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La Mañana enfermedad

Por una enfermedad poco conocida, sufrió la amputación de una pierna y una mano

Gill Haddington debió someterse a ese procedimiento tras padecer heridas leves, causadas por el golpe de un frasco de perfume y el rasguño de un perro.

Una enfermedad poco conocida, pero extremadamente incapacitante, el Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC), cambió para siempre la vida de Gill Haddington, quien sufrió la amputación de su pierna y su mano derechas, luego de atravesar sendos accidentes menores que le provocaron heridas leves.

La mujer de 48 años, originaria de la ciudad de Morecambe, en Inglaterra, padeció el primer episodio tras el impacto del frasco de perfume en el pie, lo que desencadenó una respuesta inflamatoria anormal en el sistema nervioso.

En ese momento, en septiembre de 2015, Haddington creyó que tenía una fractura y se realizó los estudios pertinentes, pero estos demostraron que no había lesiones. Sin embargo, a pesar de múltiples tratamientos, el dolor se volvió incontrolable.

“No podía caminar, el dolor era constante y devastador. Tomamos la decisión de amputar cuando ya no había otra salida”, relató en medios británicos.

Es que, previamente, atravesó situaciones de salud difíciles. Por caso, relató que, durante los meses posteriores a ese golpe, su pie “empezó a torcerse en un ángulo de 90 grados” e incluso “llegó al punto en que se podía ver el hueso asomar”.

“Me salieron muchas ampollas y úlceras que empezaron a extenderse hasta el tobillo”, describió en declaraciones reproducidas por The Daily Mail.

Haddington, que a esa altura ya tomaba unos 30 analgésicos al día, aunque no le hacían efecto, según confesó, finalmente recibió un diagnóstico de SDRC en 2016, tras efectuarse una resonancia magnética en el Hospital General de Westmorland, en Morecambe.

Al año siguiente, el 11 de mayo, resolvió amputarse la pierna derecha por debajo de la rodilla para terminar con los dolores crónicos. La intervención se realizó con éxito en el Royal Preston Hospital, de Lancashire.

Una nueva amputación, por otra lesión menor

Lo que parecía el final del sufrimiento para Haddington, quien caminaba gracias a una prótesis y, eventualmente, se trasladaba en silla de ruedas, se transformó en el comienzo de otro capítulo doloroso en su vida en marzo de 2020.

Fue cuando su perra, una mezcla de springer spaniel, pug y beagle llamada Bella, que entonces tenía siete años, la arañó en su mano causándole una herida de apenas dos centímetros. "Se emocionó mucho al verme, bendita sea", justificó la mujer la reacción de su mascota.

Sin embargo, por esa lesión se activó nuevamente el proceso del SDRC, esta vez en otra extremidad. "Supe, en cuanto empezaron las ampollas, que me iba a pasar lo mismo que a mi pierna", admitió.

La inflamación y el dolor se extendieron con celeridad y la volvieron a poner en una situación crítica. Atravesó ocho duros meses de fisioterapia, pero era incapaz de abrir su mano derecha más allá de un puño cerrado. “Era insoportable, como si tuviera la mano en llamas”, reconoció.

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Luego de las amputaciones sufridas por esta poco conocida enfermedad, Haddington encontró en una fundación y en el agua una manera de pelear ante la adversidad.

Luego de las amputaciones sufridas por esta poco conocida enfermedad, Haddington encontró en una fundación y en el agua una manera de pelear ante la adversidad.

Finalmente, cuatro años después de su primera amputación, el 11 de mayo de 2021, los médicos recurrieron al mismo procedimiento en su mano para evitar que el dolor crónico se expandiera aún más por el cuerpo.

“Inmediatamente después sentí que había recuperado mi vida", dijo Haddington, quien encontró una fundación una manera de ayudar a personas que pasan o pasaron por situaciones similares a la de ella, y en el agua, una manera de pelear ante la adversidad.

En ese marco, en busca de recaudar fondos para aquel grupo de apoyo llamado Enable Support Group CIC, donde la ayudaron “a superar el dolor y la desesperación y a llevar una vida más plena y llevadera”, se propuso completar la Gran Natación del Norte de 1 milla en el lago Windermere, el próximo 14 de junio.

Para cumplir ese objetivo, recurrió a la plataforma GoFundMe para recibir donaciones. “1 brazo, 1 pierna y causando sensación, anímame donando”, escribió.

El Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC), un trastorno poco conocido

El SDRC aún no tiene cura y su diagnóstico puede ser difícil, ya que los síntomas suelen confundirse con otras afecciones.

Según el National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos, “cubre los casos de dolor e inflamación duraderos que pueden ocurrir después de una lesión o un evento médico, como una cirugía, un traumatismo, un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco”.

“Si bien el síndrome de dolor regional complejo (SDRC) puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, por lo general afecta el brazo, la pierna, la mano o el pie de la persona. En general, el SDRC es desencadenado por traumatismos o lesiones en la extremidad afectada u otra parte del cuerpo”, precisó la entidad en su web oficial.

De acuerdo con especialistas, detectar y tratar precozmente este síndrome, que presuntamente involucra una disfunción del sistema nervioso autónomo y central, puede marcar una diferencia significativa en la evolución del paciente. Sin embargo, como en el caso de Haddington, las respuestas al tratamiento pueden variar y, en casos extremos, puede ser necesario recurrir a amputaciones

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