El asesino, en las puertas de la libertad condicional
Por ahora, la Justicia le niega el beneficio pero no le brinda tratamiento.
Guillermo Elía
Neuquén. Se cumplen 20 años de uno de los asesinatos múltiples más importantes de la historia contemporánea de Neuquén. El asesino, Julio Aquines, está en condiciones de recibir el beneficio de la libertad condicional, pero nadie quiere autorizarla porque los informes crimonológicos le son desfavorables. Su defensora oficial, Luciana Petraglia, requirió un tratamiento cognitivo conductual, pero no hay profesionales que lo brinden.
El 14 de noviembre de 1998 la costa del río Limay se transformó en un escenario macabro. Aquines atacó a cinco chicos: dos zafaron fingiendo estar muertos pero a los otros tres los asesinó y los quemó. Por este episodio fue condenado a prisión perpetua.
A lo largo de los 20 años que lleva preso, los informes psiquiátricos parecen repetirse al describirlo. Narcisista, hipersensible a la crítica con incapacidad de conectar emocionalmente con otras personas y una autoestima muy vulnerable. Tiene una mirada del mundo externo con desconfianza extrema y un pensamiento paranoide con actos violentos descontrolados. Los informes agregan que su personalidad es antisocial y desde lo intelectual se habla de un pensamiento deficitario.
El Estado está omitiendo el tratamiento y le niegan el derecho a la resocialización”,dijo Luciana Petraglia, defensora oficial de Julio aquines
Asesino de manual
La mayoría de los grandes asesinos seriales y múltiples de la historia han tenido una infancia o adolescencia llena de padecimientos, y Julio Aquines no es la excepción.
Al año y un mes, el padre le pegaba. Desde el año y ocho meses le suministraban Valium por instrucción médica, debido a que no dejaba dormir. Un mes después fue derivado a salud mental. Su infancia la transitó en las calles de Valentina Sur, donde a los 8 años comenzó a inhalar pegamento. La conflictividad familiar se profundizó hasta que a los 10 años abandonó la casa, y se hablaba de trastornos de la conducta, era agresivo.
En su paso por la primaria, lo expulsaron de dos escuelas. A los 12 años ya era alcohólico, a los 13 tuvo el primero de sus siete hijos y a los 17 ya contaba en su haber con cinco intentos de suicidio y 30 entradas a las comisarías. Hasta la madre solicitó a la Justicia de Menores que lo metieran preso. Aquines es un asesino y un paradigma porque el Estado nunca lo abordó, y lo peor es que en algún momento volverá a la calle.
LEÉ MÁS
Hay 500 iglesias a las que les perdonan los impuestos
La falta de anestesistas complica la atención en el Hospital Heller
Te puede interesar...
Lo más leído
Leé más
Seguros: el Gobierno detectó otro intermediario y lo denunció a la Justicia
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario