El 5 de febrero se cumplieron 50 años del decreto del gobierno de Isabel Martínez de Perón ordenando al Ejército combatir a la guerrilla del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) instalada en el monte tucumano.
Como suele suceder en estas fechas, hubo notas periodísticas con diversos enfoques. La mayoría de las mismas hicieron eje en que “este Decreto dio inicio al terrorismo de estado que tendrá su continuidad después del 24 de marzo del 76”. Pero hubo otra nota acompañada de un video y una pegatina de afiches con el rostro de Isabel Perón que reivindico “el Operativo Independencia, que dio comienzo en la provincia de Tucumán el 5 de febrero de 1975 por orden de la Sra. Presidente María Estela Martínez de Perón, contra el intento secesionista de la subversión apátrida.”
La nota en cuestión, hace una extensa enumeración de los ataques y hechos de violencia protagonizados por el ERP y Montoneros durante el gobierno iniciado en 1973, resaltando que: “Los ataques guerrilleros durante el gobierno constitucional buscaron debilitarlo y abrieron el camino para el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 “. Entre los firmantes figuran: Julio Bárbaro, Alberto Buela, Carlos Campolongo, Pablo Anzaldi, Diego Mazzieri y Marta Cascales.
El peronismo y el kirchnerismo durante los últimos 20 años se negó hacer una revisión crítica y autocrítica de los años 70. La mayoría de la dirigencia, del sector que sea - aun hoy - se niega a revisar estos años de historia. Entonces prevalecen los relatos que mayor fuerza mediática y académica han tenido que condenan duramente al tercer gobierno de Perón y el de su sucesora Isabel Martínez de Perón.
Pero, como lo definió tan acertadamente Nicolas Casullo: “La revisión de esos años necesita ahora de un debate más arduo de lo testimonial, lo denunciativo o la información de sus violencias organizadas. (..)Tiempo pasado sin embargo que aun está allí. Se lo acepte o se lo rechace: tanteado en la penumbra de lo que nos pasa.”
Entre tantos temas que no se han clarificado, y/o, han sido deliberadamente ocultados, está la posición adoptada por las diversas fuerzas políticas ante a la violencia guerrillera y luego ante la dictadura militar.
Recordemos que las medidas tomadas por el gobierno de lucha contra la guerrilla, contaron con el acompañamiento de las principales fuerzas políticas de oposición, en especial del radicalismo en la palabra de Ricardo Balbin. No son tan conocidas las posiciones de los partidos de izquierda respecto el tema.
El PST “Guerrilla, del aislamiento a la desesperación”
El Partido Socialista de los Trabajadores PST (antecesor del FIT) mantuvo siempre una actitud muy crítica hacia la guerrilla, en especial hacia sus “primos hermanos” del PRT-ERP.
En el Nº182 del 20-03-76 de la revista Avanzada Socialista, con el título “Guerrilla, del aislamiento a la desesperación”, se puede leer una dura crítica a Montoneros y el ERP:
“A las 7:45 de la mañana del lunes 15 una bomba de gran poder estalló en la playa de estacionamiento del Comando General del Ejército. Sus efectos fueron devastadores, una persona murió y más de 25 quedaron heridas. (…) “Cómo lo hemos hecho reiteradamente, repudiamos este tipo de crímenes y lamentamos las víctimas que producen. Con mayor razón cuando entre ellas hay trabajadores y conscriptos.”
“Estas acciones guerrilleras además de su absoluta inutilidad, desde el punto de vista de la revolución, que sus autores dicen querer, se han convertido en un argumento valiosísimo para imponer la legislación más represiva, para perseguir a la vanguardia obrera, y para la actividad criminal de las bandas de ultraderecha.”
“Sin embargo esto que decimos no es nuevo. Desde hace años, el PST ha denunciado el carácter de las acciones guerrilleras. Pero creemos que los hechos de este último período demuestran que las organizaciones armadas están en un proceso de degeneración política muy grave.”
“Siempre los grupos guerrilleros se consideraron, con soberbia, los elegidos a quienes las masas tienen el deber de seguir y apoyar. Pero, en la medida en qué se van aislando cada vez más, ese disparate se convierte en un enloquecido desprecio por los trabajadores y el pueblo que “no entienden” a sus presuntos salvadores.”
El Partido Comunista rompe su amistad con el PRT-ERP
En épocas de la dictadura de Lanusse (previo al 73) el Partido Comunista Argentino PCA había mantenido dialogo fraterno con Santucho y demás jefes del PRT-ERP, pero iniciado el gobierno constitucional de Cámpora en mayo del 73, la decisión del ERP de combatir de forma armada al gobierno peronista, corto el dialogo y lo fue transformando en enfrentamiento. Recordemos también que en septiembre del 73 el PCA apoyo y voto la formula Perón-Isabel Perón.
