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Ferruccio Verzegnassi, el primer farmacéutico

Fue un polifacético vecino que vivió desde los inicios de la nueva capital del territorio en la Confluencia

Rescatar las raíces es una manera de lograr identidad, a eso apunta este artículo en el que se recrea la semblanza del fundador del Club Independiente al conmemorarse el centenario de su creación. Un personaje que fue partícipe de la aventura que significaba avanzar en el poblamiento de la Patagonia y por ende de nuestra Provincia, soportando estoicamente los sinsabores y añoranzas propias del desarraigo, de la lejanía de sus seres queridos, muchas veces no vueltos a ver y que se fueron desdibujando por el tiempo y la distancia.

En este caso recrear la vida y accionar de un profesional que con su esfuerzo y tesón fue un aliado y colaborador indispensable de los médicos de la primera hora, me refiero a Don Ferruccio Verzegnassi, primer Farmacéutico de la cuidad, sin cuya colaboración, aporte profesional y provisión de medicamentos, las prácticas del médico no hubieran tenido éxito.

El vizconde Ferruccio Verzegnassi, provenía de familia aristocrática pero según relatos de familias con las entabló gran amistad (Flia. Moriconi-Anzini) nunca ostentó sus blasones de nobleza. Era oriundo de la Italia irredenta se lee en el libro de Don Ángel Edelman, hijo de Francisco Verzegnassi quien fuera diputado de Reichstag austríaco además de ejercer otros altos cargos oficiales en su país. Se diplomó en Viena (Químico farmacéutico y Magíster Farmacia) y revalidó su título en la Universidad de Buenos Aires, rindiendo todas las asignaturas de una vez.

En 1901 estaba radicado en la Provincia Italiana de Gorizia donde tenía la Farmacia Kürner, así se desprende de la documentación consultada, de mi archivo personal.

Ferruccio Verzegnassi fue el impulsor de los primeros clubes que tuvo Neuquén y tuvo una destacada participación en la vida social de la nueva capital.

Datos extraídos de su correspondencia original muestran que en 1903 ya estaba instalado en Buenos Aires, los familiares que le escriben indican como destino a la “Farmacia Europa” Santa Fe 2419, Buenos Aires.

Es en esa capital donde conoce a Bouquet Roldán en reuniones de la Logia Masónica; sería él quien lo convence de instalarse en la Confluencia.

En octubre de 1904 se concedió permiso por un año a Baltazar Reiffestal para abrir y atender una farmacia en la reciente capital neuquina. La instaló la firma A. Imperiale y Cía, pasando después a propiedad de Verzegnassi, quien abrió su farmacia en 1905 en la primera habitación de madera que tuviera en su domicilio de la calle Sarmiento al 400 Arsenio Martín. Posteriormente se trasladó a su propio local en la Diagonal Alvear (en esa época Boulevard Congreso), esquina Roca. La Farmacia llevaba el nombre de “La Cordillera”.

Correspondencia que data de 1906, y que proceden de Génova, está dirigida a su persona con dirección en la “Farmacia A. Imperiale y Cía”, Estación Neuquén, por lo que se deduce que en un principio trabajó en esa firma hasta que compró la farmacia, le cambió el nombre, se trasladó a la dirección antes mencionada donde construyó el local y la casa de familia, en un triángulo estratégico de la nueva capital.

Verzegnassi tenía como hobby la fotografía, imprimió tarjetas postales con paisajes del territorio neuquino que recorrió varias veces.

Muy pronto el comercio adquirió renombre e importancia dentro de la comunidad gracias a la experta dedicación a la ciencia química farmacológica de este hombre quien fue un incondicional colaborador de los profesionales de la salud y de la población en general que recurría a él con asiduidad.

Este ciudadano siempre fue un entusiasta propulsor de toda iniciativa que llevara al progreso de la ciudad, y que mejorara la calidad de vida de sus pobladores, tratando de elevar el nivel cultural y recreativo. En 1908 inauguró la primera sala cinematográfica denominada “Progreso”.

Diversas instituciones de la época lo tuvieron como gestor, organizador e integrante de sus Comisiones Directivas. Se recurría a él ya que era reconocida su vasta cultura y preparación profesional, dominaba varios idiomas. Era músico y compositor e interpretaba instrumentos de cuerda, viento y piano. Las tertulias de la época lo tenían como uno de sus animadores.

Tenía como hobby la fotografía, imprimió tarjetas postales con paisajes de la provincia a la que recorrió varias veces. También era requerido para tomar fotografías en diferentes festejos y agasajos.

Fervoroso amante del deporte, junto con Pascual Claro fue uno de los fundadores y directivos apenas nació Neuquén como capital, del primer centro social, el “Club de Gimnasia y Esgrima” inaugurado el 25 de mayo de 1906. En él funcionaba salón de box, de esgrima, y una biblioteca.

Verzegnassi también fue gestor e integró la comisión Directiva como presidente del “Neuquén Atletic Club” creado el 18 de marzo de 1909, el primer club de fútbol y centro recreativo de este Territorio, sus jugadores usaban una camiseta albiverde con rayas verticales. El club tuvo vida activa durante muchos años, desaparece cuando surge el “Club Independiente” fundado el 27 de enero de 1921, cuya organización llevó a cabo Verzegnassi siendo su primer presidente.

También Escribía en distintos medios de prensa. En 1920 comienza a publicarse la “Revista Sporting Club” de la cual fue su inspirador en sus artículos; firmaba con el seudónimo de “Remember”.

Fue socio fundador de la Asociación Italiana de Socorros Mutuos (20 de septiembre de 1909) integrando la Comisión Directiva en varias gestiones.

En 1926 integró el Concejo Municipal bajo la presidencia de Martín Ardenghi.

La Farmacia La Cordillera permaneció abierta hasta su fallecimiento, el 23 de enero de 1930. A partir de esa fecha estuvo cerrada por más de 25 años. Desafortunadamente no quedaron descendientes que pudieran continuar su trabajo.

Sus restos fueron sepultados en el cementerio local, descansan junto a los de su esposa Augusta Velicongna en el Panteón de la Familia Moriconi- Raffo, familia a la que le unía una gran amistad desde la llegada a la ciudad de Ángelo Moriconi (1910).

Muy hábil en el manejo del florete

A Carlos Bouquet Roldán se lo designó por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Gobernador del Territorio del Neuquén, en 1903 y ejerció su mandato hasta 1906, fecha en la que renunció a su cargo para hacerse Administrador de la Aduana de la Capital durante la Presidencia de Figueroa Alcorta.

La población de Neuquén organizó los actos de despedida que se realizaron el jueves 28 de junio de 1906. En todas las celebraciones estuvo presente Ferruccio Verzegnassi, quien era amigo del gobernador.

En el Club de Gimnasia y Esgrima que se había fundado el mes anterior, se realizó un agasajo de despedida al Gobernador que integraba la lista de socios del Club. En esta jornada el farmacéutico hizo gala de su destreza como espadachín en una demostración con florete.

(*) Miembro de la Junta de Estudios Históricos de Neuquén.

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