El caso conmocionó al país y se hizo eco, principalmente, vía redes sociales. Tras once allanamientos lo encontraron en Ezeiza. Lo entregó su tío.
La semana pasada un hombre vendió su celular del que olvidó borrar los datos. Allí almacenaba una colección de audios de WhatsApp donde admitía haber violado a su hija. El comprador difundió y denunció los archivos que conmocionaron al país. Ahora, tras una semana, J.A.C, alias el “Chingui”, fue detenido en el barrio bonaerense de Esteban Etcheverría. Lo entregó su tío.
Dichos audios relataban los aberrantes hechos, donde el hombre, cuyo nombre es oculto para evitar que se conozcan datos sobre la víctima, admitió haber engañado a su hija de seis años con “chupar un chupetín” para obligarla a practicarle sexo oral. A raíz de la magnitud de los audio, vecinos llegaron a la casa del violador de 30 años para prenderle fuego la casa.
El hecho no solo repercutió en la Justicia, que inmediatamente organizó un patrullaje constante de su casa, sino que también llegó a las redes sociales, que hoy parecen ser un indicador de justicia. Fue en Twitter, donde un hombre incluyó los audios (que fueron quitados por pedido expreso de la familia).
Aunque el hombre aún no había sido detenido, circuló por las redes que uno de los jueces lo había dejado libre por “desahogo sexual”, pero eso no fue cierto. Ahora el caso está en manos de la UFI Nº3 de Esteban Echeverría, dedicada a investigar delitos sexuales.
Circuló también que el hombre se había ido de viaje para esquivar la Policía. Pero tampoco fue así, por lo que “El Chingui” fue arrestado este domingo por la mañana, según le confirmaron fuentes al sitio Infobae.
Si bien no se había ido de la ciudad, el hombre se encontraba en Ezeiza, en la búsqueda de un nuevo destino. Once allanamientos fueron necesarios para dar con el violador, hasta que finalmente su propio tío lo entregó a las fuerzas policiales.
Ahora, la UFI Nº3 indagará al hombre en los próximos días, luego de que una pericia médica a la pequeña diera negativo para los indicios de abuso. “Mi familia está mal. Estamos muy devastados”, aseguró la madre de la víctima. “Todo esto es muy doloroso. Pido respeto por mi hija, que no difundan esos audios que no llegué ni a escuchar”, dijo la mujer que además admitió que nunca sospechó del padre de su hija.
Por otro lado, los investigadores de la causa aseguraron que la única prueba contra el hombre “es el audio”, aunque faltan aún declaraciones testimoniales de la madre y la menor. Además, es necesario peritar las grabaciones para comprobar si se trata de la voz de “El Chingui”.
El sábado por la tarde se realizó otra pericia clave en el caso: la cámara Gesell a la menor, una prueba elemental en un expediente de abuso de menores, donde la víctima no reveló ningún elemento de importancia, nada que indique un posible abuso.
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