Ana Josefa y el Vasco aprovecharon la Semana Santa para ir a vender frutas a la provincia de Buenos Aires y sumar unos pesos. Y comparten la experiencia.
Ana Josefa y el Vasco siguen sumando kilómetros y disfrutando la vida. Y en Semana Santa no iban a perder la oportunidad de agregar una nueva travesía a su interminable y apasionante periplo, ganándose el mango a puro esfuerzo a lo largo y ancho del país, donde llevan la fruta rionegrina en el histórico motorhome.
Son los abuelitos que sin renunciar a ese espíritu viajero se las ingenian para conseguir recursos en tiempo de crisis ya que "ganamos la mínima", como contaron en su momento a LM Cipolletti.
"Salimos el martes a la tarde, dormimos en Río Colorado esa noche. Muchísimos mosquitos ahí pero por suerte todo bien. Al llegar a provincia de Buenos Aires, Tres Arroyos, nos recibió la lluvia, pero todo bien por suerte. ¿Por allá como está el clima?", consulta la mujer a este medio.
De fondo se oye el ruido del motor del noble y confortable vehículo. Raúl se toma un matecito y charla con su compañera de ruta, la de toda la vida. Días previos estuvo con esas mismas manos que ahora sujeta el volante recolectando manzanas, peras y otras frutas de chacareros amigos que le hacen precio o le brindan facilidades de pago.
Una vez que llegan, se instalan en la rotonda de la ruta 226, en Tandil. Allí despliegan todo lo que llevaron, arman el mini stand y enseguida empiezan a caer los fieles clientes.
"Algunos andan de pasada, por el finde largo, otros vienen por la fiesta del Calvario, hay gente nueva y de toda la vida", resume ella agradecida.
Historia de amor y esfuerzo de los abuelitos
"Trabajamos toda la vida para jubilarnos pero no podemos aflojar tampoco ahora. Yo me jubilé, estoy pagando la moratoria por el tema de los aportes. Gano 150 mil pesos, soy asmática crónica y los medicamentos cuestan muy caros. Hay que salir a lucharla, no queda otra”, reflexionó en reciente nota esta rionegrina de Ingeniero Huergo.
“Nos la pasamos cosechando frutas para ponerla en cajones y llevarla. La compramos y vendemos a precio económico”, agrega Josefa. “Contamos con heladera, agua potable, baño con todas las instalaciones, cocina con mesada, bacha, nuestro dormitorio…”, aclaró con orgullo la mujer que tiene 5 hijos, 17 nietos y 6 bisnietos (“todos vivimos en Oro, excepto uno que está en Chile y se lo extraña mucho”).
“Llevamos en el motorhome manzana, pera, tomates, ciruelas, membrillos, frutas con carozo, todo lo que se cultiva en las chacras de Río Negro. Los chacareros nos conocen, nos hacen precios, incluso hay veces que la retiramos ahora y la pagamos cuando volvemos”, explicó Ana Josefa, que por estos días se mostró sorprendida por el alcance de aquella entrevista y los saludos recibidos.
“Yo trabajo arriba del colectivo, envaso y el atiende abajo. También tenemos alguna conserva, berenjena en escabeche, salsa de tomate, en fin..”, amplió.
El Vasco y Ana Josefa no paran y esperan una ayuda divina en Semana Santa. ¡Felices Pascuas, abuelitos!
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