Diciembre no está lejos, el 2025 tampoco

El gobernador de la provincia, Rolando Figueroa, está dispuesto a jugar gran parte de su capital político durante los próximos 12 meses.

Exige a sus ministros más y más compromiso con la gestión y los habitantes de la provincia, pero a la vez marca la cancha a distintos sectores del gobierno nacional que no estarían “a tono” con los compromisos asumidos y rubricados durante los últimos seis meses de gestión.

Esta semana a los propios les volvió a marcar la cancha exigiéndoles que redoblen esfuerzos para que los recursos bajen a cada rincón de la provincia, y les advirtió que no tolerará “corruptos y coimeros” en su gobierno.

El mismo énfasis puso en la advertencia al gobierno nacional sobre la falta de cumplimiento en los trámites de traspaso de obras que están bajo jurisdicción nacional, desfinanciadas, paralizadas y que sufren un abandono de casi un año.

Figueroa quiere reactivar las obras que aún permanecen paralizadas, según entiende “por inacción de funcionarios de segunda y tercera línea del gobierno nacional”.

El tronar de Rolo, desde el Domuyo

Del reclamo de oficio, pasó a la exigencia pública. El mandatario neuquino exige el traspaso inmediato de las obras porque los tiempos están vencidos y son compromisos que él asumió ante los habitantes de la provincia. El caso del Puente La Rinconada es uno de los ejemplos, pero también está el del tramo de la Ruta Provincial 7, que une Centenario con Vista Alegre, financiado con fondos nacionales y paralizada, aproximadamente, desde hace un año y medio.

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Figueroa, hizo el planteo. Esperará un par de semanas más, si la respuesta de nación tarda en llegar, asesores del gobierno neuquino trabajan en alternativas para poder concretar la reactivación de las obras, más allá del tejido burocrático de la administración nacional.

En este punto el gobernador neuquino se diferencia de Nación y va trazando los matices que lo separan con el gobierno nacional a la hora de establecer políticas de estado con presencia territorial y resoluciones inmediatas.

En lo que va de sus 9 meses de mandato, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, ha recorrido la provincia en 5 oportunidades.

El cuentakilómetros de la camioneta que conduce Miguel, su “fiel amigo de ruta”, indica que en promedio ya han recorrido más de 60 mil kilómetros, a lo largo y ancho de la provincia.

El líder territorial que observa y espera

En 9 meses no ha dejado ninguna localidad ni paraje sin visitar. Ha tomado contacto directo con cada uno de sus representantes y los vecinos del lugar.

La misma modalidad que viene haciendo desde hace 20 años, hoy la mantiene siendo el gobernador de la provincia.

Antes iba en la búsqueda de la opinión de cada habitante sobre cómo se sentían, como estaban y qué necesitaban. Desde hace 9 meses recorre la provincia con la misma pasión, de siempre, pero con el gran desafío de cambiar la realidad de cada una de las personas que lo recibieron, respaldaron y llevaron al lugar que hoy ocupa.

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Sólo así se entiende el accionar del actual gobernador. De sus intervenciones públicas o privadas se desprende que, en la escala de valoración política, él tiene un compromiso máximo con los habitantes de la provincia, después viene todo lo demás.

Figueroa está haciendo lo que prometió y marca la diferencia con el resto, incluso con sus propios colaboradores. De todo el gabinete provincial, hoy, es el funcionario que más veces ha tomado contacto con referentes y vecinos de cada localidad y paraje de la provincia.

Navega sobre las turbulentas aguas del Poder con la tranquilidad de no arrastrar deudas o compromisos políticos, exigibles. Todas las encuestas lo ponen como el dirigente de mayor consideración nivel provincial y a la hora de evaluar la gestión, allí aparecen algunos nubarrones.

Balance positivo, pero con sabor a poco

Por eso Figueroa aprieta el acelerador en este último tramo del año. Si bien el gobierno en lo global, lo satisface, hay algunos sectores que no han sabido superar la letanía administrativa de gestiones anteriores.

Le ha manifestado a cada uno de sus ministros, en privado, y en reuniones ampliadas también que “no somos administradores de pobreza". “Dios nos ha ubicado en este tiempo de bonanza en la provincia y nuestro gran desafío es administrar las riquezas de nuestro suelo, con austeridad, celeridad y empatía con nuestro pueblo”, les explicó el mandatario neuquino.

