Condenaron al narco que usaba la cucha del perro para ocultar la cocaína
Vive en el barrio Melipal y sumó dos causas por drogas en no más de un mes. No va a ir preso pero deberá donar más de 900 mil pesos al hospital Castro Rendón.
Un narco neuquino que usaba la cucha del perro para ocultar drogas fue condenado pero no irá a la cárcel y solo se verá obligado a donar casi un millón de pesos al servicio de Adicciones del hospital Castro Rendón.
El proceso en contra del hombre, de nombre Luis y con domicilio en el barrio Melipal, se abrió de forma fortuita durante una investigación que llevaba adelante la Unidad Fiscal de Delitos contra las Personas. El fiscal Andrés Azar ordenó un allanamiento con el fin de incautar armas de fuego y el personal de la Comisaría 21 terminó encontrando drogas en una importante cantidad.
El despliegue se hizo el 17 de noviembre de 2024 y lo particular del trabajo policial fue el lugar del hallazgo de un poco más de 200 gramos de cocaína: la cucha del perro. También se incautaron 440 mil pesos en billetes de distinta denominación.
Droga y más de medio millón de pesos en la mochila
Más allá del hallazgo de los estupefacientes, el hombre bajo sospecha no se vio privado de su libertad y el 14 de diciembre del año pasado, una vez más, la Policía provincial lo atrapó con droga encima. El hombre se movilizaba en una moto marca Keller, sin chapa patente, y al ver las fuerzas de seguridad provinciales, no dudó en darse a la fuga. Finalmente, fue interceptado y en una mochila no solo se encontró un envoltorio con cocaína sino que también ocultaba más de medio millón de pesos en efectivo.
Días atrás, la causa se definió en la justicia federal de esta capital y la fiscalía consideró que solo se le podía atribuir el delito de tenencia simple de estupefacientes. Indicó que no había elementos de prueba como para atribuirle la venta de drogas y que su hallazgo fue fortuito.
Por esta razón, las partes intervinientes propusieron un acuerdo de procedimiento abreviado y el hombre con domicilio en el Melipal recibió una condena de un año y medio en suspenso, además de la donación del total del dinero secuestrado en los dos procedimientos.
El acusado contó con la asistencia de un abogado particular. Ambos, confirmaron su acompañamiento al acuerdo pleno con la fiscalía.
El juez de garantías que intervino se limitó a homologar la propuesta y repasar las pautas de conducta que deberá respetar el condenado.
El hombre juzgado, de 26 años, indicó que en la actualidad trabaja en un lavadero de autos.
Celeridad en la definición de las causas
Al igual que la justicia provincial, el proceso que involucró al hombre con domicilio en el Melipal se resolvió en un corto período de tiempo. A diferencia de otras investigaciones que atraviesan varios años, el sospechoso sumó dos imputaciones y se resolvieron en tres meses y medio. Son los plazos que se han impuesto también en el ámbito de la justicia provincial a partir de la entrada en vigencia de la Ley 3488, con una rápida formulación de cargos y el control de acusación en no más de cuatro meses para las causas de microtráfico.
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