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El robo de ruedas, un gran negocio millonario difícil de frenar

Los casos se multiplican. Los comercios no paran de vender.

La rueda de un auto chico, con la cubierta y la llanta, cuesta 6000 pesos. Es la más barata que tiene el mercado de los automóviles en la ciudad de Neuquén. A partir de este rodado hacia arriba (en tamaño y en calidad) el precio va aumentando hasta llegar a los 40.000 pesos, aproximadamente. En este amplio abanico de costos y dimensiones está hoy montado un negocio millonario que se maneja con total impunidad en el mundo del delito: los robarruedas.

Suelen atacar en los barrios residenciales durante la madrugada. Aparecen como fantasmas y en cuestión de minutos dejan a los automóviles montados sobre cuatro tacos de madera o ladrillos. En algunas ocasiones –cuando no tienen tiempo o el lugar está transitado- roban solamente el auxilio. Lo cierto es que la modalidad se repite una y otra vez. A las comisarías llegan decenas de denuncias, aunque a veces los damnificados ni siquiera las hacen.

Las aseguradoras ven con preocupación este fenómeno que crece, mientras que los comercios no dan abasto vendiendo los productos para reponerlos.

“Por día estamos teniendo entre 25 y 30 pedidos de reposición”, reconoció el vendedor de una casa de neumáticos ubicada en el Bajo Asegura que no hay un rodado en particular que sea el más buscado. Roban todo tipo de ruedas, desde las de un auto pequeño hasta las de una camioneta importada.

El vendedor aseguró que ya se dieron casos en los que el propietario se enteró dónde estaba la rueda que le habían robado y que la pagó a un precio inferior para que se la devuelvan. “Fue el dueño de una camioneta RAM”, recordó el hombre. En vez de pagar los 40.000 pesos que costaba la nueva, desembolsó la mitad.

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Millones

Todavía no hay una dimensión real del volumen de dinero que genera el negocio de los robarruedas, pero teniendo en cuenta la cantidad de denuncias, pedidos de reposición y precios que tienen, asciende a varios millones.

La Policía asegura que de a poco están controlando el tema y que están tratando de identificar a los responsables. “Comenzamos a controlarlo a partir de que empezamos a identificar a varios de los actores”, indicó a LU5 Gustavo Pereyra, superintendente de Seguridad de la provincia.

Recordó que no hace mucho tiempo lograron desbaratar una banda de gitanos que se dedicaba a esa actividad. Dijo que ahora tienen en la mira a otros que siguen los mismos pasos.

¿Hasta dónde se extiende el millonario negocio de los robarruedas? Hay quienes aseguran que gran parte del producto robado va a parar a las concesionarias de autos usados que hay en la ciudad de Neuquén. “Si te fijás, hay lugares que tienen autos con todas las ruedas distintas”, confió el encargado de un negocio que vende y repara neumáticos.

Sin embargo, hay sospechas de que una gran parte se comercializa en otras ciudades tanto de Neuquén como de la provincia de Río Negro y que hay bandas que operan hasta por encargo cuando necesitan un rodado específico para un vehículo.

Mientras tanto, las compañías aseguradoras despachan vouchers de reposición sin descanso, los negocios de neumáticos festejan su “veranito” vendiendo sin parar y los robarruedas planifican su próximo atraco. Hay muchos vehículos esperando en las calles de la ciudad de Neuquén.

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Distintos modos para actuar sin ser descubierto

Hay varias formas de robar las ruedas de un vehículo. La más común es retirar todos los neumáticos y dejar el auto apoyado sobre tacos de madera o sobre ladrillos. Para esta modalidad, los ladrones suelen elegir las calles más oscuras para cometer el delito en horas de la madrugada.

Otra de las formas, de acuerdo con lo que vienen denunciando los vecinos, es el robo del auxilio. En algunos casos fuerzan el baúl para retirarlo y en otros rompen el vidrio del vehículo para llegar hasta ese habitáculo por adentro. En el caso de los que tienen la rueda abajo, los delincuentes suelen estacionar otro auto en forma paralela y en cuestión de minutos se deslizan por debajo del elegido para retirar la rueda.

Es tan común el robo, que algunos ladrones necesitan muy poco tiempo para perpetrar el atraco. No importa si suena la alarma o si lo hacen a plena luz del día. Es cuestión de actuar de manera rápida con un cómplice que lo esté esperando.

Uno de los casos que reflejna el nivel de impunidad que tienen los que se dedican a este negocio es el que ocurrió la semana pasada en pleno centro de la ciudad de Neuquén (Teniente Ibáñez y República Argentina) en horas del mediodía. Afortunadamente, la Policía pudo detener al hombre in fraganti. En el auto que conducía tenía cuatro ruedas en el baúl .

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