El desafío que los ministros y ministras tienen por delante es el de tratar de “empardar” la marca lograda por el “Jefe” en territorio.

No es casual que, desde hace algunos meses atrás, a las recorridas del mandatario se hayan sumado varios de sus ministros, presidentes de empresas públicas y presidentes de algunos bloques legislativos provinciales que son parte del Frente Comunidad o de partidos externos que acompañan al oficialismo en la cámara legislativa, como es el caso del presidente del Bloque de diputado provinciales del MPN, Gabriel Álamo. El ex intendente de Aluminé, junto al diputado provincial por el circuito Confluencia, Claudio Domínguez, son los “garantes” del acuerdo político en la Legislatura, para que “todo fluya” sin sobresaltos.

El tridente legislativo y la “peña de los jueves”

El legislador capitalino junto al jefe de la bancada del interbloque del Frente Comunidad, Francisco Lépore; son hoy los alfiles con los que cuenta el oficialismo para traccionar músculo político en favor de los proyectos que parten, cada mes, desde el principal despacho de la fortaleza de calle Rioja.

Todo lo que transcurre en el recinto legislativo huele a Figueroa. El gobernador ha depositado la confianza del gobierno en el tridente Lépore-Domínguez-Álamo, son los que articulan hacia los demás bloques las formas para establecer propuestas y los futuros debates en el recinto.

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Francisco Lepore

Claudio Espinoza

La sintonía fina alcanzada, trasciende al tridente y también involucraría al resto de los presidentes de Bloque.

La relación fue madurando en el tiempo, cuando antes de mitad de año, los legisladores y legisladoras le hicieron llegar al mandatario algunos “pesares” con respecto a “desórdenes administrativos” que estaban alterando la “convivencia”.

El pedido fue a coro, el mandatario tomó nota. Se involucró en los temas apuntados y consolidó una relación institucional que incluyó hasta a los más fervientes opositores.

Muchos relacionan a la “buena onda” alcanzada a la predisposición manifestada por el gobernador, y a un trabajo que realizaron los presidentes de los bloques legislativos que trascendió los despachos de cada uno.

El nivel de entendimiento alcanzado los llevó a conformar una especie de “peña” a la que sólo asisten los responsables de cada bancada.

Se trata de una reunión gastronómica semanal a la que asisten los presidentes de Bloque y cada tanto se invita a alguna personalidad ilustre externa.

Figueroa ya habría pasado por el ojo de la Peña de los jefes de Bloque. Fue una reunión más que distendida, a orillas del río Limay, con carne asada y regada con buen vino neuquino.

Sabe el gobernador que el último trimestre del año es clave para tener un diagnóstico acabado de su primer año de gestión.

Entiende que los legisladores provinciales han acompañado a la gestión dando el debate y aprobación a cada uno de los proyectos de Ley enviados.

En las estadísticas, desde el gobierno indican que sobre una veintena de proyectos claves para el inicio de gestión cuentan con el 100 por ciento de efectividad en la aprobación.

En tres semanas, el Ejecutivo estará enviando el proyecto de ley de Presupuesto provincial y el nuevo esquema fiscal.

Allí, Figueroa, comenzará a mostrar el camino que está dispuesto a transitar durante todo el 2025.

El gobierno y los orígenes

“Rolo, es una síntesis del desarrollismo emepenista”, indicó de sus fieles colaboradores que lo acompaña en su política territorial desde hace 15 años. “Él está más cerca de los hacedores como Felipe Sapag, Pedro Salvatori o Jorge Sobisch, que de los sistemas administrativistas impulsados por otros gobernadores”, indicó nuestro interlocutor.

Convencido sobre lo que está proponiendo su “socio de andanzas” dijo “estos meses venideros serán cruciales para dejar plasmado su empuje verbal en obras claves, para el desarrollo de la provincia”.

Prepara Figueroa su milicia para la batalla electoral del año próximo. Es tiempo de adiestramiento y reconocimiento. Diciembre llegará con el primer cuarto de su mandato cumplido, un tiempo más que propicio para meter mano y hacer cirugía mayor entre los miembros de su tropa.

Diciembre no está lejos y el 2025, tampoco.