Si bien la alimentación es determinante para lograr un sistema inmunológico fortalecido, hay otras situaciones que lo afectan como el estrés y la ansiedad.
Cada ser humano es un mundo, y cada organismo actúa a su modo, bajo su propio tiempo, su historia, sus propias condiciones. Y, fundamentalmente, según cómo lo cuidamos. Cada persona, a través de su sistema inmune, protege al cuerpo de gérmenes y microorganismos. Por eso es importante reforzarlo, sobre todo en el caso de los adultos mayores y personas con patologías de base.
Si bien la alimentación es determinante para lograr un sistema inmunológico fortalecido, sostienen los especialistas, hay otras situaciones que lo afectan como el estrés y la ansiedad.
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Para esto, recomendaron profesionales de Leben Salud, principalmente en esta época de virus y pandemia, es vital mantener una dieta equilibrada, una buena hidratación, hacer ejercicio y apostar por hábitos de vida saludables.
Brindaron consejos y recomendaciones, en el marco de la campaña +Salud, que llevan adelante la Legislatura de Neuquén, junto a LM Neuquén y LU5 AM600.
- Alimentación: Mantener una dieta equilibrada y saludable es importante para mantener el sistema inmune fortalecido. Incorporar frutas, verduras y granos enteros. También, en grasas saludables que se encuentran en alimentos, como pescados grasos (ricos en Omega 3), nueces y aceite de oliva. Este tipo de alimentos tiene un alto contenido en nutrientes, como la vitamina C, zinc y otros antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación y a combatir las infecciones. También se deben limitar las carnes rojas y, en especial, los alimentos procesados y fritos.
- Manejar el estrés y la ansiedad: Si están en forma crónica producen hormonas del estrés (cortisol), que suprimen el sistema inmune favoreciendo infecciones.
- Ejercicio: Hacer ejercicio con moderación, entre 30 a 60 minutos casi todos los días mejora la inmunidad y ayuda a manejar el estrés.
- Dormir bien: Al estar privado de sueño, el cuerpo produce cortisol para mantenerse despierto y alerta. Esta hormona suprime la respuesta del sistema inmune. Tener un sueño reparador reforzará de forma natural el sistema inmune.
- Suplementación con vitaminas y minerales: Es importante evaluar los niveles de algunos minerales y vitaminas, como la D y B12, el zinc y el hierro, para saber si hay déficit, con el fin de suplementarlos de forma adecuada.
- No fumar y beber alcohol con moderación.
- Hidratarse en forma adecuada.
¿Cómo podemos saber si nuestras defensas están debilitadas?
Algunos síntomas de que ‘algo no anda bien’, pueden ser:
- Infecciones y/o resfríos recurrentes
- Alergias
- Enfermedades simples, que duran más de lo normal, tardan en mejorar.
- Fiebre frecuente
- Ojos secos
- Cansancio habitual
- Náuseas y vómitos, diarreas
- Manchas en la piel
- Caída del cabello
Dónde encontrar los nutrientes:
- Vitamina A y D: en la yema de huevo, leche e hígado, y en quesos, yogures enteros, o que han sido fortificados (estos además son beneficiosos para la microbiota que previene de infecciones causadas por virus o bacterias), en riñones y en carnes de todo tipo, hortalizas de color anaranjado o verde oscuro (vitamina A), pescados grasos como atún, caballa y sardina (vitamina D).
- Vitamina del complejo B: la B12 se halla en productos cárnicos, la B1 en cereales integrales (avena, centeno o arroz integral).
- Vitamina C: está en la naranja, pomelo, mandarina, el kiwi, frutilla y quinoto, y también en pimientos, perejil, en repollo blanco y rojo y en el brócoli.
- Hierro y Zinc: presentes en carnes rojas, hígado, pollo, cerdo, legumbres (lentejas, arvejas, porotos, garbanzos), frutos secos y cereales integrales.
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