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La Mañana

EPAS, ¿acuerdo imposible?

El municipio capitalino fija condiciones muy estrictas al EPAS para acordar un contrato de concesión este año.

El intendente Horacio Quiroga le pasó la pelota al gobernador Omar Gutiérrez con el polémico contrato de concesión al EPAS para la prestación de los servicios de agua potable y cloacas en la ciudad.

El jefe comunal quiere dejar resuelto el tema este año, sin embargo, fijó condiciones muy estrictas que la empresa deberá cumplir antes de que se sienten las bases del acuerdo.

Entre las más significativas se encuentra la cuestión tarifaria. No se puede esperar otra cosa que un aumento, al menos en el servicio de agua potable, si es que, como ya lo fijó una ordenanza hasta ahora no cumplida, se obliga a la empresa a colocar medidores domiciliarios.

La lógica de Quiroga es que un servicio de calidad no es barato, o al menos más oneroso de lo que es en la actualidad con unas tarifas en el algunos casos a valores simbólicos.

Pero además quiere obligar al gobierno a crear una unidad de servicios exclusiva para Neuquén, separando las prestaciones que el EPAS hace en el resto de la provincia. Y tal como lo hizo ya con CALF pretende saber cuánto se gasta en salarios y hasta incidir directamente en las decisiones que adopta el directorio de la empresa.

En ese directorio, por otra parte, hay miembros con los que Quiroga no quiere tener trato: los representantes del sindicato ATE.

Ayer el intendente acusó al gremio de “extorsionar” al Ejecutivo provincial con los convenios colectivos cuyas negociaciones permanecen estancadas en un área sensible como Salud.

Las condiciones que Quiroga fija a Gutiérrez no parecen, a simple vista, nada sencillas y nada asegura que, como quiere el intendente, el tema quede arreglado este año.

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