Hace más de 30 años no pudo ver a Manolo Galván en Cipolletti y aún lo lamenta
Un vecino de la vecina ciudad, fanático del cantante español, recordó la anécdota. El show se suspendió por falta de público. Vendieron una sola entrada, y la compró él. Hay un testigo de esa noche.
Hay sucesos que quedan marcados para siempre. Tanto los buenos como los otros. Lo que le pasó hace muchos años a José Edgardo Martínez, un cipoleño NyC, bien podría haberse registrado en la columna de los malos. Sin embargo, el paso del tiempo diluyó lo que pudo haber tenido de poco grato y quedó como un recuerdo impregnado de nostalgia. Aunque visto a la distancia revela un detalle curioso, insólito si se quiere.
Martínez lo contó en Cipolletti de Ayer, una cuenta de Facebook en la que se evocan a vecinos, historias y acontecimientos propios de la ciudad.
Todo ocurrió en 1991, cuando tenía apenas 24 años y trabajaba en Sportman, la tradicional tienda masculina que se encontraba en Roca y Villegas, donde actualmente funciona un local de telefonía.
Un sueño que se hacía realidad
Amante de la música –gusto que nunca perdió- tenía entre sus cantantes predilectos a Manolo Galván, el artista español que era la sensación en aquella época, por canciones inolvidables que interpretaba, como Deja de llorar; Te quise te quiero y te querré, Poema del alma, Solo pienso en ti y Durmiendo en la misma cama, entre otros éxitos convertidos en verdaderos clásicos.
Su sueño dorado era verlo en vivo, pero las posibilidades eran escasas. Que Galván llegara a la zona parecía algo que bordeaba lo inalcanzable.
Pero ocurrió lo que, en principio, creyó que era un milagro. Como lo hacía habitualmente, una mañana entró a La Cuadra Bar, donde ahora es KPLA, y se encontró con un cartel que le hizo temblar las rodillas de la emoción: era un aviso que anunciaba que allí se presentaría nada menos que Manolo Galván. ¡Si, Manolo Galván, su gran ídolo! El sueño parecía que se volvía real.
La única entrada vendida
“Fanático como hasta el día de hoy, compré mi entrada y estuve puntual el día de la función”, destacó en el posteo.
Esperó ansioso que arrancara el espectáculo, pero enseguida notó que no había una expectativa acorde a la talle del artista.
Es más, estaba él, los mozos, los responsables del local y Yogui Najar, el reconocido músico, disc jockey y musicalizador que tenía a cargo el sonido.
Pasó una hora y nada. Dos horas y nada.
De repente ve pasar a su lado al popular intérprete -flaquito y con su tradicional barba- rumbo a la puerta. Abrió y salió. Pero no volvió a entrar.
Cuando le explicaron que lo que había ocurrido no lo podía creer. La actuación había sido suspendida por falta de público. Habían vendido una sola entrada, y la había comprado él.
Martínez aclaró que le devolvieron la plata por el fallido show y que se tuvo que retirar mascullando bronca y decepción. Nunca lo pudo olvidar.
“Una noche vergonzosa para un artista de la talla de Manolo”, concluyó en su mensaje. ¿Qué sucedió? Cree que no fue efectiva la promoción del espectáculo.
“En ese momento me dio un poco de pena por el dueño del boliche, porque seguramente Manolo Galván debe haber cobrado igual”, indicó ante una consulta de este diario.
Tenía cierto resquemor de que no le creyeran que había sido el único espectador que fue al recital. Por eso tuvo que aclarar que la anécdota fue “100% verdad”.
Se fue enojado
El único testigo que podía corroborar la versión de Martínez era Yogui Najar, pero hace muchos años que no lo ve y no sabía cómo ubicarlo.
Pero LMCipolletti lo pudo localizar. Se mudó a Neuquén, donde sigue dedicado a pasión: la música. Tiene diez mil historias para contar, pero lo relevante es que ratificó lo contado por Martínez.
Es más, aportó nuevos datos de lo sucedido aquella noche.
Najar contó que, efectivamente, el espectáculo se tuvo que suspender por falta de público, y que Galván se fue muy enojado.
Recordó que en la previa se portó con un verdadero profesional y que estuvo a la hora pactada para realizar la prueba de sonido, y que fue impecable.
“Sonó como si estuvieras escuchando un disco, tal cual”, resaltó.
Tampoco olvidó que cuando se hacía la hora para subir al escenario y advertían que no llegaba gente, le convidaron un whisky para suavizarlo, y que terminó tomándose varios.
Que fue de la vida del artista
Manolo Galván había nacido en Alicante, oeste de España, y grabó alrededor de 40 discos. En la década del 70 alcanzó trascendencia internacional, sobre todo en el mundo hispano, tras una gira que realizó por Latinoamérica.
En Argentina tuvo un éxito rotundo. Tanto que en 1981 decidió radicarse en el país. En mayo de 2013, a los 66 años, falleció en una clínica del Gran Buenos Aires afectado por problemas pulmonares.
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