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El Mago Emanuel: se sobrepuso a todo y con diseños propios es el emprendedor joven de moda en el Alto Valle

Ema Ardaya sufrió numerosas adversidades e hizo malabares para este gran presente. La historia del pibe de barrio que sueña en grande con sus comercios.

"Primero hay que saber sufrir", reza la conocida canción Naranjo en Flor del Polaco Goyeneche. Y Emanuel Alejandro Ardaya, hoy convertido en uno de los emprendedores jóvenes más exitosos del Alto Valle, puede corroborarlo.

Es que las pasó todas. Tuvo que cerrar su primer local por la crisis, luego llegó la pandemia y no se le cayeron los anillos por salir a vender artículos de limpieza para sobrevivir y como si fuera poco la delincuencia lo tomó de punto y sus negocios resultaron blanco de al menos tres importantes robos que lo obligaron a volver a empezar varias veces.

Pero a los 28 años está en su mejor momento el muchachito del barrio Belgrano que se hizo de abajo, superó todos los obstáculos y “recién hace un año que explotó mi proyecto y puedo vivir totalmente de esto”, con diseños propios de indumentaria moderna y dos locales bien puestos, uno en pleno centro cipoleño (Irigoyen 163) y otro en el shopping neuquino Paseo del Sol.

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Emanuel protagoniza una historia de superación con sus ganas de salir adelante pese a todo.

Emanuel protagoniza una historia de superación con sus ganas de salir adelante pese a todo.

Así, mientras muchos chicos optan por prolongar su adolescencia y no encuentran un rumbo ni se definen, él no para de crecer en el rubro comercial cuidando cada peso (“fui a la Escuela Técnica así que me encargué de la instalación y de todo, en mis negocios no pague un peso extra”) e invirtiendo las ganancias (“si no la hacés correr y la sacas a la plata que ganás, fuiste”).

Ema pide tiempo para llegar desde su búnker de NQN al de Cipo. Su recinto local es escenario de la sesión de fotos. Cuando al fin su vehículo se detiene, cuenta cómo arrancó en esto…

“Empecé con mi mamá Rosario, en un negocio de limpieza de ella, a hacer ropa en el mismo local. Le debo un montón, está contenta y yo también, le agradeceré toda la vida. Al principio no me iba bien, el primer negocio de hecho lo tuve que cerrar, estaba en Flor del Prado. Ella -por su madre- también corrió la misma suerte, pasó a hacer las cosas en casa. Una genia, un ejemplo”, se emociona en medio del reconocimiento a quien le dio la vida.

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Ema en el frente de uno de sus comercios.

Ema en el frente de uno de sus comercios.

De chico ya se diferenciaba del resto por su ropa original y llamativa. “Siempre fui raro para vestirme, tenía ideas locas. Pero mi mamá, que se dedica al rubro de la costura, estuvo en cada momento para darme una mano. Así empecé a confeccionar ropa primero para mí y luego para vender. Todo comenzó con un negocio de mercería y ropa en Flor del Prado, entre 2015 y 2016. Fue el que luego cerré. Más adelante me abrí en la 9 de julio un local, me empezó a ir muy bien y actualmente tengo el de Irigoyen que inauguré en octubre y el de Neuquén”, cuenta mientras elige un par de prendas para "vestir", justamente, la nota.

Su proyecto comercial se expande con una amplia variedad de indumentaria deportiva. “Fabricamos remeras, camperitas, pantalones, camperas. Compro los rollos de telas en Buenos Aires, tengo moldería propia, confeccionamos, estampamos, diseñamos y vendemos”, detalla el procedimiento y luego explica el target de público que frecuenta sus comercios, el perfil de los clientes.

“Vienen muchos los pibes. Recibo masculinos desde los 16 hasta 35 años aproximadamente, toda en indumentaria deportiva de moda”, resalta tras atender a dos chicos que acaban de salir de un colegio céntrico.

Los robos lo pusieron contra las cuerdas

Fue víctima de varios delitos. Tuvo que levantarse tras cada uno de ellos, con todo el dolor a cuestas y volver a empezar. Pero su personalidad lo ayudó a dar vuelta la página rápido, no dramatizar y recuperarse de cada caída enseguida.

“Siempre me tomé las cosas de otra manera. Tantos años ya en esto, tengo muchos clientes, me conocen bastante como laburo, busco tendencia, saben de la calidad de la ropa, la gente se compra algo y un tiempo después vuelve a reponerlo. Eso vale más que cualquier disgusto pasajero”, reflexiona con madurez.

Al repasar, no obstante, cada uno de los hechos policiales que lo tuvieron como damnificado menciona. “El primer robo lo sufrí en el Flor del Prado, ahí me rompieron rejas, me destrozaron los vidrios... En el de 9 de julio fue un robo tipo mechero. Y el más violento fue en el nuevo de Irigoyen, se ve en el video como cuatro personas que llegaron en moto rompieron todo para robar, fue el más viral. Lo publiqué en las redes, la gente se indignó mucho. Te da una sensación de miedo que el local quede solo de noche pero son las reglas del juego”, se resigna.

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Pero lo que no le robaron a este joven luchador es la ilusión de salir adelante y seguir creciendo. Y eso le está sucediendo ahora en lo que, confiesa, “es un sueño para mí”. Claro que ya se propuso un próximo gran objetivo: “Me encantaría estar en todo el país”. Por lo pronto, a través de su página web notype oficial.com.ar realiza envíos a lo largo y ancho de Argentina.

Tiene buena química con la gente, “esa interacción con el público, como se copan en los sorteos, el ida y vuelta es muy lindo, es un estilo de vida para mí esto de tener negocio”, afirma el menor de tres hermanos, el que estudio en el Cet 9, el que de chico corría detrás de una pelota en Pillmatún.

No solo fabrica y vende remeras. También se pone la camiseta de su emprendimiento y no para de trabajar. “Hago a la vez el marketing, edito los videos, me encargo desde la idea de los diseños hasta de gestionar la producción, el contenido…”, enumera sus múltiples tareas. Estar en todos los detalles es parte de la clave del éxito.

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Para el final se reservó un consejo para los jóvenes que están pensando en emprender. “Que le metan para adelante. Yo quería que me vaya bien ‘al toque’ pero estoy hace 10 años en el rubro y recién hace 1 que puedo vivir de esto. La constancia, bancarse la mala, los robos como me pasó a mí... Me agarró la pandemia, subsistí dos años con los artículos de limpieza, nada que ver con lo mío y ahora por suerte me empezó a ir muy bien. Laburo todo el día, desde que me levanto lo único que pienso es en eso, pero no tengo dudas de que si haces bien la cosas la gente te elige. Gracias totales”, culmina el gran Ema Ardaya. El que hizo malabares para salir adelante. Sí, el “Mago Emanuel”...

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