Opiniones encontradas. El extraño sistema de definiciones involucra a infantiles y los carga de responsabilidad. Voces a favor y en contra.
Martín Gamero
Neuquén.- Ya se cerró la fase regular de las dos categorías que posee la Liga del Fútbol del Neuquén y también se definieron ascensos, descensos y clasificaciones a los playoffs en el caso de la A.
En el 2012 se modificó el sistema para determinar las posiciones y, a pesar de que sigue evolucionando, lo cierto es que aún restan temas para debatir y profundizar. Uno de ellos tiene que ver con la forma en que se suma puntos en una clasificación general protagonizada por ocho categorías: décima (2004), novena (2003), octava (2002), séptima (2001), sexta (2000), quinta (98-99), reserva (3 mayores de 21 en cancha) y Primera.
La primera de esas divisiones comprende a chicos de entre 12 y 13 años. Ellos son los actores principales por los cuales se genera polémica cuando se habla de la exigencia que pueden sufrir a temprana edad, esa obligación de ganar para ayudar a las otras esferas futboleras. Por dicha situación, el presidente de Lifune, Luis Sánchez, dijo: “Al fútbol se puede jugar en la plaza del barrio, a nivel comunitario o federado. Es una elección del padre”.
El formato se modificó en 2012. Hay una tabla general que incluye de la décima a la la primera.
Resultados de los pibes a veces influyen en los ascensos y descensos de los clubes.
Igualmente, la máxima autoridad reconoce que no se puede permitir que las definiciones por ascenso o descenso tengan que asumirlas los más chicos. “Los mismos que hoy dicen que los chicos tienen presión son los que no levantaron las voces cuando muchos clubes presentaban 8 o 10 jugadores en alguna divisional”, recriminó Sánchez.
Uno de los argumentos a favor de este formato es que promueve las divisiones formativas, ya que los clubes deben apostar a ellas para alcanzar los objetivos.
Marcelo Prestiano es papá de Luciano, un chico que juega en Sapere, y además dirige la octava del club. “Habría que modificar el formato, pero la verdad es que es muy competitivo”, consideró. Fabián Tardella, DT de la quinta y sexta de Independiente y entrenador de los Juegos de la Araucanía, propone una alternativa: “Tal vez si sólo sumaran puntos para una tabla general la primera, quinta, sexta, séptima y reserva y el resto (octava, novena, décima) no, los chicos dejarían de tener esa obligación”.
Otro técnico que se mete en el debate que propone LMN y cuestiona el formato es Antonio López, quien dirige la novena y décima de San Patricio. “La liga debería rever el tema del ascenso y descenso. Muchos de los chicos juegan por jugar y no saben lo que significa una situación como perder una categoría”. En la misma sintonía que Tardella afirma: “Sólo deberían sumar las cuatro categorías principales”.
La última parte en esta historia es el jugador. Rubens Sambueza, uno de los mayores cracks surgidos de Lifune, opinó desde México: “No me parece responsable el formato para los chicos. Es una barbaridad”. Por otra parte, Sebastián Hechenleitner es categoría 2002 y representa a los colores de Sapere. Tiene muy claro su concepto a pesar de sus 14 años y se manifestó a favor del formato: “Presión siento en cada partido porque todos son importantes, y más cuando son definitorios”. Según Sebastián, sería más presión si el logro deportivo sólo dependiera de algunas categorías.
Habrá que seguir evaluando este sistema y buscar soluciones para que los más pequeños no tengan que definir desde temprana edad el futuro de un club.
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