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Bárbaro: "Hoy Alberto Fernández nos gobierna sin ideas, por eso estamos sin rumbo"

En una extensa charla con LMN, el politólogo Julio Bárbaro apunta contra la guerrilla de los '70, el uso de los derechos humanos durante el kirchnerismo y la falta en la actualidad de un escenario de real debate político.

El histórico dirigente peronista Julio Bárbaro confiesa que transita la pandemia sin miedo, con libertad “exagerada” pero consciente de todos los cuidados que debe tomar para no contagiarse a los 79 años. “La pandemia no me cambió casi nada, fui a todos los programas de televisión que me han invitado”, afirma con su voz ronca del otro lado del teléfono al comienzo de la charla con LMNeuquén.

Participé de los gobiernos peronistas que marcaron a fuego la Argentina en las últimas décadas, Bárbaro cuenta con alegría que la editorial Penguin Random House reeditará en los próximos meses su libro Juicio a los ’70 (la primera edición fue en 2009), en el que desde su experiencia personal hace un balance de la política setentista en la Argentina y lanza una fuerte autocrítica a la guerrilla encabezada por Montoneros. Bárbaro repasó los errores de la dirigencia guerrillera "que se creía iluminada” y cuestionó el uso que hizo Néstor y Cristina Kirchner “de aquella herencia, glorificando una militancia que se derrumbó por el propio peso de su ineptitud".

¿Por qué afirma que Néstor Kirchner se inventó una continuidad de los derechos humanos que no existió?

La guerrilla de los ’70 es una guerrilla que fue reivindicada por los deudos, es decir por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que no tenían la más remota idea de lo que hacían sus hijos. Somos un país que no pudo instalar el apellido Rucci en la lápida de los caídos porque lo mataron los montoneros y creen que estaba bien muerto. Cómo se pacifica un país desde ahí. En la dictadura, Horacio Verbitsky trabajaba para la Aeronáutica, los Kirchner hacían dinero y Raúl Zaffaroni era juez. En un momento, en que Néstor Kirchner se las ve feas por algunas articulaciones de negociados recurre a los derechos humanos para encubrir su codicia. Néstor era un hombre que imaginaba que el verdadero poder estaba en el dinero.

En los '70 la violencia estuvo presente, ¿se podía pensar que desde esa experiencia trágica, con muertos y desaparecidos, se podía cambiar la forma de hacer política?

El mayor acto de demencia de la violencia en la Argentina fue la Contraofensiva que es la voluntad de los jefes de montoneros, Mario Firmenich, Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía, de entregar a los dignos que quedaban vivos. En ese caso, en Europa se niegan a volver Rodolfo Galimberti y Juan Gelman. Desde Gelman a Rodolfo Walsh todos están enfrentados con el mediocre y supuestamente traidor de Firmenich. Tanto es así que esta es una guerrilla en la que sus jefes son unos impresentables, no pueden sostener un diálogo, no tienen coherencia, porque además mandaron a morir a todos para vivir ellos.

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Por eso reivindica la figura de José "Pepe" Mujica, de guerrillero tupamaro a presidente de Uruguay.

Más bien. Mujica es un hombre con vocación; Firmenich es un vivo con vocación de transfuga. El tema es que en Uruguay, así como Mujica es la izquierda y Julio María Sanguinetti es la derecha, pero Sanguinetti al lado de Macri es Winston Churchill. Estos tipos lo que tienen esencialmente es coherencia. La Argentina de lo que carece es de vidas coherentes. Por eso se dice esta estupidez de que nadie resiste un archivo. No es así, los que gobiernan no resisten un archivo. Yo puedo tener mi discurso de la muerte de Rucci en 1973 y digo lo mismo que diría hoy; y como yo hay miles. En la Argentina la picaresca hizo que la política se transformara en una estructura de negocios.

¿La violencia quebró el debate de las ideas?

Sí, la violencia vino a cortar el debate ideológico no a enriquecerlo. Antes la Argentina tenía un debate ideológico riquísimo que estaba en revistas como Primera Plana y Confirmado, pero también estaba en las calles y en las universidades. La aparición del guevarismo hizo que las armas mataran a las filosofías. La guerrilla no enriquece el debate, lo destruye. El debate de la política argentina es de una decadencia fenomenal, hoy hay un debate sin ideas, es un debate a nivel Jaime Duran Barba, es el grotesco de la idea.

"El debate de la política argentina es de una decadencia fenomenal, hoy hay un debate sin ideas, es un debate a nivel Jaime Duran Barba, es el grotesco de la idea".

A pesar que dentro del peronismo hay tensiones, quiebres, intereses; sigue sosteniendo que ¿es una forma de identidad?

