La censura de DeepSeek: ¿la IA china nos dominará?
DeepSeek, la nueva inteligencia artificial de China, se destaca por su rápido ascenso en las descargas, pero su censura sobre temas sensibles genera preocupación.
DeepSeek, el nuevo modelo de inteligencia artificial (IA) desarrollado en China, se posiciona como una alternativa destacada frente a los tradicionales modelos de inteligencia artificial liderados por empresas estadounidenses, como OpenAI con su ChatGPT. El modelo DeepSeek-R1 logró alcanzar el primer puesto en las listas de descargas gratuitas de la App Store en China y Estados Unidos.
Su éxito puede atribuirse a su enfoque innovador basado en el código abierto, sus bajos costos y su eficiencia en la resolución de problemas complejos, como matemáticas, programación e inferencia de lenguaje natural.
Aunque DeepSeek se presenta como una competencia directa de los modelos desarrollados por empresas de Estados Unidos, algunos expertos sugieren que su verdadero objetivo es ganar influencia en los mercados emergentes y establecer estándares globales en el desarrollo de IA. Esta estrategia encaja dentro de los esfuerzos de China por consolidar su liderazgo tecnológico, especialmente en sectores clave como la inteligencia artificial. Sin embargo, detrás de este avance se encuentra un componente polémico: la censura.
Censura y control sobre temas delicados
A pesar de la eficiencia técnica de DeepSeek, el modelo está diseñado para operar dentro de los límites de los valores establecidos por el gobierno chino. Esto se refleja en las respuestas del sistema a temas delicados o controvertidos, como la Masacre de Tiananmen de 1989 o la situación de Taiwán. Cuando los usuarios intentan abordar estos temas con DeepSeek, el modelo evita dar respuestas claras o se limita a ofrecer respuestas generalistas que se alinean con la narrativa oficial del gobierno chino.
Por ejemplo, al preguntar sobre los eventos ocurridos en Tiananmen, DeepSeek responde con una declaración que evita mencionar el suceso y se enfoca en la estabilidad y el desarrollo del país bajo el liderazgo del Partido Comunista. En lugar de discutir hechos históricos, DeepSeek redirige las conversaciones hacia temas más "neutrales" como matemáticas, lógica o codificación, lo que genera desconfianza sobre la capacidad de este modelo para tratar cuestiones complejas y delicadas de manera imparcial.
En cuanto a la cuestión de los derechos humanos, DeepSeek prefiere no opinar sobre la situación interna de China, aunque ofrece respuestas diplomáticas cuando se le pregunta por otros países. Por ejemplo, al preguntarle sobre el respeto de los derechos humanos por parte de figuras políticas como Xi Jinping o Donald Trump, DeepSeek evita hacer comentarios críticos y se limita a ofrecer respuestas que resalten el respeto por los caminos nacionales de cada país.
El impacto global de DeepSeek
La aparición de DeepSeek como un competidor del ChatGPT de OpenAI no solo marca una tendencia en el ámbito de la inteligencia artificial, sino que también refleja las tensiones geopolíticas entre China y Occidente. China ha impuesto regulaciones estrictas sobre el uso de la IA para garantizar que sus servicios respeten los "valores socialistas fundamentales" y evitar que se genere contenido que ponga en peligro la seguridad nacional o la estabilidad social.
En 2023, el gobierno de China aprobó normativas para regular los servicios de IA, enfocándose en la seguridad y el control del contenido. Estos cambios responden a la necesidad de equilibrar el avance tecnológico con los intereses políticos y sociales del país. Si bien DeepSeek puede ofrecer una alternativa valiosa a los modelos occidentales, la censura implementada en el sistema genera dudas sobre su capacidad para operar en un entorno global sin restricciones.
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