Las veterinarias Florencia Cubitto y Sol Quiroga se embarcaron en un proyecto innovador y único en la zona: brindar servicios de medicina reproductiva en equinos de forma ambulatoria.
Florencia Cubitto y Sol Quiroga llevan adelante ReproSur, un servicio de medicina reproductiva en equinos de forma ambulatoria, un proyecto innovador y único en la zona que lleva a lograr genéricas "impresionantes".
En diálogo con LM Neuquén, Quiroga, cofundadora de ReproSur (emprendimiento de medicina reproductiva en equinos), se mostró muy entusiasmada y dijo: “Hemos encontrado muy (enfatiza, muy) buena genética de todas las razas. Tenemos hijos de campeones mundiales, hermanos del último campeón olímpico en salto, muy buena sangre. Estoy sorprendida de la genética que tenemos en la zona, es impresionante”.
- ¿Cómo empezaste con la reproducción equina?
El último año de la facultad en la Universidad de Tandil cada alumno elige su orientación y yo fui a Producción equina y la facultad está más orientada a la reproducción. Me tocó hacer la residencia en General Las Heras (Buenos Aires), en un haras muy conocido de caballos de salto, de equitación, un haras con una manada de yeguas muy grande -en ese momento tenían 120 madres. Ahí nació mis ganas de hacer reproducción equina.
Cuando vine a Neuquén llegué con ganas de hacer algo en reproducción equina y me encontré con que nadie hacía nada de eso. Al principio no conocía nadie y de a poco se fueron abriendo puertas.
- ¿Cómo nació ReproSur?
En 2018 me contactó Florencia Cubito -quien ahora es mi socia- porque algunos clientes le estaban preguntando por inseminación. Ahí empezamos a charlar entre nosotras y hablamos con un productor que tenía muy buena sangre en caballos. La temporada 2018/2019 se fue y quedó en la nada.
Seguimos trabajando de modo separado y después empezaron otra vez a surgir consultas; en plena cuarentena de 2020 nos terminamos de decidir en arrancar con reproducción equina en la zona porque realmente no había nadie que lo hiciera. Hay pocos veterinarios que hacen equinos y no hay nadie que se dedique específicamente a la reproducción como sí se hace en otras provincias.
El año pasado nos pusimos las pilas y dijimos: “Vamos a arrancar”. Averiguamos cursos, invertimos en insumos y arrancamos la temporada en agosto.
- Arrancaron hace poco, ¿cuál es la expectativa?
A la gente le cuesta hacer reproducción equina, le cuesta entender el mecanismo de cómo funciona y entender que tenés que estar mucho sobre la yegua, no están muy acostumbrados. Estamos haciendo un trabajo de hormiga.
También es cierto que la gente se asusta un poco con los precios, piensan que quizá se maneja de otra manera. Pero la verdad es que con los clientes hemos trabajado han quedado super contentos.
Es un trabajo de hormiga, sabíamos que nos iba a costar porque hay que cambiar la manera de pensar de los dueños. Muchos se quedan asombrados y nos dicen “¿ya está?” o “¿así era?”. Y si… Con poco se puede hacer un montón, por suerte hay gente que tiene ganas y se está moviendo. Eso nos ayuda en la educación porque la gente empieza a preguntar, a leer.
Tenemos proyectos para la temporada que viene, estamos viendo si podemos concretar un centro móvil de transferencia embrionaria y congelación de semen, todo para equinos.
- Todo eso en agosto, ¿no?
Si, el ciclo de la yegua se da en los meses de primavera/verano. La yegua necesita días largos y con muchas horas de luz y calor. Hay clientes que arrancan en agosto y otros, en noviembre. Depende de lo que quiera el cliente pero en agosto ya estamos en condiciones de comenzar.
- ¿Qué implica tener ese centro móvil?
Nuestro proyecto es hacer un centro centro móvil de transferencia de embriones y congelación de semen en padrillos. Acá no hay ningún centro habilitado en la zona. Como nosotras hacemos la reproducción equina ambulatoria, la idea es hacer embriones.
La ventaja es que las yeguas que están en entrenamiento, en competencia o viajando se las puede preñar y sacar esos embriones, que son colocados en otra yegua receptora. La ventaja es que la yegua puede seguir compitiendo sin ningún problema durante los 11 meses de gestación. Es un gran beneficio.
En cuanto a la congelación del semen, también es importante porque muchas veces los padrillos cuando empiezan a servir, se ponen más nerviosos o cambian el carácter. Entonces, se puede hacer la extracción en invierno o en un momento en el que el caballo esté en descanso, no en entrenamiento ni competencia. Lo congelas, dura años y ya no molestas al padrillo en momentos de trainning.
Tener el centro móvil hace que no tengas que llevar tu yegua o tu caballo a Buenos Aires, que es lo que se está haciendo hoy en día. Actualmente el productor que quiere un embrión de su yegua o quiera congelar semen de su padrillo, debe ir a Buenos Aires con todo lo que eso implica.
- Estuvieron de gira por la Cordillera, ¿qué nos podés contar de la experiencia?
Nos fue muy bien, estuvimos charlando con productores y nos sorprendieron algunos proyectos muy novedosos. No pensamos que había tanto, el polo tiene una movida importante. Sabíamos de los criadores de cuarto de milla y también estamos viendo que hay varios productores de caballos criollos.
Nos encontramos con proyectos muy ambiciosos y daría una movida bastante interesante a la zona, han traído muy buena sangre. Lo que hemos visto es muy bueno.
- ¿Hay buena genética de la zona?
Si, la verdad que si. Hemos encontrado muy (enfatiza, muy) buena genética de todas las razas, de criollo, cuarto de milla, pura sangre, de salto. Tenemos hijos de campeones mundiales, hermanos del último campeón olímpico en salto, muy buena sangre. Estoy sorprendida de la genética que tenemos en la zona, es impresionante.
- ¿Cómo se trabajó hasta ahora sin profesionales en la zona?
Tenemos veterinarios que vienen de otros lugares a hacer la reproducción porque nadie lo hacía y han estado trabajando así. Con el tema de la reproducción se complica no tener al veterinario cerca porque con una inseminación empezamos a revisar a la yegua cada 24 horas, después cada 12, después pasamos de a poco a 8, 6,4 y 2 horas… Estamos todo el tiempo arriba de la yegua, vivimos de acá para allá con ella.
Es diferente a las vacas. Con la yegua se hace la sincronización hormonal y al momento de la inseminación es un poco más específica.
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