Revelan que un abrazo es tan poderoso como un ansiolítico
Según expertos, para alcanzar la felicidad es necesario dar y recibir entre 8 y 12 abrazos al día.
Todos disfrutamos de un buen abrazo. Ya sea para expresar alegría, tristeza, felicidad o consuelo, estos gestos representan una de las expresiones de cariño y afecto más espontáneas y naturales del ser humano desde tiempos remotos hasta el presente. En momentos felices o difíciles, los abrazos brindan consuelo y fortalecen los vínculos emocionales entre las personas. Ahora la ciencia puede explicar lo que afirmaba el escritor brasileño Paulo Coelho: "Cada vez que abrazamos genuinamente a alguien, ganamos un día de vida".
La ciencia ahora establece que cuando nos abrazan se desencadenan una serie de reacciones que el cerebro transmite al resto del cuerpo, explicando el efecto reconfortante que tienen en la mente y el cuerpo. Expertos sugieren que hay una cantidad determinada de abrazos que necesitamos cada día para experimentar plenitud emocional. Pero antes veamos los motivos.
¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando nos abrazan?
Al recibir un abrazo, nuestro cuerpo empieza a producir oxitocina, un neuromodulador del sistema nervioso central relacionado directamente con nuestro aspecto social y sentimental, conocido como la "hormona del amor". Esta hormona se libera a través del contacto físico y juega un papel crucial en la creación de vínculos afectivos y confianza con quienes nos abrazan. Los abrazos también están vinculados con otras hormonas, como la serotonina o la dopamina, que reducen el estrés y mejoran nuestro estado de ánimo.
Además de sus efectos emocionales, los abrazos tienen impacto físico: relajan la presión arterial, reducen las pulsaciones, regulan nuestras emociones y pueden actuar como analgésico. Según explicó el neurólogo Pablo Eguía de la Sociedad Española de Neurólogos, "es probable que a nivel cerebral un abrazo active circuitos capaces de bloquear o disminuir el dolor proveniente de una lesión o extremidad".
Los abrazos son cruciales en el desarrollo tanto de niños como de adultos. En la infancia, estas muestras de cariño son fundamentales para el desarrollo cognitivo, físico y emocional, sentando las bases de la persona que llegarán a ser. Sin embargo, los adultos también necesitan abrazos, especialmente en momentos de estrés, ansiedad o tristeza, ya que estos gestos pueden calmar, reconfortar y transmitir cariño, influyendo en aspectos como la autoestima y la sensación de soledad.
¿Cuántos abrazos son necesarios al día?
Aunque parezca mentira, los expertos han logrado identificar una cantidad específica de abrazos que necesitamos para alcanzar la plenitud emocional: según la psicóloga española Ana Asensio, para experimentar felicidad es necesario dar y recibir entre 8 y 12 abrazos al día, cada uno con una duración mínima de 8 segundos. Estos abrazos tienen efectos positivos equiparables a los de un ansiolítico.
En definitiva, los abrazos son mucho más que simples gestos de afecto. Son una necesidad humana fundamental que influye en nuestra salud emocional y física. En un mundo cada vez más conectado digitalmente pero a veces desconectado emocionalmente, es importante recordar el poder de un abrazo para sanar, fortalecer y conectar a las personas. Así que la próxima vez que tengas la oportunidad, la ciencia recomienda abrazar con fuerza y amor, y quizás sea menos necesario consumir ansiolíticos.
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