El sorprendente hurto ocurrió en un aula de catequesis y moviliza a la comunidad de la parroquia de Comodoro Rivadavia, que intenta recuperar el rodado.
"Cuando estamos rezando adelante, no vemos lo que pasa atrás. Una persona va a tener que quedarse en el fondo". La frase resume la preocupación que invadió a la comunidad de una iglesia de Chubut después de comprobar el insólito robo que sufrió el cura adentro del templo, cuando estaba a punto de iniciar la misa y todos los fieles se disponían a seguir sus oraciones.
El inesperado robo, que por estas horas los tiene a todos entre la incredulidad y el enojo, sucedió el martes a la mapana en la parroquia María Goretti, del barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia.
Un desconocido ingresó a la iglesia y sin ningún tipo de miramientos se llevó la bicicleta que utilizaba el padre Elkin para movilizarse a diario, mientras él y sus colaboradores estaban concentrados en los últimos preparativos para la misa matutina.
“No imaginé que era la bicicleta del padre”
Hortensia, integrante del equipo parroquial, fue testigo involuntaria del episodio. En determinado momento la mujer vio bajar a un hombre por la escalera interna del edificio, con una bicicleta cargada al hombro, sin imaginar que estaba presenciando un hurto en plena casa de Dios.
"Pensé que era alguien que estaba arriba haciendo algo, nunca imaginé que podía haber sido la bicicleta del padre", se lamentó en diálogo con medios locales.
"Veo que sale para afuera y cuando reaccioné le dije a una compañera: 'Me parece que la bicicleta del padre se la llevaron'", agregó la feligresa.
El ladrón actuó con rapidez y desapareció sin dejar rastros. Cuando Hortensia salió a la calle para intentar ubicarlo, ya era tarde. "Miré para afuera, pero no vi dónde se metió, no lo vi más. Después subí a mirar todas las aulas y la bicicleta no estaba", relató.
El rodado sustraído no solo era el principal medio de movilidad del sacerdote, sino que además no era suyo: alguien se lo había prestado. El padre Elkin se enteró del robo momentos antes de comenzar la celebración religiosa.
"Ahora se quedó sin movilidad, él andaba con su bici incluso para hacer deporte. Y además, como no era suya, está preocupado", se lamentó Hortensia.
Pedido de ayuda a la comunidad
Los integrantes de la comunidad religiosa piden ahora colaboración a los vecinos para recuperar la bicicleta sustraída, a través de un “Aviso Parroquial” difundido en las redes sociales, en el que expresaron su “repudio a un hecho delictivo”.
En la publicación contaron lo sucedido en el Centro Catequístico de la parroquia, donde suele circular gente porque e realizan distintas actividades. “Los referentes parroquiales expresamos un fuerte repudio ante este acto de inseguridad que afecta no solo a nuestro sacerdote, sino a toda la comunidad”, escribieron.
Y agregaron: “Solicitamos a los vecinos mantenerse atentos y comunicarnos ante cualquier información que pueda ayudar a recuperar lo sustraído”, para lo cual, a modo de ayuda, acompañaron el comunicado con la una foto promocional de una bicicleta de la misma marca y modelo que la que utilizaba el párroco, .
“Renovamos nuestro compromiso de seguir trabajando por una comunidad unida, solidaria y segura”, afirmaron en el cierre del mensaje.
Entre los comentarios que despertó la noticia, se destacó el de una usuaria de Facebook que ofreció una valiosa ayuda: “Si tiene una hora aproximada miro las cámaras de mi casa, estoy a la vuelta”, indicó la señora.
"Que avisen acá o a los teléfonos que están circulando en redes. Todo suma para poder recuperarla", pidió por su parte Hortensia en declaraciones a la prensa.
Una iglesia de puertas abiertas... hasta ahora
La vecina comodorense que colabora en la iglesia del barrio explicó que el acceso a la escalera del edificio suele permanecer abierto, ya que por allí ingresan personas que asisten a actividades y catequesis. Esa apertura habitual facilitó la tarea del ladrón.
"Acá entra gente, la puerta de la escalera por ahí está abierta. Nunca te vas a imaginar que puede pasar algo así, pero el que va a robar sabe. Subió, miró y bajó con la bici", sostuvo la mujer.
"Algunos dicen que por cómo se movió, pareciera que conocía el lugar", agregó, intentando aportar detalles que ayuden a la investigación para dar con el responsable.
Tras el inesperado robo, la parroquia anticipa que reforzará algunos controles internos. "Vamos a estar más atentos y la puerta de la escalera quedará cerrada con llave", detalló la integrante del equipo parroquial, luego de un episodio que les demostró de la peor manera que por estos días no pueden rezar tranquilos. .
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