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La Mañana Zelenski

Europa busca que Zelenski se rinda antes del invierno

Los líderes de Occidente culpan a la guerra por la escasez de gas.

La guerra entre Rusia y Ucrania es cada vez más favorable a las tropas que responden al gobierno de Vladimir Putin, y las bajas del Ejército de la nación atacada son palpables en el campo de batalla. Por ello, el presidente Volodímir Zelenski, acorralado, intentará sellar el armisticio antes del inicio del invierno europeo con el objetivo de iniciar la reconstrucción del país lo antes posible.

Si bien Kiev recibió la colaboración indispensable de los líderes que conforman la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ninguno de ellos se involucró directamente, una situación que le dio aire al exagente de la KGB más allá de las sanciones económicas.

Al mismo tiempo, el primer mandatario ucraniano ya no cuenta con el apoyo total de las potencias del Viejo Continente. La determinación del Kremlin de frenar el flujo del servicio de gas a la Unión Europea (UE) complejizó la coyuntura y empeoró la inflación creciente, que ya estaba en niveles altos.

Diferentes mandatarios, como el jefe de Estado galo Emmanuel Macron, instaron a Zelenski a retomar el diálogo con Moscú y negociar ciertas condiciones para evitar un recrudecimiento en el campo de batalla. Sin embargo, el mandamás de la nación invadida todavía resiste: la guerra fue el gran caballito de batalla para imponer, en paralelo, su imagen a nivel mundial. De todas formas, el presidente ucraniano empezó a dar muestras de desgaste.

"Definitivamente restauraremos todo lo que destruyan. Cada una de las más de dos mil instituciones educativas: todos los jardines de infancia, todas las escuelas, institutos, universidades. Y lo más importante, preservaremos nuestra humanidad y nuestro civismo. Rusia permanecerá paralizada durante generaciones debido a los asesinos y verdugos que viven allí", espetó Zelenski, haciendo alusión a una eventual postguerra.

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Mientras tanto, diferentes organismos buscan ponerle cifras al horror. Según el Pentágono estadounidense, los soldados del Ejército invasor atacaron en zonas relativamente tranquilas, alterando el estilo de vida de los ciudadanos.

Las estimaciones oficiales son tétricas: en las últimas dos semanas, alrededor de 150 civiles que no tenían ninguna vinculación con el conflicto bélico fallecieron a causa de diversos bombardeos y atentados militares. Uno de ellos, con misiles lanzados desde el Mar Negro, acabó con la vida de 20 personas en la ciudad de Vinnytsia, de gran importancia regional.

El Pentágono alertó por los ataques masivos en zonas que no eran de riesgo y el uso de bombas lanzadas desde Bielorrusia y el Mar Negro. El número podría ser aún mayor.

El gobierno de Joe Biden presentó imágenes satelitales correspondientes a los meses de junio y julio, cuando una comitiva rusa viajó a Irán por "motivos diplomáticos". Según advirtió el sector de Inteligencia, aquella travesía estaba vinculada con la compra de armamento para utilizar en la guerra con Ucrania. En esas ocasiones, la delegación presenció una demostración del funcionamiento de sofisticados drones que contaban con características propicias para ser utilizados en el campo de batalla.

Las negociaciones entre ambos países continúan abiertas.

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