La historia de Urcera, el rionegrino que le devolvió la gloria a Torino

Torino volvió a dominar el Turismo Carretera 51 años después, de la mano del rionegrino Manuel Urcera, nacido en San Antonio Oeste el 9 de julio de 1991 y radicado en Cipolletti desde 1997, ciudad en la que comenzó a relacionarse con los fierros a través de las motos. Las MX lo atrajeron desde pequeño y alternó participaciones entre los peraltes el Enduro, donde gritó campeón por primera vez en 2009 en la clase 2T Pro.

A la temporada siguiente repitió la corona en moto, lo que motivó el cambio a las 4 ruedas. El TC Neuquino y la Monomarca Gol, junto al preparador cipoleño Javier Moreiro, lo recibieron en 2011 para sumar las primeras experiencias. Incluso el Súpercar Pampeano le sirvió para darle más kilómetros de manejo. Rápidamente se consagró en el TC neuquino y fue segundo en la monomarca.

Todo lo que necesitaba para dar el salto a las categorías de la ACTC lo acumuló en la zona y el TC Mouras fue el primer peldaño dentro de las grandes estructuras, junto al JP Racing y en un Chevrolet. En ese mismo 2012 ganó una carrera y logró meterse en los playoffs de la categoría, mientras sacaba chapa para sumergirse por primera en la Clase 3 del Turismo Nacional.

El 2014 lo encontró a dos frentes con el TC Mouras y el TC Pista, la antesala de la categoría grande del automovilismo argentino. A los 23 años, protagonizaría con el neuquino Camilo Echevarría verdaderos clásicos fierreros.

Su gran campaña no alcanzó para coronarse, pero como subcampeón de Echevarría alcanzó el anhelado ascenso al Turismo Carretera que lo recibió en 2015. Desde entonces, han sido 118 carreras en la división con 6 finales ganadas, 12 series y 8 pole position. La última de ellas justamente en San Juan para su primera coronación.

Mucho del aplomo ganado para redondear un Gran Premio asfixiante, bajo los 40 grados en el Villicum, se lo debe a la solvencia con que en 2019 y 2020 logró ser campeón del TN junto al Larrauri Racing. Absorber la presión en San Juan no fue fácil contra nombres importantes como el de Mariano Werner que con el Ford lo llevó al esfuerzo máximo.

Infravalorado por sus posibilidades presupuestarias, logró plasmar su nombre para siempre en la galería de los grandes, llevando con sus 31 años de edad a la gloria perdida por la marca nacional en la categoría emblema del automovilismo argentino. “Manuel Urcera campeón del TC”, una chapa indeleble en una trayectoria deportiva ascendente que ya se encuentra dando los primeros pasos en el campo internacional.