Una jueza le concedió una probation tras reconocer el delito de contaminación. Operaba en el predio de un exjuguera en zona de chacras con otras empresas.
El dueño de una empresa de servicios petroleros que operaba en el predio de la ex Juguera de Centenario accedió a una suspensión de juicio a prueba, tras ser acusado por el Ministerio Público Fiscal por contaminación. Se comprobó que arrojaba residuos peligrosos y del fracking, a los canales de desagüe rurales que conducen al río Neuquén.
La jueza de garantías Carina Álvarez homologó este lunes el acuerdo alcanzado entre la fiscalía y la defensa de F.D.O., responsable de la firma Monali SAS, que vertía líquidos contaminantes -provenientes del lavado de maquinaria pesada utilizada en la industria del fracking- directamente al sistema de riego de la ciudad.
La causa penal se inició en 2024 luego de múltiples denuncias de vecinos y de informes técnicos de la Municipalidad de Centenario. El lugar es en el edificio de la exjuguera, cerca del cementerio, una zona que aún es rural, pero que persisten algunas empresas de servicios petroleros.
La probation se extenderá por tres años y durante ese plazo, el imputado deberá cumplir con reglas de conducta, llevar a cabo tareas de remediación ambiental en el predio afectado y presentar la compra de materiales de construcción por un monto de 300 mil pesos, destinados a una organización civil sin fines de lucro.
Contaminación por residuos del fracking: dónde operaba la empresa
Además, el acuerdo impone que se presente un plan de saneamiento ante la Secretaría de Ambiente provincial, el cual debe incluir el vaciamiento y cauterización de piletas, la limpieza de contenedores, y la eliminación de residuos con trazabilidad.
La jueza Álvarez justificó su decisión en que el imputado no posee antecedentes penales y la pena prevista para el delito ambiental es de ejecución condicional. De hecho, es una persona que no es de Neuquén, sino de la vecina provincia de Río Negro, que había apostado a reconvertir la juguera en una empresa de servicios petroleros.
El caso tomó notoriedad porque la empresa Monali SAS, radicada en la ciudad de Neuquén y constituida en 2019, operaba en un edificio emblemático de Centenario. Es de la ex Jugos del Sur SA, una planta agroindustrial que supo dar trabajo a decenas de personas y que hoy está desmantelada y convertida en un predio compartido por firmas vinculadas al negocio petrolero.
Allí funcionaba un lavadero de flota pesada, donde se limpiaban camiones, tolvas y tubos de perforación con agua subterránea. También se limpiaban caños de perforación empetrolados.
Los residuos eran efluentes cargados de hidrocarburos, considerados peligrosos por la Ley Nacional 24.051 y especiales por la Ley Provincial 1875. Sin tratamiento alguno, se constató que eran arrojados de forma sistemática al desagüe que corre paralelo a las chacras y desemboca en el río Neuquén.
Los vecinos advertían desde hace años un movimiento inusual en la zona rural con camionetas petroleras, operarios, un tanque de almacenamiento y hasta el montaje de una torre ficticia, visible desde el cementerio. Todo a simple vista, entre las alamedas de un área agrícola. Los rastros de hidrocarburos en el agua llamaron la atención de los vecinos que todos los días pasaban por esa zona, cerca del Loteo Cabezas y de quienes practicaban deportes cerca del predio. Presentaron denuncias y se labraron actas. Pero durante la pandemia, ninguna inspección oficial detectó las maniobras. Recién a partir de abril de 2024, el Municipio de Centenario logró comprobar el vertido ilegal.
Las inspecciones documentaron que un caño clandestino llevaba directamente los fluidos contaminantes al desagüe entre el cementerio y un camino colector de la calle 4N y el edifico de la exjuguera. El acta del 12 de abril de 2024, que luego se reforzó con otra inspección el 10 de mayo, advertía del incumplimiento de los plazos y la persistencia del daño ambiental.
En su momento, la jueza de Faltas, Carolina Vidal, multó a la empresa con $10,3 millones por el derrame, el mínimo previsto por no tratarse de un infractor reincidente. La compañía fue clausurada preventivamente y se ordenó la adecuación de su sistema de tratamiento, que nunca se realizó.
Otras empresas en el mismo predio
Además de Monali SAS., en el predio funcionan al menos otras dos empresas: un taller de soldadura y la empresa BM Inspecciones. Pero sólo una quedó judicialmente involucrada por los derrames. Las demás están solicitando la licencia comercial, que aún no lograron y llegaron un acuerdo con la comuna para conservar las fuentes laborales, hasta que logren el trámite.
Pero la Municipalidad detectó otras irregularidades La firma no estaba inscripta como generadora de residuos peligrosos: no tenía permiso de Recursos Hídricos para usar agua subterránea; nunca presentó el tratamiento final de los residuos generados y funcionó casi cuatro años con avales dudosos y sin cumplir requisitos ambientales básicos.
El funcionamiento de empresas petroleras, o de servicios, ligadas a Vaca Muerta, en zona rural de Centenario, es un debate que está en boga y desde la comuna vienen advirtiendo que no harán cambio en el uso del suelo.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario