Los cambios en las rutinas familiares se trasladan a las construcciones.
Por Georgina Gonzáles - gonzalesg@lmneuquen.com.ar
Aunque cada casa tiene sus particularidades, hoy en general las viviendas se disfrutan menos horas por día que años atrás, cuando las rutinas eran otras. Y esos cambios en las costumbres generaron también modificaciones en las construcciones.
De lado quedaron aquellas edificaciones donde había una cocina, un comedor y una sala de estar, y aparecieron los espacios integrales que unifican todos los usos.
Los baños también sufrieron cambios. Se achicaron, algunos perdieron las bañeras y además es mucho más común que una casa cuente con dos baños, porque acaso la familia sale a sus quehaceres a la misma hora y requieren de esa comodidad.
LM Neuquén conversó con profesionales del Colegio de Arquitectos de Neuquén (CAN), quienes coincidieron en que principalmente hay una “reducción de espacios –con una adaptabilidad de los mismos- y una intromisión de la tecnología en la vida diaria”.
“Hay un cambio en cuanto a la superficie espacial. Una demanda de cumplir con el hábitat humano, pero ante la complejidad de conseguir terrenos amplios y poder construir por sus altos costos, se empieza a generar una mayor eficiencia en la utilización de la superficie”, describió Diego López de Murillas, presidente del Colegio de Arquitectos.
Antiguamente, recordó el arquitecto, casi que se dividía un ambiente según su uso, y hoy un espacio puede alojar varias funciones que realiza una familia en diferentes momentos del día.
Incluso ya no se acostumbra a dividir los ambientes con muros, sino que se utilizan mobiliarios que permiten cambiarse en otro momento de esa familia, y pasar de tener tres dormitorios a tener un espacio más amplio.
El garage y el quincho también tienen un capítulo especial en los cambios arquitectónicos que se visualizan en la actualidad en la mayoría de las viviendas. Según indicó López de Murillas, hoy ya no se construyen espacios separados, sino que uno solo puede cumplir las dos funciones.
El otro punto del cambio que marcó el presidente del CAN es la tecnología utilizada por los integrantes de una familia en la casa. “Hoy tenés placares y muebles de cocina que son mucho más eficientes en la utilización del espacio. Esa tecnología de mobiliarios ayudó mucho a solucionar aspectos en una vivienda”, aseguró.
Ante la complejidad de conseguir terrenos amplios, se genera una mayor eficiencia en el uso de la superficie”, dijo Diego de Murillas, Presidente del CAN
Cambios culturales
Explicó que la tecnología “está presente en un montón de otros casos. Por ejemplo, en la utilización eficiente de la energía para poder hacer habitable la vivienda. Siempre la casa tiende a llegar a una habitabilidad y confort. Justamente, lo que cambia en el tiempo es el estándar de confort. Hoy no concebirías una vivienda sin calefacción, y sin embargo por mucho tiempo las hubo”.
Consideró que hay que entender los espacios más integrales con funciones más dinámicas, e insistió en que tienen que ver con los cambios culturales. “Hoy cocina cualquiera de la familia, antes había otra división de los trabajos y del tiempo, y casi siempre una mujer o la abuela se hacía cargo de la cocina y era como su bastión”, describió. “Hoy en día eso cambió, no es más la cocina como un ámbito cerrado, sino que es mucho más rápido con los mejores artefactos”, agregó.
En los baños pasan cosas similares, se imponen las duchas, aparecen los antebaños y si en los toilettes se puede incluir una ducha, mejor. “Me parece que esto es bueno. Las instalaciones actuales son mucho mejores que las anteriores. Y creo que eso le da una mejor calidad al hábitat humano”, aseguró el arquitecto.
Construcciones con líneas simples
El estilo arquitectónico más usado para la construcción de viviendas hoy en la ciudad es el minimalista. Se trata de construcciones con líneas simples y volúmenes puros. Plantas bajas extendidas y espacios más unificados por una cuestión funcional.
Así lo describió la arquitecta Celeste Gambaudo quien destacó además que “la gente vive toda más junta en un espacio, la cocina se integra, por la practicidad del día a día. Todos trabajan, todo el mundo sale, la casa se disfruta menos que antes, quizás los fines de semana”.
“Entonces se hacen espacios más grandes y los dormitorios empiezan a ser espacios solo para dormir. Pasan a ser espacios secundarios”, describió.
En cuanto a los materiales utilizados explicó que aparecen nuevas tecnología más prácticas y rápidas a la hora de construir.
“Aparecen las construcciones en seco, donde podés trabajar con dobles muros, con aislaciones intermedias. Y eso implica un tipo de diseño. Son soluciones mucho más rápidas y son duraderas”, aseguró la arquitecta.
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