Desde el Hospital de Centenario encendieron las alarmas, con una lista de espera que supera los 200 pacientes. Cuál es el problema.
En un acto institucional y con fuerte respaldo técnico y humano, el Hospital "Natalio Burd" de Centenario inauguró una nueva sala de audiología en la salita Sarmiento 2. El espacio, equipado con tecnología de última generación, permitirá realizar estudios auditivos a bebés, niños y adultos, una demanda que venía en aumento desde hace años.
La noticia, sin embargo, también encendió algunas alertas: los trastornos del lenguaje se dispararon en la población infantil y los profesionales ya no dan abasto. El motivo pone en tensión el uso y la exposición de niños, niñas y adolescentes a las pantallas.
"Esta sala era un faltante que teníamos hace bastante tiempo. Nos permite ahora hacer diagnósticos auditivos precisos y completos, algo que la comunidad de Centenario necesitaba con urgencia", aseguró Claudio Ruiz, jefe del área de Fonoaudiología del hospital, en diálogo con LU5.
El nuevo consultorio tiene características especiales: se trata de una zona auditiva amortiguada, diseñada para garantizar resultados óptimos en los estudios, incluyendo pruebas de gran potencial auditivo, fundamentales para diagnosticar a pacientes con condiciones que impiden realizar audiometrías tradicionales.
El equipamiento fue adquirido a través de fondos del hospital y donaciones. “El equipo más importante, que nos permite trabajar con pacientes especiales, fue una donación del Hospital Castro Rendón”, detalló Ruiz.
Una demanda en crecimiento
Más allá del avance tecnológico y la celebración por la inauguración, el especialista se mostró preocupado por la situación que enfrentan a diario en los consultorios. "Tenemos una lista de espera de más de 200 pacientes que están aguardando ser evaluados por trastornos del lenguaje. La demanda es creciente y no la podemos cubrir, ni en el sector público ni en el privado. Cada vez hay más y más pedidos", señaló.
Una de las causas más detectadas en los últimos años es el uso excesivo de pantallas por parte de los más chicos. Según explicó Ruiz, esto impacta directamente en el desarrollo del lenguaje. “Aprendemos a hablar por imitación, de ver al otro. Así empezamos a imitar sonidos, a crear las palabras, jugando con otro. Con las pantallas se pierde totalmente esa interacción y la mirada hacia mamá, papá o el adulto que esté a cargo de ese niño o niña", explicó.
En ese marco, puede ser que toda la familia o núcleo familar esté atravesado por la misma problemática, donde no están claros los límites para nadie. "Hay una resignificación y todo el mundo interactúa con la pantalla, menos con la familia. Después vemos cómo los chicos llegan al consultorio sin haber desarrollado correctamente el habla, y muchas veces el denominador común es el tiempo frente a la pantalla", explicó.
Familias que reflexionan y hacen una autocrítica se preguntan muchas veces qué hacer en esta situación o acuden a un profesional en busca de ayuda. Para el responsable de esa sala audiológica, es clave "poder compartir un tiempo con ese niño o niña y hacer un juego, de ida y vuelta, donde haya interacción. Eso es lo que nosotros siempre remarcamos".
El fenómeno se repite en todos los ámbitos. Escuelas, jardines y pediatras derivan cada vez más casos de niños que presentan dificultades en el lenguaje. “Nos llaman y hasta nos ofrecen pagarnos de manera privada, pero nosotros tenemos un contrato de retención de título, no trabajamos por fuera del sistema público”, explicó el profesional.
Un llamado a estudiar fonoaudiología
La crisis de atención también se agrava por la escasez de profesionales. Ruiz remarcó la necesidad de que más jóvenes se animen a estudiar esta carrera. "Es una licenciatura que puede cursarse incluso a distancia. Faltan fonoaudiólogos, y la demanda no va a frenar", subrayó.
El servicio no se limita a la niñez. También atienden a adultos, especialmente aquellos que han sufrido ACV y presentan dificultades para deglutir. "Nosotros evaluamos y tratamos la motricidad necesaria para alimentarse sin riesgo. Son pacientes que atendemos desde internación en clínica médica", explicó.
Con la inauguración de esta sala, Centenario también se consolida como un centro de referencia en la región. "Ya estamos recibiendo pacientes derivados de Añelo, Rincón de los Sauces, Zapala, Chos Malal. Hay un nuevo corredor sanitario que nos posiciona como referentes en fonoaudiología", concluyó Ruiz.
Trastornos en adultos
Otros trastornos en el lenguaje detectados ponen el foco sobre los adultos por causas vinculadas al estrés y otros factores. Por ahí son personas que tienen un uso incorrecto de las palabras o hablan con un vocabulario muy acotado.
En adultos la mayor demanda está dada con la deglución, como consecuencia de haber perdido la motricidad y tener dificultades para alimentarse de forma correcta. El riesgo es que pueden aspirar comida y que los alimentos obstruyan las vías respiratorias. En casos extremos, pueden perder la vida.
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