A diferencia de la necrópolis del centro de la ciudad y la de Parque El Progreso, las sepulturas estarán bajo una superficie parquizada.
Anunciado en medio de la pandemia de coronavirus, a mediados del 2020, el tercer cementerio de Neuquén traerá algunos cambios en la operatoria funeraria de la ciudad.
Ubicado en la zona de la meseta de Colonia Esperanza -lindera con el ejido de Centenario- y con una extensión de 17 hectáreas, la nueva necrópolis tendrá una fisonomía diferente a la tradicional que prevalece en el Cementerio Central y el Parque El Progreso, en los que abundan las parcelas de concreto con cruces, lápidas, placas de bronce y ramos de flores. Aggiornado a las estéticas que en los últimos tiempos comenzaron a aflorar en otros países y espacios privados, un manto verde de césped con placas y pérgolas será el paisaje que se encontrarán quienes vayan a despedir a sus seres queridos. La idea es crear un entorno ligado con la naturaleza, más ameno para sobrellevar la carga emocional, y alejarse de las edificaciones, monumentos y simbología lúgubres que prevalecieron en los diseños de estos espacios durante años.
Según anticipó el subsecretario municipal de Edificios Públicos y Automotores, Miguel Martínez, el cementerio será mucho más amplio que los dos que están funcionando actualmente y estará destinado a "cubrir la demanda en los próximos 30 0 40 años".
Aunque las sepulturas experimentaron un descenso en los últimos tiempos, debido a la creciente tendencia de las cremaciones, el tercer cementerio concentrará los nuevas inhumaciones y incineraciones, sumando en el futuro otro horno crematorio a los tres que actualmente están en funcionamiento y que serán trasladados al lugar.
Martínez explicó que, a diferencia de los suelos sobre los cuales se asentaron el cementerio Central y el de Parque El Progreso, en el de "La Colonia" posee una característica particular más propicia para este tipo de prácticas. "Como es una meseta y una planicie en altura, tiene lo que se llama 'cemento indio', una piedra muy difícil de excavar. Entonces con un relleno de aproximadamente dos metros, podemos hacer la sepultura en tierra sin contaminar las napas porque ese cemento es como un piso, un hormigón que está por debajo", precisó.
"Vamos a empezar a trabajar con un trapecio de aproximadamente 8900 metros cuadrados para 1600 tumbas. Previamente tenemos que hacer un relleno con tierra fértil y dejarlo preparado para el césped. Así trataremos de no hacer más sepulturas en tierra en el El Progreso, para concentrarlas ahí", indicó.
"En este momento hay de construcción casi 800 metros lineales del paredón, es un triángulo. Nosotros vamos a cerrarlo para arrancar con la primer parcela con 1680 tumbas. Estamos hablando de una inversión para lo que va del año de más de 25 millones de pesos. Hay que poner mucha tierra para relleno", remarcó. "Eso tiene 30 días de ejecución. La idea es cerrar esta primera etapa este año", agregó.
"El año pasado tuvimos un total de 1853 ingresos en los cementerios de la ciudad y teniendo en cuenta que las sepulturas no superaron las 500, con esta primera parcela tenemos para cubrir la demanda dos o tres años tranquilamente, hasta que podamos seguir completando el resto de las hectáreas", estimó luego de detallar que en 2021 se registraron 939 fueron cremaciones, 520 entierros, 383 nichos, 11 concesiones en mausoleos o bóvedas.
"El proyecto del tercer cementerio está destinado a cubrir la demanda en los próximos 30 o 40 años. Durante 20 años los cementerio no tuvieron mantenimiento, no se hacían nichos, así que con este espacio eso estaría prácticamente saldado", añadió. "Recordemos que cuando se hizo el Cementerio Central estaba muy lejos de la ciudad, estamos hablando del 1906 y la ciudad no tenía una proyección amplia", dijo recordando que en esa época, el entonces gobernador Carlos Bouquet Roldán decidió que el cementerio quedara aislado y lejos de lo que sería el casco urbano.
"Con el cementerio de El Progreso pasó lo mismo. Se empezaron a llevar tumbas a un lugar que estaba muy lejos y hoy está a 20 cuadras del centro", agregó antes de comentar que en ambos espacios se trabajará en el saneamiento y remediación para que las personas que tengan a sus deudos allí puedan visitarlos en un entorno más cómodo y ameno, similar al espacio parquizado que tendrá la necrópolis "La Colonia".
"Una vez que avancemos con el tercer cementerio podemos dedicarnos a eso y a trabajar con todo lo vinculado a la historia del Cementerio Central. El Progreso también se va a convertir en un museo a cielo abierto, tal como sucedió con el que está ubicado en Islas Malvinas. Todas estas decisiones impulsadas por el intendente Mariano Gaido, le van dando otra impronta a los cementerios. La idea es sacarlos de esa cuestión tan tétrica o tan cerrada culturalmente y que el ligar a donde van a despedir o recordar a sus deudos no los ponga más triste de lo que ya llegan", postuló.
"Más allá del dolor que encierra todo esto, el lugar tiene que ser ameno y no tan dificultoso", recalcó y recordó que en el Cementerio Central hay dos manzanas con sepulturas de los años 60' que próximamente van a estar parquizadas para proteger el suelo. "Es una pequeña remediación que se hace para que ese verde ayude a la oxigenación", explicó para luego remarcar que la operación solo afecta la superficie de la tierra y no implica la remoción de tumbas.
Según adelantó Martínez en junio del 2020, la tercera necrópolis también se destacará de las antecesoras al albergar todos los credos en espacios diferenciados, respetando las distintas culturas religiosas. Una hectárea será destinada para las personas judías, otra para musulmanes, otra para hindúes y cuatro para quienes profesan la religión católica.
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