Pese a algunos indicadores favorables en mayo y junio, las nuevas versiones de la cuarentena en las provincias estancó las ventas de naftas.
Las ventas de naftas en todo el país siguen sin repuntar. Después de haber registrado indicadores favorables entre mayo y junio, desde entonces se puede observar una tendencia "en meseta" que está complicando al sector de las estaciones de servicio de todo el país. Este escenario tiene una incidencia directa en el nivel de producción de petróleo en todas las cuencas argentinas.
Según supo +e a través de fuentes de la industria, el promedio de caída para las naftas es de un 40,4% en septiembre para la cadena de bocas de expendio de YPF con relación a febrero, el último mes prepandemia. Los domingos, días en donde muchas ciudades en diferentes provincias tienen prohibida la circulación vehicular, la reducción del volumen de ventas llega al 53%.
Esto implica que el consumo de naftas es de un promedio 60% en comparación con los niveles previos a las medidas de cuarentena. Los datos de YPF son representativos de todo el cuadro de situación del expendio, puesto que la petrolera de bandera tiene 54,3% del mercado.
¿Esta es la nueva normalidad para el sector de la venta de combustibles? ¿Esta es la caída final de los volúmenes? Así se lo preguntan en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), que en la presentación del informe estadístico de ventas llegó a la conclusión de que en los últimos seis meses la tendencia de desplome, vuelta a la recuperación y "meseta" puede verse en todos los distritos del país, incluidas las provincias de la Patagonia.
"Tenemos una preocupación muy grande porque detectamos un 'amesetamiento' desde hace tres meses. Esto cortó toda recuperación que venía dándose desde el inicio de la pandemia" afirmó Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, durante la presentación de los datos a través de Zoom. "Los aumentos que hubo son necesarios pero desalientan el consumo. Nuestros socios están trabajando a pérdida", agregó.
Las nuevas prácticas por las medidas de aislamiento social han llevado a desplegar con más fuerza el home office, además las clases seguirán online y no parecieran retornar al modelo presencial al menos este año. La pandemia y la recesión provocaron la tormenta perfecta en la Argentina: una crisis económica agudizada, por lo que muchas actividades productivas no volvieron a trabajar a pleno o incluso temen estar pasando por un proceso de extinción.
Además, algunas ciudades y provincias adoptan un refuerzo en sus cuarentenas cuando se detecta un brote importante de casos -como ocurrió en la provincia de Neuquén con localidades volviendo a Fase 1 por algunos días-.
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