Suspirar, mucho más que un síntoma del estado de ánimo
Estas inhalaciones y exhalaciones profundas son, en realidad, un mecanismo de emergencia pulmonar.
Sin embargo, suspirar tiene una función biológica que excede lo meramente emocional y que se relaciona con la preservación de nuestra capacidad pulmonar.
¿Pero para qué sirve suspirar? Nuestros pulmones poseen cerca de 500 millones de alvéolos, que son como pequeñas bolsitas, encargadas del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre los pulmones y el sistema circulatorio.
Lo más llamativo, según los investigadores es que, "los suspiros parecen ser regulados por el menor número de neuronas que hemos visto asociados con un comportamiento humano fundamental".
"Esto hace que ingrese el doble del volumen normal de una respiración", explicó Jack Feldman, miembro del Instituto de Investigación Cerebral y profesor de neurobiología en la Escuela de Medicina de UCLA.
"Un suspiro es una respiración profunda, pero no es algo voluntario. Empieza como una inhalación normal, pero antes de expirar tomás una segunda inhalación por encima de la primera", describió el experto y advirtió que "si nos suspiráramos cada cinco minutos, aproximadamente, los alvéolos lentamente colapsarían y los pulmones comenzarían a fallar".
El regulador de temperatura
El bostezo es otro de los tipos de respiración involuntarios. Aunque poco se sabe sobre él, una reciente hipótesis sostiene que serviría para refrigerar el cerebro, lo que supone mayor eficiencia y activación mental.
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