El hijo del dueño de la casa en la que estaba plantado el súper cactus, ordenó derribarlo por seguridad.
El ruido de la motosierra fue el sonido final para el enorme cactus que llevaba más de 42 años plantado en el patio del chalet de un viejo chacarero, en el ingreso a Allen por Ruta 65. Este sábado dos obreros derribaron el cactus y muchos vecinos lamentaron la desaparición de esa planta desértica que se había convertido en verdadero un símbolo urbano.
El cactus medía unos 12 metros y fue plantado por el chacarero local Carlos Fernández Carro, un apasionado por las plantas y la botánica. El cactus estaba junto a la construcción de un vecino y era tan grande que le habían tenido que colocar un caño tubing como tutor para que siga buscando más altura, sin dañar el edificio lindero al patio de Fernández Carro.
En 2018 Fernández Carro plantó un hijuelo de su super cactus en un cantero de la iglesia Santa Catalina. "De acá a 100 años yo no voy a estar, tampoco mi casa, pero la iglesia seguirá en este lugar”, señaló Carlos en ese momento. El productor quiso con la plantación del hijuelo del cactus dejar una huella para la posteridad. “La gente, tal vez se case, y se saque fotos acá, junto al cactus”, agregó por ese entonces.
El sábado a la mañana fue la última vez que los allenses vieron al súper cactus frente al Laguito, ese espacio publico tradicional de la ciudad. Un vecino filmó el momento en el que fue derribado el cactus y las imágenes provocaron una catarata de comentarios en las redes sociales.
El debate en las redes por la tala del cactus
"Hay muchos árboles y cosas que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos de Allen y se fijan en un cactus", posteó una vecina. Otro vecino escribió en el portal de noticias AN Allen: "Como siempre en Allen haciendo salvajadas. Todas las cosas lindas y tradicionales del pueblo hay que destruirlas. Y después nos preguntamos por qué Allen está así". Entre decenas de comentarios a favor y en contra una mujer aprovechó la oportunidad y escribió en medio del acalorado debate: "Gracias a Dios yo tengo hijos de ese cactus. El que quiera cactus de esos los tengo a la venta" y un muchacho le respondió: " ja ja ja La amo señora, la que no corre vuela".
El super cactus fue traído desde Jujuy. Carlos jamás creyó que iba a tomar tanto vigor pero a medida que fue creciendo, lo cuidó con toda su pasión por las plantas. El chacarero disfrutaba de contar la historia de su cactus cada vez que alguien le preguntaba cómo había crecido tanto o le pedían permiso para tomarle una foto. El hombre ya está grande y, contó uno de los obreros que tuvo a cargo la tarea de derribar la planta, fue su hijo quien tomó la amarga decisión de terminar con la planta desertica.
No tuvo muchas opciones porque - insistió - últimamente las intensas ráfagas de viento lo hacían tambalear al cactus y eso generaba un riesgo permanente para la seguridad de las personas que transitan por la vereda. Entonces, lo cortaron y fuerza de soga y motosierra, desapareció el cactus más alto e impresionante de la región y - tal vez - de toda la Patagonia. Algunos cactus pueden vivir hasta 200 años y alcanzan hasta 20 metros de altura.
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