Ya a fines de 1974 en el diario oficial del PCA “Nuestra Palabra” caracterizaban al PRT-ERP como
“ultraísmo terrorista”, “sectarismo” e “impaciencia pequeño-burguesa”, que consideraban como
consecuencia directa de su trotskismo. “Su estrella polar es la absurda tesis de Trotsky sobre la ‘revolución permanente’, sin fronteras, universal y simultánea. (…) Esta falsa tesis los conduce de la mano a la conclusión tremendista del ‘todo o nada’, de ‘tanto peor, tanto mejor’ (…). (Nuestra Palabra Nº 75, 24/12/1974)
Desde este punto de vista, criticaba el “belicismo por principio” del PRT- ERP, remarcando que la opción por las armas no podía elegirse “a gusto de la organización”, sino que debía adoptarse “cuando las condiciones objetivas y subjetivas” lo exigieran. En ese sentido rechazaban el “antiparlamentarismo” y el “terrorismo” perretista acusándolos de anti-leninistas y de despreciar las
conquistas democráticas favoreciendo “objetivamente los planes del imperialismo y la reacción” (Nuestra Palabra Nº 73, 11/12/1974).
Ya después del golpe el 16-06-76 en el semanario Tribuna Popular (del PCA) dirigido por Julio Laborde, una nota titulada “Que hay detrás del terrorismo” decía:
“¿A qué sector político pertenecen los terroristas o cómo se los puede calificar? Los hay naturalmente de ultraderecha y de ultra izquierda. Por lo tanto, de nada vale ser el centro de la crítica y del enfrentamiento en uno solo de ellos porque de ese modo se oculta la verdad.”
“Está claro que el objetivo de la ultra derecha terrorista es exterminar a la ultra izquierda pero de paso y con la dinámica de su concepción política liquida a todo lo que sea izquierda o se le parezca”
“La ultra izquierda por el contrario está constituida por jóvenes en su gran mayoría estudiantes pequeños burgueses ciertos núcleos de trabajadores impacientes y desesperados que en nombre de los altos ideales revolucionarios acuden al crimen político. Secuestran y matan indistintamente a empresarios militares y agentes de seguridad al margen y en contra de toda concepción humana y científica del proceso revolucionario.”
“Los primeros la ultra derecha están sostenidos por la reacción más negra del país: terratenientes, grandes monopolios imperialismo y muy especialmente la CIA que ha hecho el crimen político su tarea esencial en todo el mundo.”
“Los segundos la ultra izquierda están inspirados por el troskismo y el anarquismo y animados por la impaciencia de los sectores pequeños burgueses que los componen. Y también suelen ser infiltrados e incentivados por elementos de la reacción con un doble objeto: impulsar su aventurerismo sus acciones más descabelladas a la vez que delatarlos y entregarlos cuando eso resulta oportuno y útil. En este caso y objetivamente al margen de su voluntad también sirven al plan general de la reacción frenando el auténtico proceso de democratización y avance revolucionario.”
“¿Cómo se los combate? En cuanto a la ultra izquierda las fuerzas armadas y el gobierno actual las combaten fundamentalmente en el terreno militar con todo su poder de fuego y organización. Ese es el capítulo más conocido y que no requiere por lo tanto mayores consideraciones.”
Lo que Tribuna Popular parece ignorar que “el combate” contra la ultra izquierda de la Junta Militar no era “el capítulo más conocido”; sino que la maquinaria del terrorismo de estado -en junio del 76 - ya llevaba varios miles de detenidos desaparecidos entre ellos algunos miembros del PC como el conocido caso del “Negrito” Avellaneda.
La revista Vamos de la FEDE de apoyo a Videla y Bussi
A 60 días del golpe (el 21-05-76) la Federación Juvenil Comunista (FJC) decidió lanzar una revista quincenal llamada “Vamos! Al tiempo joven”. Llamativo título para un momento en que miles de jóvenes eran secuestrados y asesinados por el terrorismo de estado. La dirigía José Antonio Diaz miembro del Comité Central de la FJC y Jaime Marín, quienes recuerdan que “cada número lo discutíamos con Patricio Etchegaray”.
Según cuenta en su libro “La Fede” el periodista de TASS Isidoro Gilbert, la salida legal de ¡Vamos! se negoció con el general Llamil Reston, que era contacto del Estado Mayor con dirigentes del PC y la FJC. El general Dalla Tea aseguró que: “hubo consenso en que al PC había que suspenderlo y no ilegalizarlo, para que la juventud que estuviera insatisfecha se canalizara a través de este partido de izquierda y no fuera a la acción violenta”.
También se negoció el apoyo económico a la revista, porque todos los números tenían una página de publicidad de la Secretaría de Turismo de la Nación.
Fue una revista de variedades, con un 80% de notas sobre Rock, cultura y deportes y tal vez un 20% de notas políticas. Alternaba este tipo de notas políticas, con el seguimiento a los principales grupos del rock nacional, suponemos para alivianar el cóctel de sapos.
Otra mirada del Operativo Independencia
El 14-02-2023 Pagina 12 entrevista a la historiadora Ana Concha Bocanegra y el antropólogo Santiago Garaño autores del libro Operativo Independencia: geografía, actores y tramas.
“La memoria sobre el Operativo Independencia está viva y disputada. Recordemos que en Tucumán (el genocida Antonio) Bussi fue gobernador, que su familia sigue siendo parte del poder local, que sigue teniendo apoyo, en sus discursos constantemente se vuelve a aquel pasado que no termina de pasar. Es un pasado que no pasa, que permanece. Aquí hay calles que siguen llamándose con nombres de personas que fueron perpetradores del Operativo, pueblos enteros fundados con el nombre de "soldados caídos en combate" entre comillas, un amplio sector que sigue avivando esa memoria. Aquí la disputa nunca terminó.”
“Entendemos que el Operativo Independencia fue el primer paso en el plan sistemático de tortura y exterminio en el país, aquí se comienza a aplicar la desaparición forzada, aquí se instala el primer centro clandestino (Escuelita de Famaillá).”
“Una de las estrategias fue la construcción de memoria a través de una nueva geografía –Bussi fundó pueblos con nombres vinculados al Operativo–, de un territorio diferente, de nuevas pautas cívicas y culturales.”
Veamos que decían en septiembre de 1976, de Bussi y el Operativo Independencia, los jóvenes comunistas redactores de la revista Vamos.
“Que hacen los militares por la juventud”
En septiembre de 1976 (cuando en el país ya había 2700 desaparecidos) los periodistas de Vamos! viajan a Tucumán donde son “recibidos por un ministro del gobierno y autorizados a viajar a la zona de operaciones antisubversivas”. Cualquier periodista porteño, sabe hoy, lo complejo que es viajar invitado al interior y que te reciban en el gobierno. Imaginemos en 1976… cuando además como dicen en la nota no “personalizan las entrevistas por ser todos oficiales en actividad”. O sea, tuvieron un buen pasaporte filtrado por todos los “servicios” para ser invitados al Tucumán de Bussi.
En el número 9 de la revista del 10 de septiembre de 1976, Jaime Marín como “Jaime Cárdenas” escribe una nota “especial desde Tucumán” titulada “¿Que hacen los militares por la juventud?”.
Arranca la nota diciendo empecemos por sus definiciones doctrinarias: “El centro de acción de este gobierno - se nos explica - es el hombre. Se trata de promover su re valorización de lograr que se convierta en sujeto de futuro. El objetivo es el bien común y la felicidad el ser humano, de allí que busquemos dar solución definitiva los graves problemas que se arrastran En Tucumán desde hace tantos años.”
Sigue la nota: “El lema del gobierno tucumano es: ser dueño del suelo que se pisa, de la tierra que se trabaja, de la casa que se habita”. El autor de la nota se declara “hipnotizado” por el “estilo del general Bussi”. Tan hipnotizado estaba Marin que habrá creído estar en La Habana de Fidel y no en el Tucumán de Bussi. Sigue el relato hipnotizado: “se destaca la febril actividad del gobernador, inaugurando campos deportivos y tramos de ruta; haciendo entrega de títulos de propiedad a agricultores (…) y hasta sancionando abusos patronales (…) sin reconocer límites de horario, sábados y domingos”.
Ilustraba la nota una foto del general Bussi hablando en un colmado salón de jóvenes estudiantes todos de pie y en posición de firmes.
“Aquí zona de operaciones”
En el número 11, Marín firma una segunda nota esta vez contando su visita a Famaillá donde estaba el centro de operaciones del Ejército, que titula “Aquí zona de operaciones”
“Apenas llegamos a Famaillá a unos 40 km de la capital provincial notamos que se trata de uno de esos pueblos donde no pasa nada: casas bajas calles en su mayoría de tierra, (…) Frente a la plaza está ubicada la sede de la División Asuntos Civiles del Operativo Independencia. Un teniente coronel y algunos de sus colaboradores (…) nos permiten obtener un panorama de cómo se trabaja”.
