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La aspirina no es una buena opción

El metabolismo de los perros y los gatos no está preparado para eliminar esas sustancias a tiempo.

La aspirina o el ibuprofeno siempre aparecen como una opción cuando alguien sufre algún dolor, incluso en perros y gatos. Pero esta solución es peligrosa para tu mascota: medicarla por tu cuenta es algo que se debe evitar por todos los medios ya que no solo es tóxico, sino que en ciertos casos hasta puede resultar mortal para tu compañero más peludo.

Las intoxicaciones por medicamentos antiinflamatorios humanos es una de las diez causas de envenamiento de perros y gatos más frecuente. Entre los tóxicos más habituales de los botiquines humanos para las mascotas están el ibuprofeno, la aspirina o el naproxeno y el peligro se produce tanto en tomas prolongadas como en una única ingesta, que puede ser mortal.

Canes y felinos no tienen el mismo metabolismo que nosotros, tampoco son capaces de gestionar las sustancias del mismo modo: lo que para los humanos puede ser inocuo (o casi), para estos animales puede ser muy peligroso. La toxicidad del ibuprofeno y la aspirina, si no se trata a tiempo, puede causar problemas gastrointestinales serios en la mascota o dañar de forma severa sus riñones.

Estos antiinflamatorios y medicamentos contra el dolor funcionan como un inhibidor de la enzima ciclooxigenasa, la cual se ocupa de otras funciones esenciales en el cuerpo, como mantener un flujo adecuado de sangre en los riñones, y también participa en la producción de la capa mucosa que protege el interior del aparato digestivo. Como perros y gatos no son capaces de eliminar las sustancias de los antiinflamatorios humanos al mismo ritmo, ni con la misma eficacia, estos compuestos quedan en su organismo y las consecuencias son vómitos, diarrea, problemas intestinales, pérdida de apetito, hemorragias y daños severos en el hígado y los riñones.

Efecto negativo: La automedicación puede producir hemorragias, daños en el hígado y en el riñón.

Si hay dolor, al veterinario. Por Sergio gómez (veterinario)

En caso de notar que nuestra mascota sufre algún dolor o cualquier otro síntoma, no es buena al automedicación ya que puede provocar reacciones negativas en el organismo del animal, enmascarar síntomas y complicar diagnósticos. Por eso, debés siempre recurrir a tu veterinario de confianza para que un especialista analice su situación y recete la medicación certera.

Tras las conversaciones con el médico de tu mascota y sus recomendaciones, en especial para tu amigo cuadrúpedo, podés armar un botiquín de primeros auxilios de uso exclusivo para el perro o el gato.

Para trasladar nuestra mascota hacia el veterinario, en el caso del gato, se recomienda que sea en una jaula totalmente cerrada y preferentemente oscura. De esta forma se siente seguro y protegido. En el caso del perro, siempre debe ir con correa y bozal.

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