El curioso caso de Nicaragua: convocaron a una marcha contra el coronavirus
El presidente Ortega impuso una estrategia muy diferente al del resto de los países y organizó una masiva movilización.
A diferencia de lo que ocurre en el resto de los países del mundo, e incluso en las naciones vecinas de Centro América, en Nicaragua propusieron una alternativa muy distinta para combatir los avances del coronavirus, que ya sumó mas de 180 mil casos en 159 países. En lugar de promover el aislamiento social o la cuarentena, el presidente Daniel Ortega convocó el pasado sábado a una marcha para batallar "con amor" la propagación de la enfermedad.
El sábado, miles de habitantes nicaragüenses fueron forzados a salir de sus hogares para participar de una masiva marcha por la Avenida Bolívar de Managua, la capital de ese país centroamericano. Muchos otros acudieron a la manifestación por voluntad propia y afirmaron que la enfermedad aún no llegó a ese país "gracias al comandante Daniel".
La crisis política y social que empezó en Nicaragua el 18 de abril de 2018 y trajo como consecuencia el fortalecimiento de una mística oficialista que se maneja desde las altas esferas políticas y que coloca en un plano casi divino las palabras de Ortega y de Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa del líder sandinista.
A pesar de que las principales potencias del mundo optaron por el aislamiento y la Organización Mundial de la Salud declaró al coronavirus como una pandemia, el presidente Ortega mantiene las fronteras abiertas y difunde muy poca información oficial acerca de los avances de la afección. Mientras tanto, los habitantes que se informan a través de otros canales salieron en formas masiva a adquirir alcohol en gel, barbijos y guantes de latex, que ya son difíciles de conseguir.
Si bien la nación centroamericana aún no contabilizó ningún caso de personas contagiadas, los epidemiólogos de ese país señalaron a medios locales que Nicaragua no está exenta de ser un nuevo escenario de propagación de la enfermedad. “No somos inmunes al virus, es una pandemia que ha llegado a muchos países y se está acercando y tercero, es muy difícil controlar la enfermedad. Me preocupa un poco que no estamos aprovechando la oportunidad para educar al nicaragüense en la importancia de la higiene básica y el lavado de manos. Se necesita una campaña de al menos dos meses en los medios de comunicación”, dijo el epidemiólogo nicaragüense al diario La Prensa.



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