¿Qué pasaría si la humanidad recibiera un mensaje del espacio?
El proyecto A Sign in Space, liderado por la artista Daniela de Paulis, simuló un mensaje alienígena para explorar cómo responderíamos.
Imaginemos que, un día cualquiera, la humanidad recibe un mensaje claro y directo de una forma de vida inteligente en otro rincón del universo. Sin embargo, una pregunta crucial surge de inmediato: ¿seríamos capaces de entenderlo? La artista multimedia Daniela de Paulis, junto con científicos del Instituto SETI y otras organizaciones espaciales, se propusieron responder a esta interrogante.
Este experimento, llamado proyecto A Sign in Space, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), el Observatorio Green Bank y el Instituto Nacional Italiano de Astrofísica (INAF), tenía un objetivo ambicioso: simular un mensaje extraterrestre y observar cómo la humanidad intentaría descifrarlo.
La llegada del mensaje simulado
El mensaje, transmitido por una nave de la ESA en mayo de 2023, no era extraterrestre en sentido literal, pero fue diseñado para desafiar a científicos y aficionados por igual. Tres observatorios de radio en la Tierra interceptaron la señal que, aunque transmitida desde Marte, estaba repleta de detalles que requerían conocimientos profundos en física y biología. El proceso de recepción y decodificación comenzó rápidamente, y en pocos días, alrededor de cinco mil personas en una comunidad online trabajaron arduamente para extraer la señal de los datos originales. Sin embargo, decodificar su contenido exacto llevó mucho más tiempo.
Finalmente, en junio, el dúo compuesto por Ken y Keli Chaffin logró resolver el rompecabezas y compartió sus hallazgos con Daniela de Paulis. El mensaje simulaba cinco aminoácidos, estructuras esenciales para la vida en la Tierra, dispuestos de forma que recordaban patrones celulares. La interpretación sugería un mensaje sobre los bloques fundamentales de la vida, lo que generó un intenso debate en la comunidad científica y entre el público.
El proceso de descifrado
El proceso de interpretación involucró un minucioso análisis. Para Ken y Keli, los pasos iniciales consistieron en diferenciar los datos útiles de la señal de ruido. Tras este primer paso, el verdadero desafío fue descifrar la estructura lógica y biológica de los patrones. La colaboración de expertos y entusiastas de todo el mundo hizo posible este esfuerzo interdisciplinario. Finalmente, los patrones fueron identificados como un posible modelo celular, representando un proceso hipotético mediante el cual una civilización alienígena podría intentar explicar conceptos básicos de vida.
Este logro reflejó el potencial de la colaboración entre científicos profesionales y ciudadanos comunes. El entusiasmo y la dedicación con los que se trabajó mostraron que la humanidad cuenta con una capacidad de respuesta y trabajo conjunto que puede ser muy útil en una situación real de comunicación interplanetaria.
Un ensayo de comunicación interplanetaria
Aunque el mensaje no provenía de extraterrestres reales, el proyecto de A Sign in Space brindó una oportunidad única para reflexionar sobre cómo reaccionaríamos si, algún día, recibimos una señal auténtica desde fuera de nuestro sistema solar. Los debates que siguieron a la decodificación han explorado aspectos profundos, como los métodos de comunicación universal y las diferencias culturales entre civilizaciones. ¿Estaríamos listos para comprender y responder a un mensaje alienígena si realmente llegara? La experiencia sugiere que aún quedan desafíos, especialmente en términos de interpretación.
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