Atención: entramos en Mercurio retrógrado y todo será peor

Desde una perspectiva astronómica, el fenómeno del Mercurio retrógrado es simplemente una ilusión óptica que se produce cuando, desde la Tierra, parece que el planeta se mueve hacia atrás, aunque en realidad se está moviendo más lentamente. Actualmente nos encontramos en una de estas fases de Mercurio retrógrado, que ocurre de tres a cuatro veces al año, cuando el planeta se aproxima a la órbita de la Tierra. Así, desde el 21 de abril hasta el 15 de mayo, estaremos en la fase de Mercurio retrógrado.

Aunque el Mercurio retrógrado no tiene interés astronómico, se cree que los cuerpos celestes y los eventos astronómicos influyen en las emociones, sentimientos y personalidades de las personas. Por lo tanto, el Mercurio retrógrado tiene interpretaciones variadas en la astrología, aunque generalmente se considera un periodo negativo.

Durante esta fase, Mercurio se encuentra debilitado, entorpecido, retardado o interrumpido. Las energías del planeta actúan de forma latente para luego manifestarse de nuevo una vez pasada la fase retrógrada. Durante estas semanas, hay riesgo de que los ámbitos regidos por el planeta experimenten problemas, retrasos, baches, trabas u obstáculos inesperados de mayor o menor importancia.

Los ámbitos más influenciados por el Mercurio retrógrado son la comunicación, tanto escrita como hablada, el ámbito administrativo y burocrático, el comercio y los negocios, los vendedores y las relaciones públicas. También influye en los viajes y el transporte.

A pesar de que no existe evidencia científica que respalde la relación entre los movimientos retrógrados de los planetas y los eventos en la vida cotidiana, el concepto del Mercurio retrógrado ha ganado popularidad en la cultura popular y en la astrología moderna. Se cree que durante este período, la comunicación y la toma de decisiones pueden ser más difíciles, y que pueden surgir malentendidos o problemas técnicos en la tecnología.

También se ha dicho que el Mercurio retrógrado puede tener un efecto más intenso en las personas nacidas bajo el signo astrológico de Géminis o Virgo, los cuales son considerados como los regidos por Mercurio. Se sugiere que estos individuos pueden experimentar mayores desafíos en su vida durante este período, especialmente en los aspectos relacionados con la comunicación y los viajes.