“La División de Asuntos Civiles trabaja con equipos móviles que visitan las distintas regiones. Los equipos sanitarios que se internan en el monte constan de médico, odontólogo, enfermera y asistente social.” (...)
“Durante su reciente visita a la provincia el Presidente Videla dejó inauguradas las obras de construcción de un nuevo pueblo, el de Caspinchango. Este junto a otros tres se encuadra dentro de la política de acción económico social del gobierno provincial.” (...)
“El objetivo - aclaran en la División - tiene un doble propósito: el militar, evitar que la subversión cabalgue sobre el aislamiento y la pobreza; y el moral, no queremos deshumanizar el proceso queremos darle condiciones de vida digna a la gente.” (...)
“Luego de las entrevistas realizadas a nivel oficial y de las charlas mantenidas con jóvenes tucumanos surgen en nuestra opinión dos conclusiones: Constatamos que en efecto la preocupación por el tema juventud existe y se enmarca en una actitud más general hacia el problema social (…) Por otro lado entre la mayoría de los jóvenes con quienes charlamos palpamos un clima de cierto recelo de expectativa digamos el clásico ver qué pasa.” (...)
“Y pesan también, es algo que se percibe en el aire, en las miradas, las tan recientes trágicas horas vividas en la provincia, cuando el terrorismo la estremeció sin respiro desde el monte hasta las ciudades, con los secuestros y asesinatos a mansalva llegando acuñar profundamente una palabra: miedo.”
Nada parecieron ver los jóvenes comunistas de “Vamos”, en la temible Escuelita de Famaillá catalogada como el primer centro de detención y tortura del país.
Se que lo leído hasta aquí suena increíble. Yo tampoco lo hubiera dado, por cierto, hasta que vi y escanee los 16 números de Vamos atesorados en la Biblioteca Nacional. Como estas revistas contienen tanto material, estoy en la tarea de escribir un próximo libro sobre el papel de Partido Comunista Argentino y la Federación Juvenil Comunista durante la dictadura.
Los desaparecidos del PC y otras fuerzas de izquierda
Para adelantarme a las críticas que voy a recibir por parte los ex PC hoy reciclados en otras fuerzas políticas, manifestando que esto no es cierto porque el PC y la Fede también tuvieron desaparecidos aclaro que no lo desconozco, pero esa realidad no atenúa, sino que refuerza la responsabilidad de la dirigencia del PC y la Fede que hasta 1982 siguieron sosteniendo la tesis que Videla era el freno al sector pinochetista-fascista del Ejercito y por eso había que apoyarlo.
Según Edo E. Balsechi en su libro “Raíces y proyección antiimperialista” contabiliza 117 militantes del PC, desaparecidos. Algunos ex Fede elevan esa cifra a 150.
El trabajo realizado en 2016 por los dirigentes Nora Ciapponi y Gustavo Reynoso del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), de 1976 a 1982, el PST tuvo 86 desaparecidos y/o asesinados.
El Partido Comunista Revolucionario (PCR) que manifestó su oposición al golpe desde el mismo 24 de marzo, según su órgano de prensa “Hoy” contabiliza 11 militantes asesinados antes del golpe y 23 desaparecidos posteriores.
El Partido Comunista Marxista Leninista, una organización pequeña heredera de Vanguardia Comunista, informa en su web PRML, que tuvo 19 desaparecidos, entre ellos sus máximos dirigentes Roberto Cristina, Elías Semán y Rubén Kriscautsky.
Según la publicación “Historia de Política Obrera” de Laura Kohn, no hay mención de militantes del PO desaparecidos, salvo el caso de su dirigente Pablo Rieznik, secuestrado y liberado en 1977.
Entre todos los partidos de izquierda, suman una cifra aproximada de 260 desaparecidos, que por supuesto, es un numero doloroso de jóvenes asesinados, pero dista mucho de ser la mayoría de las desapariciones.
No existe una cuenta clara respecto los militantes vinculados a las organizaciones armadas como el PRT-ERP y Montoneros. El investigador Rodolfo Baschetti en su página web publica nombres e historia de casi 4000 militantes vinculados a distintos sectores del peronismo.
Seguramente este texto incorpora información poco conocida por todos nosotros. Hemos escuchado a muchos ex-militantes del PC y la Fede, contando versiones de su pasado, que no son estas. Una vez más, recorrer la historia nos aleja de los discursos binarios, buenos y malos, blanco o negro.
El PC ha sido el mayor partido de izquierda argentina por donde han pasado miles de militantes y dirigentes. No es justo acusarlos a todos de cómplices de la dictadura, porque probablemente, muchos no compartieron la linea oficial de su partido.
En definitiva, son los claroscuros de la historia que es necesario conocer, para reflexionar y aprender de ella.
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