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La Mañana Columna de Opinión

El daño que no evita el barbijo

La ONU advirtió sobre el efecto devastador de los residuos de los barbijos descartables.

El tapabocas (cuya eficiencia ha permanecido en debate desde que se decretó la obligación de su uso) ha comenzado a dejar su huella en lo que va de pandemia.

Según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) conocido esta semana, las máscaras de plástico desechables están teniendo “un efecto devastador en el planeta”.

Precisamente, advirtió el organismo, la lucha contra la contaminación por plásticos está siendo golpeada por la pandemia de COVID-19, ya que el uso de máscaras desechables, guantes y otros equipos de protección se dispara.

La promoción y obligatoriedad del uso de máscaras como una forma de frenar la propagación del coronavirus ha llevado a un aumento extraordinario en la producción de barbijos descartables.

La UNCTAD estima que las ventas globales totalizarán unos u$s 166 mil millones este año, en comparación con alrededor de u$s 800 millones de 2019.

Los expertos estiman que alrededor del 75 por ciento de las máscaras usadas, así como otros desechos relacionados con la pandemia, terminarán en basurales o flotando en los mares. Además del daño ambiental, el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) estima el costo financiero, en áreas como el turismo y la pesca, en alrededor de u$s 40 mil millones.

Son cifras y recursos de remediación que no figuraban en ningún presupuesto antes de la aparición del COVID-19. Sin embargo, la ONU cree que si los gobiernos toman nota a tiempo de la adecuada gestión de este tipo de residuos, el impacto podrá ser contrarrestado, para el bien de todos.

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