Indonesia. Al menos 1200 prisioneros huyeron de tres cárceles de la isla de Sulawesi, que fue devastada por el tsunami que golpeó el viernes a Indonesia. Así lo confirmaron funcionarios del ministerio de Justicia, quienes puntualizaron que dos de las prisiones se hallan en Palu y la otra en Donggala. “Poco después del terremoto, las instalaciones se inundaron causando el pánico entre los detenidos, que lograron llegar a la calle y escaparon”, dijo Sri Puguh Utami, funcionario del ministerio de Justicia.
Parte del motivo del escape obedeció al enojo de los presidiarios con la orden de los jefes penitenciarios, que los obligaron a permanecer en las celdas pese al desastre natural que azotaba al país y que involucraba a muchos familiares de los reclusos que, desesperados, se amotinaron y provocaron incendios con el fin de generar el caos suficiente que les permitiera escapar.
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