Disminuyó en 390 millones de dólares el stock y destinó más de 1.100 millones de la misma moneda a deudas e infraestructura.
El gobernador Rolando Figueroa informó que la provincia de Neuquén redujo en un tercio la deuda pública y destacó el hecho como un logro de la gestión. Desde que asumió, se destinó a obras de Infraestructura y amortización de deuda más de 1.110 millones de dólares.
En un año y nueve meses, el Ejecutivo neuquino logró bajar el stock de deuda un 31 por ciento, lo que implica 390 millones de dólares. Así surge de la comparativa de datos registrados en agosto de 2025, donde el stock de deuda pública asciende a 877 millones de dólares, frente a 1.267 millones de dólares, que tenía en noviembre de 2023.
En total, la administración de Figueroa pagó 508 millones de dólares por deuda (incluyendo intereses, amortización de capital y otros gastos asociados) y volcó más del 10 por ciento de los ingresos a obras públicas e infraestructura, en su mayoría con recursos propios.
El gobernador agradeció el trabajo en equipo que permitió pasar “de una provincia quebrada, con un atraso en infraestructura de más de 4.000 millones de dólares, a una provincia con superávit, en proceso de desendeudamiento y con obras en marcha. Lo más importante: ese superávit hoy se traduce en respuestas concretas para los neuquinos”, enfatizó. A agosto de 2025 se asignó alrededor del 10 % de los ingresos totales de la provincia a inversiones en infraestructura.
Obras
Se renegociaron obras, se pusieron en marcha licitaciones estratégicas, recuperando obras en ejecución. Este proceso de reordenamiento de las cuentas públicas permitió a su vez priorizar obras. El "ordenar para distribuir", se indicó desde el Gobierno, se reflejó en una fuerte inyección de recursos puesto al servicio de las necesidades de los neuquinos y las neuquinas.
De estas inversiones, más del 81 por ciento provienen de fondos propios, lo que implica menor dependencia de endeudamiento externo o fondos extraordinarios. Ese orden fiscal permitió a la gestión redistribuir en obras públicas y dinamizar las economías regionales que padecían un fuerte atraso de infraestructura. A través de los Pactos de Gobernanza I y II, se involucró a los municipios como actores protagonistas de la construcción de una nueva provincia con fuerte sentido de regionalización.
"La transparencia y la reducción de los gastos innecesarios permitió invertir en rutas, escuelas, centros de salud, cárceles, obras de saneamiento y agua, que mejoran los servicios y la calidad de vida de los neuquinos", se enfatizó.
Ingresos
Un elemento que explica también estos números son los que arrojaron otros: lo que surge de las tres fuentes de ingresos. Tal como publicó LMNeuquén, el gobierno de Rolando Figueroa recibió un total de 487.991 millones de pesos en agosto, producto de lo percibido por regalías hidrocarburíferas, recaudación de impuestos provinciales y fondos de origen nacional. Todo esto dio una suba real (contrastando la inflación, estimada en 2,1) del 14,5 por ciento (53,3% nominal), en comparación con el mismo mes pero del año pasado.
En el comparativo en cuanto a la importancia de cada tipo de ingreso, las regalías hidrocarburíferas no paran de crecer y ya representan el 50 por ciento del total de los recursos de la economía neuquina, seguido por la recaudación local de impuestos (33%) y, mucho más atrás, los recursos de origen nacional (17 por ciento).
Este último porcentaje, es decir, lo que significan los fondos nacionales en el total de los recursos, es parte de la discusión que Neuquén mantiene con el gobierno nacional respecto a cómo se reparte la torta de los recursos coparticipables.
El leve incremento a nivel interanual de las transferencias de parte de la administración del presidente Javier Milei registradas en los últimos tres meses (junio, julio y agosto) no compensa la caída de mayo, donde la provincia percibió un 24,9% menos de fondos.
Además, un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) publicado a mitad de este año, consigna que Neuquén es la segunda jurisdicción más perjudicada en la distribución de fondos coparticipables. En el comparativo, de cada 100 pesos que aporta a este sistema de reparto recibe 51. A su vez, contribuye con el 4% al PBI nacional y le vuelve por coparticipación solo el 1,7 por ciento.
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