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Así se comercializaban los certificados truchos en la Policía

Se pedían a un celular y se entregaban en una vivienda particular. Se pagaba entre 350 y 500 pesos por certificado dependiendo de la cantidad de días.

Por Guillermo Elía - [email protected]

Tras salir a la luz el escándalo de los certificados truchos en la Policía, que tiene a 37 agentes bajo investigación por el delito de defraudación a la administración pública, ahora se conocen detalles de cómo funcionaba el negocio de la venta de certificados.

Tras revelar LMN la maniobra, que denunció en julio pasado la propia Policía e investiga la fiscalía de Delitos Patrimoniales, ya fue pasada a disponibilidad la agente que confeccionó 90 de los 120 certificados detectados.

Se trata de una joven con dos años de antigüedad en la fuerza que se desempeñaba en el área de Monitoreo de Cámaras, de hecho la mayoría de sus compañeros están involucrados, son 20 los agentes de esa área que presentaron este tipo de certificados para no ir a trabajar y tomarse una suerte de “finde largo” cada tanto.

La joven que redactó cada uno de los 90 certificados, según confirmó una pericia caligráfica, es sobrina de una asesora letrada de la Jefatura, es decir que no tuvo reparo en nada a pesar de que conoce las sanciones que enfrenta, en este caso la exoneración.

La venta de certificado

Con la investigación en la tapa del LMN y la repercusión pública que tuvo el hecho, varios de los involucrados, que son hijos de altos mandos en actividad y retirados, ya comenzaron a brindar más detalles de la maniobra para evitar la peor de todas las sanciones: la exoneración. Fue así que ya surgieron los primeros detalles.

Cuando algún policía quería un certificado, se contactaba con la joven por celular o con un tercero ajeno a la Policía y solo tenía que dar sus datos personales, DNI y cantidad de días que quería, por lo general entre 48 y 72 horas.

A partir de ahí comenzaba a trabajar la joven fuera del horario de oficina, de hecho en su casa se encontraron varios certificados.

El policía que lo solicitaba debía pasarlo a buscar por una vivienda particular donde a su vez pagaba entre 350 y 500 pesos dependiendo la cantidad de días.

Es decir que la comercialización de certificados era una changa que le puede haber ayudado a conseguir, como mucho, 50 mil pesos extras durante casi un semestre.

Definir un criterio

Internamente en la Policía analizan el camino a seguir, porque si bien sería ejemplificador exonerarlos a todos, también son conscientes que es una medida desproporcionada.

Hay agentes que presentaron dos o tres y otro que llegó a los 17 certificados. Si bien se trata de un delito, todos ponen sobre la balanza el caso de Luis Matus, el policía que fue condenado por apremios ilegales a tres años de prisión en suspenso y a pesar de que por reglamento debían exonerarlo, continúo en la Institución y hasta fue eje de una polémica foto junto al gobernador Omar Gutiérrez.

Es por esto que se estima que deberán definir un criterio para las sanciones que se impondrán en cada uno de los casos. Cierto es que la joven sobrina de la asesora letrada de la Jefatura no seguirá en la Policía.

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