El clima en Neuquén

icon
Temp
61% Hum
La Mañana Música

La cantora del norte neuquino que lleva la cueca en las venas

Silvia Canales. Reproduce con su arte el folclore y las costumbres de su terruño.

Las fiestas familiares marcaron a fuego una tradición que Silvia Canales no quiere que se pierda. Como docente, procura transmitir el amor por la cultura local a las nuevas generaciones de neuquinos.

El sentido de pertenencia y el amor por la tierra se heredan, se traen en la sangre y se valoran por siempre. Se aprecia con el corazón y el alma cada rincón del suelo nativo y se siente en el cuerpo la simpleza y sencillez de sus habitantes. El norte neuquino es una de las tierras mágicas de la naturaleza. Bendecida con culturas ancestrales, paisajes de paraíso y un patrimonio humano que ha dejado y deja huellas indelebles en la historia de esos lugares. Algo así viene escribiendo con su vida la docente y cantautora Silvia Canales.

Por sus venas corren las historias de incontables sacrificios de sus abuelos crianceros, de sus incansables padres trabajadores y de sus hijas Ailín y Malén, que hoy son su motor de impulso y sus herederas. Por su voz han pasado y pasan las palabras que instruyen y forman alumnos, y que además entonan esas melodías y canciones que encierran la mística de estas tierras. Por sus manos, las tizas y las cuerdas de la guitarra repartieron conocimientos y la música de la cueca neuquina.

Canales es nacida y criada en El Cholar, al igual que sus padres, Elba Gatica y Roberto Canales. Sus abuelos maternos y paternos también supieron escribir historias de sacrificio y coraje campo adentro.

“El Cholar es el lugar donde nací, donde pude realizar y llevar a cabo mi profesión de maestra, donde tengo mi familia, mis seres queridos, mis compañeros de escuela primaria, y es el lugar que sigo eligiendo aún para vivir y desde donde acuno el arte ancestral del canto vivencial”, dice Canales.

"Igual que el resto de la gente del norte neuquino, tiene la calidez y la sencillez de toda su gente, el hecho de recibir a quienes nos visitan con la cordialidad, la amabilidad de siempre y de estar cuando nos necesitamos, somos un pueblo muy unido”, agrega.

p12-f02-nqn(SCE_ID=454201).jpg

Sus primeros contactos con la música fueron en la casa de su abuela materna Marta Sambueza. “En su casa se hacían las fiestas populares de San Juan y las fiestas familiares y las tradicionales de Navidad y Año Nuevo donde mis familiares sabían tocar la guitarra y el acordeón y desde pequeña que pude escuchar todo el sentir y la pasión por las cuecas, por las tonadas y todos los ritmos que se viven acá en el norte neuquino como los valsecitos y rancheritas”, contó Silvia. Muchas veces se aprendió las letras de las canciones y acompañaba a cantar a sus tíos.

Busco dar a conocer la historia de nuestra música y que es parte de un folclore desconocido”.

Canales cuenta también que tuvo una buena niñez rodeada del afecto familiar y de la vecindad. Sus primeros escenarios para mostrar su talento innato fueron en la escuela desde que comenzó su primer grado en los actos escolares era frecuente verla actuando, cantando y bailando folclore. Otros de los pasajes de su infancia y que forma parte de su preciado álbum de los recuerdos era en la veranada de su abuela paterna Galia Tejo en el Cajón de Gómez (cerca del Paso Pichachén). “Era maravilloso verla haciendo los quesos caseros y la manteca casera más rica que recuerdo haber probado”. En esos primeros años de infancia y adolescencia estuvo muy ligada a las actividades de campo y la trashumancia también formó parte de su vida hasta que terminó la primaria. Aquí la vida y el destino la pusieron de cara al desarraigo.

En el pueblo no había escuela secundaria así que su vida continuó como pupila en el Colegio María Auxiliadora de Junín de los Andes. En ese lugar aprendió a tocar la guitarra a los 14 años. Al terminar de cursar, volvió a su terruño y pronto se instaló en Chos Malal estudió y abrazó para siempre la profesión de maestra, en la cual este 7 de septiembre se cumplen 29 años de servicio. Trabajó 28 de ellos en la Escuela 31 de El Cholar (3 como directora) y a partir de este año se encuentra a cargo de la Escuela 79 del Cajón de Curi Leuvú. En su rol de docente siempre apuntó al rescate de la historia y de la riqueza cultural del norte neuquino. Propicio múltiples actividades de intercambio cultural con alumnos de Chile y siempre la música fue la principal motivación.

Una ley que pone en valor al arte

"Las cantoras Ester Castillo, Ramona Vázquez, Carmelina Martínez y tantas otras vienen transmitiendo ese sentir, ese modo de sentir y poner en melodías todo lo que la mujer del norte siente y vivencia. Las que seguimos, tratamos en lo posible de continuar transmitiendo ese sentir de la mujer campesina”, cuenta Silvia Canales. Además, valora mucho la ley de las Cantoras de la provincia. “Al declararlo patrimonio intangible, fue un gran logro y un gran reconocimiento a tantas mujeres cantoras”, señala la docente y artista.

Te puede interesar...

Lo más leído

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario