovela. No me parece un género menor. El año pasado volví para hacer Morir de amor porque la dirigía Anahí Berneri y tenía ganas de trabajar con ella y era un personaje muy oscuro. Querría hacer más, pero cada vez se produce menos.

Escribís y dirigís muchos cortometrajes, ¿ves tu camino por ahí?

Me gusta mucho escribir. Y también dirigir. Pero no sé para dónde iré. Me gustan muchas cosas. Soy un poco inquieta.

¿No te imaginas actuando para siempre?

No, no. Siempre que agarro un papel, digo “Esto es lo último que hago”. Tengo la sensación de que no voy a actuar para siempre. Y están todas esas otras cosas para hacer. Pero a la vez me encanta actuar y me sigue seduciendo y no estoy preparada para dejarlo. Pero creo que no estoy obligada a dejarlo y puede ser también espaciarlo más.

Una deuda y una noche para pagarla

Dirigida por Gustavo Fontán y con grandes críticas, la película llega a los cines el jueves. Cuenta la historia de una joven empleada de una oficina, Mónica, que retiró dinero de un cliente y es descubierta por un compañero. La suma es de 15 mil pesos, pero parece que no es la primera vez. A pesar del enojo, porque lo compromete, su compañero no la delata y le cree su promesa de que va a reponer la suma de dinero a la mañana siguiente. En esa noche, ella va a recorrer diferentes lugares y encontrarse con personas de su presente y de su pasado.

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