Tras la batahola, tres mujeres resultaron muy golpeadas. Hay dos familias en discordia por la disputa de un terreno y una casa en Oro. Pero el Municipio expresó públicamente que no les pertenece. Hay una consigna policial y una restricción de acercamiento.
Golpes. Denuncias cruzadas. Amenazas. Dos familias enemistadas y un loteo social que, en realidad, no les pertenece. El conflicto lleva más de 10 años. Ninguno quiere ceder, y estuvieron dispuestos a convivir en un terreno, enfrentados. La familia adjudicataria del loteo social niega haber realizado una venta. La otra parte dice que compró el terreno y construyó dos módulos habitacionales. Pero el Municipio manifestó públicamente, tras la batahola, que ese lote no le pertenece a ninguno de sus ocupantes.
En diálogo con LMCipolletti, el intendente de Fernández Oro, Mariano Lavin, sostuvo que el Municipio tiene "absolutamente demostrado" que la familia Morales/Bascur, la adjudicataria del lote, se lo vendió a la familia Rioseco. "Tenemos audios, el boleto de compra venta y otra prueba documental que ya aportamos a la Justicia", comentó.
Por lo tanto, el loteo que se disputan ya está judicializado y están a la espera de una resolución de la Justicia.
"Cuando se tuvo toda la documentación, se hizo la desadjudicación del lote que hoy está en posesión de estas familias, pero legalmente le pertenece al Municipio, con lo cual ni Morales/Bascur ni Rioseco son dueños", aseveró Lavin.
En el Ejecutivo local sospechan que estas familias, hoy enfrentadas a muerte, se pusieron de acuerdo en algún momento para engañar al Municipio cuando quiso hacer una constatación en el terreno, y luego lo rompieron. "La realidad es que ese lote se vendió y eso no se podía hacer, ni alquilar ni subarrendar. Tampoco es legal lo que se haya construido en el lugar", agregó el intendente de Oro.
Por ahora, desde el Ejecutivo local contestan todos los oficios judiciales y esperan algún dictamen de la Justicia. Entonces, se podrá pensar en otra utilidad pública. Está la idea de recuperar ese terreno para resguardo de las víctimas de violencia de género, entre otros destinos posibles.
Mientras tanto, la fiscalía cipoleña dispuso una consigna policial para evitar nuevos enfrentamientos. También rige una prohibición de acercamiento sobre la familia Rioseco que decidió abandonar el lugar luego de la batalla campal que protagonizaron junto a Morales/Bascur, la otra parte en discordia.
"La tensión no pasó. Esta mañana fueron por unos enseres personales y se increparon nuevamente", indicaron fuentes policiales. Hay varias denuncias cruzadas en sede policial, y todas ellas tienen como origen el loteo en disputa.
De acuerdo a fuentes policiales, el conflicto pasó a mayores el domingo por la noche cuando la adjudicataria original del terreno (Liliana Bascur), amedrentó a las hijas de Rioseco con un cuchillo, quienes residen en el lugar, en otro módulo habitacional. Las jóvenes tampoco se quedaron atrás y con un vidrio la atacaron.
Luego, otros hombres reaccionaron en defensa de Bascur y las golpearon salvajemente. Rioseco, enterado de lo que habían hecho con sus hijas, fue hasta el lugar y se sumó a la batahola. Se terminó yendo con ellas para evitar un desenlace trágico. La propiedad quedó en posesión ilegal de los Morales/Bascur. Está ubicado en la calle 2 de abril frente a un galón que parece abandonado.
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