Yo digo que el peronismo murió con Perón. Muere con Perón pero luego tiene una propuesta que es la pacificación y nunca más se pacificó. El más peronista que tuvimos fue Raúl Alfonsín porque Menem fue la antipatria en estado puro. Menem vino a vender lo que el argentino había construido durante toda su historia.

¿Pero usted participó del gobierno de Menem como secretario de Cultura?

Yo duré dos años con Carlos Menem, y ayudé a impulsar el acuerdo con Bunge y Born que era la burguesía nacional. Acuerdo que la izquierda estúpida nunca entendió nada. Del otro lado de la burguesía nacional estaba Domingo Cavallo que era la dependencia extranjera, al que siempre se lo fue a buscar porque era el representante de los intereses de las internacionales. Creo que no hay un país sin un grupo de industriales que defienda la patria.

"Hay una diferencia importante entre Néstor y Cristina. Néstor acariciaba el lomo de la izquierda pero nunca le daba cargos, Cristina se quedó prisionera de esa izquierda que son los del PC, del canal Encuentro, Hugo Sigman".

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¿Así como se enfrentó al menemismo, hizo lo mismo con el gobierno de Néstor Kirchner cuando fue titular del Comité Federal de Radiodifusión?

Con Nestor Kirchner duré cuatro años en el Comfer, aclarándole que no iba a aceptar ningún cargo que dependiera de él, siendo mi amigo del alma. Yo le decía: ‘Vos te ocupas de humillar a la gente que depende de vos’. Y a mí no me gusta que me humillen. Néstor Kirchner a Alberto Fernández lo tenía como a un empleado eficiente pero sin pensamiento. Néstor sabía perfectamente que Alberto no tenía pensamiento. Hoy Alberto nos gobierna sin pensamiento, sin ideas por eso estamos sin rumbo, por eso no sabemos hacia dónde vamos. Nunca creí en Alberto Fernández. Acá nos olvidamos de lo que fue el Frepaso con Vilma Ibarra y todos esos grotescos que creen que son progresistas porque no tienen historia no tienen presente y no saben hacia dónde van.

¿Cuál es el rol de Cristina Kirchner hoy?

Cristina en alguna medida tiene algún poder de desarrollar el fanatismo y debajo tiene un montón de gente. Hay una diferencia importante entre Néstor y Cristina. Néstor acariciaba el lomo de la izquierda pero nunca le daba cargos, Cristina se quedó prisionera de esa izquierda que son los del PC, los del canal Encuentro, Hugo Sigman, todo ese izquierdismo que en el fondo a lo que te lleva es a un autoritarismo sin justicia social. Esa es la izquierda hoy, te saca la libertad y no te da de comer. No hay un burgués nacional con ganas de salvar el país.

"Nuestro drama es que éramos admiradores de Europa y terminamos enamorados de Miami. Y Miami es una mala réplica de La Habana".

¿Le parece que la oposición puede ofrecer algo?

En la oposición hoy no hay absolutamente nadie. Patricia Bullrich es mi amiga, es una buena persona pero no tiene talento. El problema es que la política transita la sutileza y nosotros la queremos dejar en manos de una brocha gorda.

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¿Sigue pensando que es posible un escenario político donde se debatan ideas más que se siga profundizando la grieta que ni la pandemia logró frenar?

Los chinos fueron comunistas pero nunca dejaron de ser chinos; primero eran chinos después comunistas. Los yanquis, primero son yanquis y después de Donald Trump o de Joe Biden. Cuando alguna vez hablé con el Papa Francisco uno de los temas de conversación que hemos tenido fue sobre "Megafón o la guerra" de Leopoldo Marechal porque ese libro defiende esta concepción de la identidad. Acá la estupidez es no darse cuenta por qué Italia es Italia, porque los napolitanos no dejaron entrar a McDonald's, dijeron nosotros tenemos la pizza. Vos sos lo que sos cuando defendés tu identidad sino no sos nada. El drama nuestro es que nosotros éramos admiradores de Europa y terminamos enamorados de Miami. Y Miami es de plástico, es una mala réplica de La Habana. Mejor vayamos a ver el original que es más hermoso, tiene más vitalidad, más ritmo, más literatura. Si la vida es para ver vidrieras entonces no se tiene nada adentro. La política es discusión, es debate, la política es lo que hacen los tipos que sueñan el futuro. El error de Francis Fukuyama fue decir que había llegado el fin de la historia, y la historia siguió girando. ¿Qué esta viviendo la humanidad hoy? Está viviendo una tensión entre las culturas y el dinero. Entonces, para el dinero vos y yo somos dos consumidores pero para las culturas somos dos argentinos. Tenemos una originalidad que hay que respetar. Los españoles tienen tanta riqueza que los catalanes se quieren liberar de Madrid. Acá no hay identidad en ningún lado, no estamos enganchados con nuestra identidad como Brasil, Uruguay, Chile que aman lo que son.

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