Agente penitenciaria obligada a retirarse se esposó en Casa de Gobierno
La policía manifiesta que fue pasada a retiro bajo argumentos falsos y reclama que le devuelvan su trabajo, que es la única fuente de sostén para sus hijos.
Una policía, ex agente penitenciaria, asegura que fue obligada a retirarse de la fuerza sin argumentos reales y reclama que le devuelvan su trabajo, única fuente de ingreso para mantener a sus hijos. Se esposó frente a Casa de Gobierno hasta recibir una citación oficial.
Arelí González era agente penitenciaria hacía 11 años, hasta que en marzo de este año le llegó por escrito una notificación de retiro obligatorio.
"Me encuadran en un montón de artículos y de cosas de los que entiendo poco y nada porque jamás trabajé en lo administrativo, siempre trabajé con los internos. Ya vine a Casa de gobierno cuatro veces y nadie me dio una solución. Lo único que quiero es que me devuelvan mi trabajo, que lo hablemos porque la solución la tienen ellos, la última palabra la tienen ellos, que me dejen de mentir", expresó.
La mujer indicó que ya fue atendida por varios funcionarios, incluida la ministra de Seguridad, Vanina Merlo. Sin embargo, no ha podido resolver su reclamo. "Así me tienen hace más de un mes, hace dos meses que no cobro el sueldo y tengo dos hijos con discapacidades que mantener", confió.
Ante la falta de solución y la desesperación que le genera su situación personal, Arelí resolvió plantarse ante Casa de Gobierno y este viernes por la mañana se esposó en una de las barandas del ingreso exigiendo ser atendida. Sin embargo, los policías del ingreso le adelantaron que los funcionarios que podrían atenderla estaban de viaje, y por ello no recibiría una respuesta en el día.
"Primero que nada, estamos en pandemia y no podían echar a nadie hasta diciembre, es ley. Segundo, me echaron y dejaron el papel cuando yo ni estaba en mi casa, me lo tiraron, nadie me llamó para avisarme antes. Lo más grave que yo tengo en mi servicio son ausencias, pero de cuatro años atrás, eso están evaluando", reclamó.
En este sentido, confió que algunas circunstancias de su vida la complicaron en su trabajo, pero pudo superarlas. "Tengo hijos con discapacidad y viví violencia de genero seis años y la Policía siempre me soltó la mano. Yo fui a trabajar con los ojos negros y me hicieron quedarme las 12 horas de servicio y después hacer la denuncia. Mi ex pareja fue a fiscalía, donde yo trabajaba, a decirme un montón de cosas. Yo no le respondí y fue y me clavó una perimetral. Me cagó a azotes seis años, pero pude salir de ahí y acomodé mi vida, la Policía lo sabe", contó.
Por otro lado, contó que al desafiar su retiro obligatorio, le indicaron que había recibido una calificación que la declaraba "inepta" para la función, aunque aseguró que la misma era incorrecta. Al demostrar la recibida (que la calificaba como "apta"), fue acusada de haber falsificado la documentación y debió recurrir a un escribano, al cual también le tuvo que pagar de su bolsillo.
"Yo no hice nada malo como para llegar a esta situación, ahora no me escuchan y de la noche a la mañana me dejan sin trabajo. Hace dos meses que no cobro y tengo dos criaturas que mantener, este trabajo hoy es lo que sostiene a mi familia. Me dicen que me tranquilice, que no es la forma y, ¿cuál es la forma? Si ya me atendieron tres veces, se me están riendo en la cara", expresó muy angustiada.
Por otro lado, indicó que también recibió asesoramiento de un abogado, quien habló con autoridades del gobierno, y desde entonces "no le atiende el teléfono y no da la cara".
Finalmente, Arelí recibió una citación escrita firmada por la ministra Merlo, para reunirse este próximo lunes a discutir su situación.
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