El líder sindical reasumió al frente de ATE. Sostuvo que tiene que haber un Estado "eficiente y ordenado" sin ajuste. Quiere conocer el equipo de Figueroa.
Carlos Qunitriqueo, secretario general de ATE Neuquén, reasumió en su cargo, luego de estar hace 13 años al frente del gremio estatal más poderosos de la provincia, y lanzó una advertencia en medio de este clima de transición de gobierno, donde se agita un escenario de vacas flacas. “El IPC no se toca, lo vamos a defender aunque sabemos que hay que tener un estado más eficiente y con un reordenamiento del personal”, sostuvo el sindicalista a LMNeuquén.
El sindicalista asumió su tercer mandato y la advertencia fue para el gobernador electo Rolando Figueroa, en caso de que se busque acomodar los indicadores, debido a la alta masa salarial que tiene la provincia, y donde el 98% de los empleados son de planta permanente.
El líder sindical, quien asumió con su secretaria adjunta la abogada María José García Crespo, sostuvo que mientras se mantengan estos índices de inflación elevados, el IPC será un reaseguro para los trabajadores estatales.
“Figueroa dijo que lo iba a mantener, pero nosotros nunca lo pensamos resignar. Esta gestión nos va a encontrar más consolidados, con 28 mil afiliados, con 12 seccionales en toda la provincia, y con el ciento por ciento de los trabajadores bajo convenio. Cuando asumismo en 2011 teníamos solamente 5100 afiliados”, indicó Quintriqueo.
IPC: los sueldos más altos del país
El IPC es la espada gremial que tiene Quintriqueo, no sólo para los afiliados, sino porque los sueldos de la provincia de Neuquén son los mejores del país, que rondan entre los $400 mil y $1,2 millones (y más), dependiendo el cargo, función y antigüedad.
El tema es que en el contexto de transición política, la palabra “austeridad”, “déficit”, achicamiento del Estado y sustentabilidad que propone la gestión de coalición de Figueroa, impacta contra los derechos adquiridos de ATE, que se trasladan también a los no afiliados.
“Sí hay alguna etapa de prioridad de hacer un reordenamiento del Estado, hoy que está desmadrado, con áreas que están a la deriva y abandonadas. Hay sectores de trabajo que están en la casa y cobrando sueldos, dejaron de alquilar oficinas, como en Trabajo, los registros civiles. Hay desidia”, señaló el sindicalista.
Quintriqueo aclaró que “reordenamiento” no significa ajuste y este panorama se los trasladará en algún momento al mismo Figueroa, con quien dijo haber tenido “alguna reunión”, pero ninguna formal dentro de un contexto de transición. “Tuve algunas charlas, pero no para ver cómo se ordena. Hay una mesa de transición, pero sería necesario cuando tenga definidos los nombres, poder saber y darles nuestro parecer”, dijo.
“Ordenar no es ajuste, porque no hay margen. Es poner en funciones las áreas que no están funcionando por desidia o desinterés o por la política. No puede ser que haya ministerios que tengan muchas jefaturas sin empleados, sólo porque tienen que mejorarle el sueldo a alguien”, disparó.
El secretario general de ATE Neuquén sostuvo que no es tal el sobredimensionamiento del estado neuquino, pero admitió que hay un problema de distribución de personal. “Hay lugares donde faltan personas, porque aparece la posibilidad de tener un puesto de trabajo mejor y los cambian de sector”, indicó.
La inflación hizo estragos y pese a los récords de producción de Vaca Muerta, el crecimiento del empleo neuquino privado, el costo de vida en Neuquén se encarece.
El presupuesto provincial proyectado para el 2024 es de $2,06 billones (la primera vez que se habla de billones en un tipo de cambio devaluado) y con la mitad de los recursos que van a parar a salarios sin las actualizaciones por IPC. En este punto del número frío se detiene la política, la transición y hasta ATE.
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