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La Mañana

Cómo cultivar las mejores verduras en caños plásticos

En la meseta, una pareja es la avanzada entre las huertas que sólo usan agua.

Ana Laura Calducci
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Neuquén.- Afuera, el viento ruge árido y arrastra el polvo arcilloso. Adentro, el sonido sutil del agua circulando, el piso húmedo de musgo y el intenso verde de las plantas parecen una postal de ensueño. Pero es real. Una pareja de neuquinos cultiva verduras exuberantes en plena meseta con hidroponía, un sistema sin abono ni tierra que ellos adaptaron con ingenio al hostil clima patagónico.
Ignacio había estudiado ingeniería y le gustaba la agricultura. Unió dos pasiones y descubrió el método hidropónico, que permite cultivar sin tierra, sólo con agua y sales nutrientes. Era el año 2003 y se sabía poco de esta forma de producción en Argentina, así que inventó su propio sistema.
Empezaron en un terreno alquilado de Plottier. Cuando estaban encaminados, tuvieron que devolver el lote. Tras varios años preparándose para un nuevo comienzo, en 2014, con un crédito provincial, arrancaron con tres invernaderos en un predio reseco frente al Mercado Concentrador.

La gran tormenta de ese año les pegó fuerte. También el viento constante, que destrozó las instalaciones. Pero Ignacio y Natalia rediseñaron los invernaderos para soportar ráfagas de 100 kilómetros por hora. Aunque la esencia de la hidroponía es agua en circulación, usan un 10% del líquido que utiliza una chacra tradicional. Y al no tener bacterias del abono, producen verduras orgánicas sin contaminación.

5 mil: metros cuadrados de cultivos de Hidroponía del Neuquén. Aspiran a aumentar la superficie.

"La primera experiencia de Plottier fue cara", recuerda Ignacio, aunque sirvió para inventar un método "a la neuquina", que acaban de vender a otro agricultor de Bahía Blanca.
Ignacio explicó que tienen tres ejes de trabajo: desarrollar tecnología local, aprovechar los insumos que hay en Neuquén, para ayudar a otros emprendedores, y demostrar que se puede cosechar de todo en el desierto patagónico.

"En invierno, tenemos tres variedades de lechuga, rúcula y menta; en primavera, empiezan los tomates y morrones; plantamos y cosechamos tres veces por semana", detalló.
Hoy, las verduras se venden como premium en supermercados y verdulerías de la ciudad, aunque Natalia e Ignacio piensan en más. Están gestionando un crédito para triplicar las instalaciones, abaratar costos y llegar hasta Bariloche.

Salen sandías y ajíes picantes


Aunque se dedican a lo que les demanda el mercado, Ignacio y Natalia han cultivado en pequeña escala una extensa variedad de frutas y hortalizas con su método hidropónico. Probaron con éxito la producción de zapallito, pepino, brócoli, ají peruano, remolacha, cilantro, albahaca y también frutilla, melón y sandía.

También incursionaron en la preparación de ensaladas y sopas para góndola, que vendieron en los supermercados.

El gas es un límite

El emprendimiento Hidroponía del Neuquén superó dos inviernos en producción sin calefacción. Para el 2016, tenían casi terminada la red de gas pero decidieron no usarla, por el fuerte incremento de las tarifas. "Para nosotros, hoy es inviable calefaccionar los invernaderos", dicen, con el tarifazo en ciernes.

Flores y una alfombra verdosa que nacen por la humedad

NEUQUÉN
La humedad de los invernaderos creó una alfombra barrosa, rica en nutrientes, sobre el suelo del emprendimiento. Allí, en los últimos meses, empezaron a crecer flores y musgo, incluso de variedades raras para la zona.
Natalia contó que, buscando por internet, descubrió que tenía bajo sus cultivos una cantidad importante de marchantia polimorfa, una especie de musgo muy apreciada para alfombras naturales. "Es increíble, cambió tanto el clima acá con la humedad que nos mejoró el suelo, así que lo voy a empezar a comercializar", contó.
Ahora quiere incursionar en la jardinería vertical y adaptar la hidroponia a las plantas ornamentales en altura. No será difícil, porque ya tiene varias flores que decoran el suelo y llegaron sin pedir permiso. Incluso, recibió pedidos para visitar el invernadero por Facebook, para verlas, pero para no afectar la producción las dejó de lado.

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