Se rompió un pacto de división territorial y acusan a un referente de amedrentar trabajadores en un yacimiento. Mientas tanto, sigue llegando gente a Añelo.
El conflicto interno en la UOCRA sumó un nuevo capítulo de violencia en Neuquén. Una denuncia presentada ante el Ministerio Público Fiscal este lunes detalla los graves episodios de agresiones físicas, amenazas y daños materiales en distintos puntos de la provincia, en el contexto de una disputa por el control territorial del gremio.
Entre los señalados en la denuncia, aparece Juan Acsama, conocido como “El Porteño”, quien habría enviado a un grupo de personas a amedrentar trabajadores en una obra de la empresa SACDE, en el yacimiento Rincón de Aranda, cerca de Añelo.
El documento, que ya está en manos de la justicia, menciona dos hechos principales. El primero ocurrió el 13 de febrero en la Ruta 51, a la altura del acceso a “Entre Lagos”, donde un grupo de hombres liderados por Natalio Benavídez, vocal de la UOCRA con competencia territorial en Cutral Có y Plaza Huincul, irrumpió en una obra de la empresa AESA.
Hay zonas de conflicto, como el yacimiento Sierra Barrosa y Laje, donde pese a las delimitaciones que hicieron los sectores gremiales ante la subsecretaria de Trabajo de la provincia, el pacto se rompe y no se cumple.
UOCRA: pedido de intervención judicial
Según los denunciantes, atacaron a los trabajadores con golpes de puño, piedrazos y amenazas, además de causar destrozos en vehículos de transporte de personal. Varias víctimas radicaron denuncias policiales, en las que consta que sufrieron lesiones de distinta consideración.
El segundo episodio ocurrió el 21 de marzo en Rincón de Aranda. Según la denuncia, trabajadores de SACDE harían sido intimidados por personas vinculadas a Acsama, quienes les advirtieron que debían abandonar la obra “o atentarían contra su integridad física”.
Estos "aprietes" se habrían repetido durante varios días, hasta que finalmente la facción afectada del líder de Añelo, Juan Carlos Levi, decidió tomar medidas y paralizar la actividad con una “retención de tareas” en reclamo de seguridad.
El trasfondo de la disputa radica en la delimitación de zonas de influencia dentro del gremio. En abril de 2024, el secretario general de la UOCRA, Víctor Carcar, firmó un acta acuerdo para establecer los ámbitos de competencia de cada dirigente en la provincia.
Sin embargo, ese pacto se rompió en varias ocasiones. En el caso de la obra de AESA, se permitió el ingreso de trabajadores vinculados a Benavídez, pese a que la zona no estaba bajo su jurisdicción. Algo similar ocurrió en la obra de SACDE en Rincón de Aranda, donde Acsama intentó tomar el control, a pesar de que el territorio estaba asignado a otro sector.
La denuncia apunta no solo contra los dirigentes sindicales involucrados, sino también contra operadoras y empresas de servicio, para que tengan el control sobre estos desmanejos.
“Si bien el incumplimiento del acuerdo de competencias territoriales no constituye un delito en sí mismo, la permisividad de las firmas ha generado un escenario propicio para hechos de violencia que ya han puesto en riesgo la vida de los trabajadores”, señala el documento presentado en la Fiscalía.
Ante la escalada del conflicto, el gremio solicitó que la Fiscalía General derive el caso a la Oficina de Mediación Penal, con el fin de reunir a todas las partes implicadas —incluidos los sindicalistas acusados y las empresas mencionadas— para buscar una solución y evitar nuevos enfrentamientos.
Sin embargo, la situación sigue tensa en los yacimientos de Vaca Muerta. La justicia podría analizar los elementos presentados en la denuncia, (fotos y videos y audios) pero los trabajadores temen que el conflicto sindical desemboque en nuevos episodios de violencia.
“La pelea por el poder en la UOCRA se está volviendo cada vez más peligrosa. No queremos terminar lastimados o sin trabajo”, expresó un operario que pidió mantenerse en el anonimato.
Con el antecedente de conflictos similares en otras provincias y la sombra de prácticas que han manchado al gremio históricamente, la justicia neuquina ahora puede intervenir antes de que la disputa sindical cobre una dimensión aún más grave, y que vuelva la paz a Vaca Muerta.
UOCRA: las zonas de control de los referentes
En la audiencia de conciliación del año pasado, firmada por Andrea Graff, directora de Delegaciones Confluencia de la Subsecretaría de Trabajo, se estableció que cada una de las facciones internas del gremio, o referentes, iban a tener asignada una zona. Esto, con el fin de dar por terminado a los conflictos, y los episodios de violencia, rivalidades o temas personales.
De acuerdo a esa acta, Víctor Carcar, secretario general del gremio, manejaría la zona de “Río Neuquén para acá”, haciendo referencia a una parte de la zona de la Confluencia. Juan Acsama, sería el referente del área de Tratayén y El Chañar. César Godoy, el control en Rincón de los Sauces. Natalio Benavidez, la representación en Huincul y Cutral Co. Y Juan Carlos Levi (secretario adjunto de la UOCRA), todo el ejido de Añelo hasta Cortaderas y Carranza.
Cada uno debía respetar su sector y evitar disputas. La mesa de negociación aclaró que cualquier conflicto laboral debía canalizarse a través de la Subsecretaría de Trabajo. Pero en el medio pasaron cosas y apuntaron a Cárcar de romper ese acuerdo.
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