El efecto contagio de Vaca Muerta
Los Molles en Neuquén, Los Monos en Salta, Aguada Bandera y el pozo D-129 son las formaciones no convencionales que se abren como una opción viable, aunque no tienen tantos avances.
YPF explorará todas las cuencas con potencial, pero el eje de su plan productivo pasa por Vaca Muerta.
Neuquén > El impacto que causó Vaca Muerta, uno de los tres yacimientos de petróleo y gas no convencionales más grandes del mundo, produjo un efecto contagio en otras cuencas del país.
La formación estrella neuquina es la más conocida y con mejores cualidades geológicas, la que cuenta con más perforaciones, más recursos y producción. Hoy genera unos 5.500 barriles diarios de crudo con 85 pozos, lo cual equivale al 5 por ciento de lo que se extrae en la provincia.
Las principales petroleras que operan en el país iniciaron pilotos, y gigantes mundiales como Shell, Exxon y EOG Resources desembarcaron en la provincia en los últimos tiempos atraídos sus bondades.
YPF, que perforó unos 45 pozos en Vaca Muerta, es la que tiene los mayores avances, y el pilar del plan quinquenal de Miguel Galuccio se basa en su puesta en producción. De hecho, ya logró dos importantes acuerdos para desarrollar clusters a partir de este año con Chevron y Bridas.
La segunda formación shale que está en los planes de la empresa reestatizada está en la Cuenca del Golfo San Jorge, que comparten las provincias de Santa Cruz y Chubut. Allí perforará pozos exploratorios en la formación Aguada Bandera, con un potencial confirmado de 50 billones de pies cúbicos de gas natural (ubicada hacia el lado de la montaña y la Cordillera), y el pozo D-129, con 45 billones de pies cúbicos (situado al este, hacia el mar).
En Aguada Bandera se encuentra la “roca madre” generadora de hidrocarburos. Se encuentra a profundidades que oscilan entre 3487 metros y 3706 metros. Mientras que la cuenca chubutense de Cañadón Asfalto también tiene potencial no convencional.
En tercer lugar, detrás de Vaca Muerta y los dos depósitos de la Cuenca Golfo de San Jorge, también se destaca la formación neuquina Los Molles, otra faja con un importante potencial de shale, cuyos recursos fueron calculados en 167 billones de pies cúbicos de gas.
Al Norte
Una cuarta zona que despierta grandes esperanzas está ubicada en la provincia de Salta. Se trata de la formación Los Monos, que proviene de Santa Cruz, en Bolivia, en la Cuenca Tarija.
Según un informe de Schlumberger, su origen se remonta al período Devónico, unos 400 millones de años atrás, y “contiene varios depósitos de lutitas marinas. El más prometedor es San Alfredo, que corresponde a una capa espesa y monótona de lutitas negras que suprayacen un nivel arenoso. Si bien puede alcanzar un espesor de 3.658 metros, se considera que sólo 600 metros exhiben riqueza orgánica”.
Los ingenieros de esa empresa de servicios petroleros estimaron que tiene un valor conservador de 59 trillones de metros cúbicos de gas, con 14,8 trillones de metros cúbicos recuperables técnicamente.
La gestión Galuccio en YPF también está interesada en explorar cuencas con menos historia petrolera. Para ello, lanzó el Plan Exploratorio Argentina, que consistió en revisar de manera integral todas las cuencas sedimentarias y el estudio del potencial de recursos de petróleo y gas del país, lo que permitió trazar un mapa de oportunidades para la búsqueda de hidrocarburos en distintas provincias.
Entre ellas se encuentran las cuencas Chacoparanaense (que abarca las provincias de Misiones, Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes, Córdoba y Formosa), Los Tordillos (una subcuenca triásica localizada en Mendoza), Claromecó (en Buenos Aires), Cañadón Asfalto-Somuncurá (que se extiende por Chubut y Río Negro) y el Golfo San Jorge (que comparten Chubut y Santa Cruz).
En la Chacoparanaense, la idea es comprobar la existencia de un sistema petrolero paleozoico para recursos no convencionales y, eventualmente, convencionales.
En Los Tordillos, YPF está a punto de perforar dos pozos exploratorios destinados a evaluar la eficiencia del sistema petrolero Potrerillos, mientras que en Claromecó la meta es detectar un sistema petrolero precámbrico-paleozoico.
En la cuenca neuquina hay más opciones que Vaca Muerta. Otras formaciones también tienen recursos potenciales: Los Molles (shale gas), Agrio (shale oil), Lajas (tight gas), Mulichinco (tight oil/gas).
En la cuenca austral, que comparten Santa Cruz y Tierra del Fuego, también es otra opción a tener en cuenta.
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